La CEE estudia la creaci¨®n de un sistema com¨²n de TV ante las futuras emisiones por Sat¨¦lite
ANDR?S ORTEGA, Gracias a los desarrollos t¨¦cnicos y especialmente a la llegada de potentes sat¨¦lites cuya se?al ser¨¢ captada -a partir de 1985-86- con peque?as antenas individuales, la televisi¨®n, que hasta ahora hab¨ªa sido "un asunto esencial y celosamente nacional" va a tomar una dimensi¨®n continental. Como buitres, las grandes empresas de publicidad esperan ese d¨ªa. La TDS -Televis¨®n Directa por Sat¨¦lite- es una cita que Europa no puede dejar pasar. De lo contrario, corre el riesgo de verse a¨²n m¨¢s colonizada.
Cada sistema nacional TDS llegar¨¢ inevitablemente a telespectadores que viven fuera de las fronteras del pa¨ªs emisor. La "huella" de los sat¨¦lites ignorar¨¢ las soberan¨ªas nacionales. La "internacionalizaci¨®n" de las emisoras televisadas ser¨¢ un hecho en la segunda mitad de esta d¨¦cada. La posibilidad de prohibir la recepci¨®n choca, en Europa occidental, con los principios de la Convenci¨®n Europea de los Derechos Humanos sobre la libre circulaci¨®n de informaci¨®n.
El ejemplo m¨¢s claro lo proporcionan los mapas contenidos en el informe. Cuando diversos pa¨ªses de la Comunidad -y de fuera de ella, como Suiza, Suecia o Austria- tengan sus sat¨¦lites, las emisiones por el sat¨¦lite europeo L-Sat y, al menos, los haces de Francia, la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) y Gran Breta?a, podr¨¢n ser recibidos en Espa?a, con antenas individuales que var¨ªan entre 0,90 y 4 metros de di¨¢metro.
Hasta Andorra est¨¢ prepar¨¢ndose para disponer de sat¨¦lite. Este hecho preocupa en la CEE a causa de la cantidad incontrolada de publicidad *que podr¨¢ ser distribuida de este modo. Preocupaci¨®n que se extiende a las posibilidades con que podr¨¢n contar tambi¨¦n Liechtenstein, M¨®naco, San Marino y Vaticano. Los grandes grupos publicitarios, afirma este informe, est¨¢n dispuestos a aprovechar lo que se denomina el "capital decepcionado", debido a las limitaciones impuestas a la publicidad en Europa. En el total de las emisoras europeas, la publicidad se lleva una tercera parte de los ingresos de la televisi¨®n. Hay que se?alar que, aunque el informe recoge la situaci¨®n de pa¨ªses no miembros de la CEE, no se menciona a Espa?a m¨¢s que de pasada.
Producciones propias
Dada la potencialidad de la nueva t¨¦cnica se requiere en Europa una pol¨ªtica de creaci¨®n de programas: ning¨²n pa¨ªs europeo podr¨ªa por s¨ª s¨®lo abastecer la demanda que se avecina. Las previsiones indican que a finales de los a?os ochenta se necesitar¨¢n, en Europa Occidental, 500.000 horas de producci¨®n cinematogr¨¢fica por a?o para cubrir una tercera parte de la programaci¨®n. En la actualidad, los cuatro principales pa¨ªses en Europa (RFA, Reino Unido, Francia e Italia) no producen entre todos m¨¢s de 1.000 horas anuales. Si no se cubre esta necesidad, las televisiones europeas estar¨ªan condenadas a una total dependencia cultural extraeuropea, sin, por supuesto, poder defender el pluralismo de las diferentes identidades nacionales.
Los expertos opinan que a finales de esta d¨¦cada cada pa¨ªs europeo dispondr¨¢, por t¨¦rmino medio, de 30 canales de televisi¨®n por cable, tres por TDS y tres tradicionales.
Se plantean numerosos problemas jur¨ªdicos, pol¨ªticos y econ¨®micos en los que el informe no entra por el momento, insistiendo en que esta es una oportunidad para crear una televis¨®n paneuropea, que sirva para fomentar la unidad cultural de Europa. De aqu¨ª a 1990 se prev¨¦ la puesta en ¨®rbita de cinco a 10 sat¨¦lites nacionales repartidos del siguiente modo: RFA (1), Francia (2), Reino Unido (3), Suecia (1), Luxemburgo (2), Suiza (1), Pa¨ªses N¨®rdicos (1).
Un primer paso en Europa podr¨ªa ser la creaci¨®n de un programa verdaderamente europeo. "La televisi¨®n europea vendr¨ªa, as¨ª a a?adirse, no a sustituir, a las televisiones nacionales", se?al¨® Franz Froschmaier, director general de la Informaci¨®n la Comisi¨®n Europea. La Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n. (UER, m¨¢s conocida como Eurovisi¨¢n) dio ya los primeros pasos en 1982, y ahora, con la participaci¨®n de diversas emisoras nacionales, realiza un estudio sobre un programa com¨²n y multiling¨¹e, con informaciones, pasatiempos, educaci¨®n y deporte, destinado a los 300 millones de telespectadores de Europa Occidental, que ser¨ªa transmitido a trav¨¦s del sat¨¦lite L-Sat, de la Agencia Espacial Europea que entrar¨¢ en funcionamiento en 1986.
Un sondeo de opini¨®n organizado por la Comisi¨®n Europea ha se?alado que un 57% de los europeos de la CEE est¨¢n interesados en este proyecto de cadena de televisi¨®n europea.
"Eurikon" fue el nombre del experimento realizado por la UER en 1982. En el programa colaboraroncinco cadenas (ITV,' RAI, ORF, NOS, ARD), para producir 200 horas, repartidas en cinco semanas. No fue difundido en p¨²blico, por problemas legales, sino en circuito cerrado a trav¨¦s de 15 estaciones. Espa?a particip¨® en esta experiencia.
Algunos proyectos est¨¢n en fase muy adelantada. As¨ª, las cadenas ZDF (RFA), RTL (Luxemburgo) y Eurostat (Andorra) se proponen ya dar un car¨¢cter europeo a sus programas. Y a nivel europeo internacional, representantes de cinco pa¨ªses -Reino Unido, Italia, Austria, Pa¨ªses Bajos y RFA- han creado un grupo com¨²n para estudiar los problemas t¨¦cnicos jur¨ªdicos ling¨¹isticos y otros que plantean el concepto de televis¨®n europea y emisiones por sat¨¦lite. De acuerdo con la citada. encuesta, una gran mayor¨ªa de europeos de la CEE se pronuncia a favor de doblar los programas, pues s¨®lo est¨¢n interesados en programas recibidos en, sus propias lenguas. ?nicamente los daneses y los holandeses prefieren el subt¨ªtulo como m¨¦todo de traducci¨®n.
La Comisi¨®n Europea baraja, en el plano institucional, la idea de la creaci¨®n de un sistema europeo", formado por los sat¨¦lites, redes de cables y redes tradicionales, con norma uniformes.
Para fomentar este Mercado Com¨²n de la televisi¨®n, la Comisi¨®n Europea est¨¢ redactando un libro verde que va m¨¢s all¨¢ de la convencional y que considera los usos de las terminales caseras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.