Guido Carli
Los miedos y las esperanzas de los italianos se centran en este famoso economista, que se perfila como el pr¨®ximo presidente del Gobierno

Podr¨ªa ser, despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones de junio, el nuevo primer ministro italiano. Y ser¨ªa una bomba, porque Guido Carli ha sido siempre considerado como un t¨¦cnico independiente de todas las fuerzas pol¨ªticas. Eso s¨ª, un economista cuya fama ha ido m¨¢s all¨¢ de las fronteras de este pa¨ªs, porque ha sido, durante 15 a?os, desde 1960 a 1975, gobernador del Banco de Italia; durante cuatro, desde 1976 a 1980, presidente de la Confindustria, la gran corporaci¨®n de los industriales privados; despu¨¦s, hombre de confianza de Fiat, y hoy es el presidente de los industriales europeos.
Era amigo personal del l¨ªder republicano difunto Ugo La Malfa y, sin embargo, le dio tres veces calabazas cuando aqu¨¦l le pidi¨® que entrara en su partido. Y dos veces rechaz¨® tambi¨¦n las propuestas de Giovanni Spadolini, actual secretario republicano y ex presidente del Gobierno.Fue siempre considerado como la expresi¨®n m¨¢s inteligente, agresiva e independiente de la alta clase industrial italiana y un exponente indiscutible del llamado mundo laico, que en Italia se opone al t¨¦rmino democristiano -sin¨®nimo de confesional o de vaticanista- por sus ra¨ªces de partido cat¨®lico. Y, sin embargo, ahora ha estallado la bomba. Al nuevo secretario democristiano, Ciriaco de Mita, le ha bastado una semana de corte para conseguir que el gran Carli haya aceptado presentarse con la Democracia Cristiana como candidato al Senado.
Los comunistas han reaccionado inmediatamente. El diario L'Unit¨¢, ¨®rgano oficial del Partido Comunista, ha escrito: "Existe un pacto entre De Mita y Carli. Ser¨¢ Guido Carli el primer ministro en el Gobierno de centro que sue?an la Democracia Cristiana y los industriales". Una hip¨®tesis que la han recogido como plausible los dos semanarios m¨¢s importantes del pa¨ªs,, LExpresso y Panorama.
De momento, Guido Carli ha empezado defendi¨¦ndose de las acusaciones que se le hacen: "Yo no soy ni de derechas ni de izquierdas: voy sencillamente hacia adelante". ?A qu¨¦ se debe la decisi¨®n de echarse en brazos de la Democracia Cristiana, ¨¦l que es el s¨ªmbolo de la independencia? "Ha sido siempre, en realidad, el consejero del pr¨ªncipe", gritan los comunistas. Carli responde: "De Mita me gusta. La Democracia Cristipna est¨¢ cambiando. ?Por qu¨¦ no ayudarla?"
Carli ha empezado a utilizar un lenguaje que a la gente le espanta y le gusta al mismo tiempo. Sin pelos en la lengua, sin matices de compromiso diplom¨¢tico, va diciendo en su campa?a electoral cu¨¢l ser¨¢ su receta para salvar al pa¨ªs si le dan la batuta para dirigir la nueva orquesta: "Bloqueo de los sueldos durante un a?o, un impuesto sobre los bienes patrimoniales durante tres a?os, austeridad en los gastos p¨²blicos, cierre de empresas p¨²blicas o privadas que no rinden, empuje a la productividad y, como consecuencia, una regresi¨®n de la inflaci¨®n de este pa¨ªs, que es cuatro veces mayor en este momento de la que presentan el resto de los pa¨ªses m¨¢s industrializados del inundo, a los que Italia pertenece.
El miedo que provoca Carli en los c¨ªrculos de la izquierda es debido a su condici¨®n de hombre que sabe manejar bien los n¨²meros. Conoce los secretos de los males econ¨®micos desde dentro, y nunca ha sido un hombre de derechas, ya que empuj¨® el centro-izquierda y fue presidente de la Confindustria durante los a?os de la pol¨ªtica de unidad nacional, y siempre ha defendido que, para enderezar la econom¨ªa demasiado alegre de este pa¨ªs, es necesario un pacto social entre las fuerzas conservadoras, los sindicatos y los comunistas.
Que Carli ser¨¢ senador es evidente ya desde hoy. Que Podr¨ªa ser el primer presidente del Gobierno italiano, como representante p¨²blico de la alta burgues¨ªa industrial, es muy posible. Que la gente de la calle se ha hoy m¨¢s de los t¨¦cnicos que de los pol¨ªticos de profesi¨®n es evidente en este pa¨ªs, que, con un 16,5% de inflaci¨®n, teme bajar al rango de naci¨®n tercermundista. Por eso, Carli, que hasta ayer era un person4je totalmente alejado del mundo pol¨ªtico de los partidos, se ha convertido hoy en el centro de la atenci¨®n pol¨ªtica, al que todos miran con miedo o con esperanza. Porque para unos podr¨ªa ser una maldici¨®n pol¨ªtica, mientras que para otros es ya un milagro del cielo. En cualquier caso, lo que s¨ª es indiscutible es que Guido Carli es, en estos momentos, uno de los personajes m¨¢s populares de Italia.
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