Cogida muy grave de Curro V¨¢zquez
El cuarto le peg¨® la cornada a Curro V¨¢zquez. Era un entrepelao de sentido y la cogida se produjo en los, primeros muletazos. Curro V¨¢zquez intent¨® embarcarle en redondo y sobrevino el derrote, brutal y certero. Inmediatamente se incorpor¨® y, encorajinado, pretend¨ªa volver a la cara del toro. Las cuadrillas no le dejaron pues la hemorragia sal¨ªa a chorros. Bojilla le hizo el torniquete con un pa?uelo y Chicorro lo intent¨® con la pa?oleta. Cuando por el callej¨®n se lo llevaban apresuradamente a la enfermer¨ªa, iba dejando un reguero de sangre.La cogida casi estaba cantada. En el toro anterior, Pepe Luis Vargas hab¨ªa pasado por parecidos trances de peligro. Los, saltillos sal¨ªan flojos, con un comportamiento extra?o. "?Os hab¨¦is pasado de dosis!", gritaban desde el tendido. Cay¨¦ndose, topando m¨¢s que em bistiendo, broncos, protagoniza ban una lidia s¨®rdida, que indignaba al p¨²blico. El palco tuvo que oir grav¨ªsimas acusaciones, pero el funcionario que lo ocupa o es sor do o se hace el sueco. El toro de la cornada, el que cogi¨® varias veces a Vargas y casi todos los dem¨¢s, debieron' ser devueltos al corral. Algo les hacen a los toros. Por fuerza ha de ser a s¨ª pues no es l¨®gico que uno tras otro salgan con tanta decrepitud.
Plaza de Las Ventas
2 de junio. Vig¨¦sima corrida de San Isidro.Tres toros de Moreno Silva, peligrosos; primero y quinto, de Alonso Moreno, sobrero de Campos Pe?a. Todos inv¨¢lidos excepto el sexto. Curro V¨¢zquez. Pinchazo, estocada y descabello (silencio). Cogido por el cuarto. Jorge Guti¨¦rrez. Estocada trasera ca¨ªda y descabello (silencio). Cuatro pinchazos bajos y estocada delantera (silencio) Estocada contraria, otra atravesada -aviso con un minuto de retraso- y dos descabellos (ovaci¨®n y saludos). Pepe Luis Vargas. Pinchazo hondo, estocada delantera y descabello (ovaci¨®n y salida al tercio). Pinchazo bajo y estocada (petici¨®n y vuelta). Parte facultativo. Curro V¨¢zquez sufre cornada en, un muslo con dos trayectorias, de 20 y 15 cent¨ªmetros respectivamente, que destrozan m¨²sculos abductores y arrancan paquete v¨¢sculo-nervioso. Shock hemorr¨¢gico que precisa transfusi¨®n de 500 cent¨ªmetros c¨²bicos de sangre. Pron¨®stico muy grave.
Tras la cornada se produjo en el p¨²blico una violenta reacci¨®n contra la presidencia. Al tiempo, saltaba al ruedo Bojilla, que apodera al diestro herido, e increpaba a los aficionados del tendido 7, culp¨¢ndoles de lo sucedido. Hombre, no. Precisamente los aficionados le ped¨ªan a Curro V¨¢zquez que abreviara y al presidente que echara fuera aqu¨¦l toro descompuesto que daba la sensaci¨®n de estar harto de qu¨ªmica. No se encontraban entre el p¨²blico los que podr¨ªan haber evitado la cogida.
La demagogia de Bojilla dividi¨® las opiniones y alg¨²n sector se volvi¨® tambi¨¦n contra los aficionados que llevaban toda la corrida protestando la invalidez del ganado. Es normal, en ¨¦stos casos, que los nervios se disparen y haya extralimitaciones de histeria. Mas dur¨® poco y de nuevo se uni¨® la gente para reconvenir a la presidencia. No es normal, en cambio, que entraran en acci¨®n los guardias y se dirigieran a los espectadores que m¨¢s hab¨ªan gritado, entre otros el popular Felipe de Santiago, al que llaman El Lupas. Aquello ya fue demasiado. Aquello fue una arbitrariedad, porque a¨²n est¨¢ por ver que tengan que dar explicaciones a los agentes del orden p¨²blico quienes exigen para la plaza de Madrid el toro limpio, la fiesta en toda su pureza, y s¨®lo por eso; mientras quienes saltan al ruedo para soliviantar a las masas y quienes componen la canalla del fraude, andan por la vida tan ufanos, sin que nadie les pida cuentas.
El comportamiento de muchos de los toros que se han visto en la feria ha producido. sospechas de manipulaci¨®n, y tambi¨¦n los de ayer, aunque estos con el agravante de que eran peligrosos y acabaron por dejar fuera de combate a uno de los diestros que m¨¢s quiere Madrid, el cual ha contado siempre. con el Apoyo de los aficionados, y a¨²n m¨¢s de los que ocupan los tendidos 7 y 8. Al insultarlos Bojilla cometi¨® un atropello incalificable y se di¨® a conocer tal cual es. Ahora no podr¨ªa saberse si este personaje ha perdido la memoria o es un desagradecido.
Inv¨¢lidos absolutos los dos primeros, no se les pod¨ªa torear. El segundo fue devuelto al corral y era tal su docilidad borreguil que, aun sin estar picado, un espont¨¢neo le instrument¨® una faena completa, inclu¨ªdos los dos pases consabidos trincherazos, de pecho y lo que hiciera falta. Jorge Gutierrez se encontr¨® con un quinto toro pastue?¨® y con tan fausto motivo lo moli¨® derechazos y naturales. Pepe Luis Vargas, que te la hab¨ªa jugado con el pregonao tercero, se la volvi¨® a jugar con el sexto, el cual a¨²n ten¨ªa m¨¢s peligro que el anterior, pues tiraba el ga?af¨®n de forma inesperada. Se dobl¨® torer¨ªsimo, mand¨® en los redondos, salv¨® las coladas -que por el pit¨®n izquierdo eran terribles- y mat¨® con brevedad.
Es Pepe Lu¨ªs Vargas otro de los toreros importantes de la feria, y debe volver a Madrid. Pero que sea en otras cirtunstancia. Una encerrona como la de ayer lo m¨¢s probable es que acabe en sangre. Curro V¨¢zquez que est¨¢ ahora con las carnes puede dar fe de ello.
Babelia
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