Un reto al dise?o de gran ciudad
La soluci¨®n que propone el equipo de ingenieros y arquitectos encargado por el Ayuntamiento de integrar La Vaguada del barrio del Pilar en el resto de Madrid es uno de los proyectos urban¨ªsticos m¨¢s importantes de Europa
En realidad, incluso prescindiendo del famoso tema del centro comercial, que fue el m¨¢s aireado entonces, la perspectiva futura de toda esa largu¨ªsima zona residencial, que engloba en su direcci¨®n de Este a Oeste barrios enteros de la envergadura del llamado barrio del Pilar, la Ciudad de los Periodistas, Ciudad Saconia, Pe?agrande, Puerta de Hierro, etc¨¦tera, estaba condenada a soportar el. abismal corte de una monumental autopista que cerraba el anillo de la M-30. El ca¨®tico aluvi¨®n de nuevos barrios no hab¨ªa dejado ning¨²n otro espacio de articulaci¨®n que este largo espinazo central de varios kil¨®metros, que se extiende pr¨¢cticamente desde la avenida de la Paz hasta la carretera del Pardo, con una ampl¨ªsima malla de bloques en sus bordes. Pues bien, un inesperado giro revolucionario en el curso aparentemente fatal de este proceso de degradaci¨®n urban¨ªstica puede, transformar la v¨ªa denominada La Vaguada en un espectacular bulevar arbolado, m¨¢s grande que el c¨¦lebre de Hausmann en Par¨ªs, y, sin duda, uno de los m¨¢s hermosos de toda Europa.?C¨®mo ha sido posible un cambio tal? El acierto pol¨ªtico corresponde, desde luego, al Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo (MOPU) y al Ayuntamiento, junto con la generosa colaboraci¨®n que han prestado los propios vecinos de La Vaguada.
Sintetizando la historia del proceso, hay que remontarse al encarg¨® que hace el ayuntamiento m¨¢drile?o al equipo formado por los ingenieros Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez, Julio M¨¢rt¨ªnez Calz¨®n y Pedro Puig-Pey y los arquitectos Estanislao P¨¦rez Pita y Jer¨®nimo Junquera para la ordenaci¨®n de la v¨ªa urbana denominada La Vaguada, "en la confianza de conseguir resolver definitivamente el trazado de esta v¨ªa que, por su importancia y por su pol¨¦mica, se ha convertido en uno de los principales retos de dise?o urbano de nuestra ciudad". Puestos a ello, el prestigioso equipo de profesionales mencionado decide estudiar, una a una, todas las sucesivas propuestas anteriores, cuyos parciales puntos de vista hab¨ªan generado l¨®gicamente soluciones contradictorias.
He aqu¨ª, sin m¨¢s, el estado de la cuesti¨®n, empezando por el proyecto primitivo elaborado por el MOPU, que todo lo condicionaba a la creaci¨®n de una v¨ªa de alta velocidad, continuaci¨®n y cierre de la famosa autov¨ªa M-30, como los elaborados, sucesivamente, por la Delegaci¨®n de V¨ªas y Obras -v¨ªa de alta capacidad con protecci¨®n contra ruidos-, por la Oficina del Plan -v¨ªa urbana como parte de una malla-, o, en fin, por la Gerencia Municipal de Urbanismo -v¨ªa urbana de capacidad, pero como parte de una malla ortogonal m¨¢s rica de posibilidades, y todo el conjunto conformando la ciudad como trama urbana continua que remate la zona noroeste hasta el l¨ªmite urbano de Arroyo del Fresno
'Ciudad inacabada'
Desechada la idea de la autopista, que hubiese creado un terrible foso de separaci¨®n en una zona densamente habitada, adem¨¢s de hipotecar cualquier posibilidad de crear zonas verdes recreativas o, simplemente, a una escala humana, el equipo de t¨¦cnicos consider¨® como esenciales los siguientes problemas: en primer lugar, el car¨¢cter de ciudad inacabada que poseen las edificaciones junto a la v¨ªa de La Vaguada y, por tanto, la imprescindible necesidad de supeditar el dise?o de la v¨ªa a una reordenaci¨®n del entorno; en segundo lugar, la firme determinaci¨®n de acabar con La Vaguada como frontera, inapelable si, como dijimos, se manten¨ªa el proyecto de autopista, pero tambi¨¦n presente de alguna manera al no incorporarse la v¨ªa, como una m¨¢s, al conjunto de la trama urbana; en tercer lugar, la consideraci¨®n de La Vaguada como v¨ªa de servicio al barrio; en cuarto, el dise?o de una nueva trama como recurso espacial que ordene, dentro de la medida correctora posible, el caos, y, en quinto lugar, y ¨²ltimo, tener presente, desde una perspectiva global, que La Vaguada no discurre por un recorrido homog¨¦neo ni f¨ªsica ni socialmente; esto es: que supone, al menos, la adici¨®n de tres tipolog¨ªas, que deben ser integradas, con tratamientos diferentes, al espinazo com¨²n de la v¨ªa que las atraviesa, si se quiere que funcione como su columna vertebral.
Adem¨¢s de la consideraci¨®n de todos estos aspectos, exist¨ªan, l¨®gicamente, muchos otros, quiz¨¢ no tan decisivos desde un punto de vista de definici¨®n estructural, pero no menos acuciantes, como los derivados de la circulaci¨®n de veh¨ªculos pesados o del posible enlace de La Vaguada como cauce de acceso l¨²dico al futuro eje del r¨ªo Manzanares y del Pardo. A nadie se le puede escapar la complejidad que supone elaborar una soluci¨®n convincente para toda esta serie de considerandos, muchos de los cuales no son precisamente complementarios. Es necesario ,llamar la atenci¨®n sobre ello para que se valore con justicia el proyecto aprobado, que no s¨®lo destaca por haber logrado dar respuestas integradoras a la serie ampl¨ªsima de problemas descritos sino tambi¨¦n, a trav¨¦s de una feliz s¨ªntesis, potenciar un espacio nuevo, capaz de transformar la imagen ca¨®tica actual en una trama racional y, sobre todo, capaz, asimismo, de potenciar el atractivo de vivir, pues, de cumplirse todo lo proyectado, es indiscutible que toda esta zona est¨¢ llamada a convertirse en una de las hermosas y gratas de Madrid.
?Cu¨¢l es la varita m¨¢gica para este futuro ed¨¦n? Como en la planificaci¨®n urban¨ªstica hay que sospechar siempre de los milagros, se ha desgranado hasta aqu¨ª, aun de forma meramente enunciativa, toda la serie de premisas que han sido estudiadas e incorporadas al proyecto de soluci¨®n global, cuyo inter¨¦s m¨¢ximo ha consistido en haber pensado el hecho urbano en su conjunto, sin desgajar de ¨¦l ninguno de sus elementos parciales. En este sentido, ni la v¨ªa de La Vaguada se ha tratado como un eje aut¨®nomo del resto de la ciudad, ni, por supuesto, dentro de s¨ª misma, se ha descuidado la compleja interrelaci¨®n que mantiene, hasta su efecto m¨¢s retardado, con la ancha red de edificaciones que flanquean su curso. En definitiva: que la coherencia de este proyecto radica en el hecho de que basta con alterar cualquiera de sus ¨²ltimos filamentos para desvirtuar y, por tanto, matar, su contundente l¨®gica vital.
Cinco kil¨®metros arbolados
-La clave formal, cuyo feliz hallazgo posee para este tema un efecto taumat¨²rgico de apariencias m¨¢gicas, no es sino haber concebido la espina dorsal de la v¨ªa de La Vaguada como un largo bulevar de m¨¢s de cinco kil¨®metros y con una anchura equivalente a la inmensa del de Hausmann de Par¨ªs, lo que permitir¨¢ un recorrido profusamente arbolado, un paseo ajardinado con los dispositivos recreativos m¨¢s vers¨¢tiles y la soluci¨®n funcional de los m¨²ltiples peque?os problemas de los habitantes de sus riberas.
De esta manera, lo que pudo convertirse en pavoroso foso de asfalto y cemento deviene ameno paisaje, zona de comunicaci¨®n, encuentro y disfrute.
Ciertamente, hay mil detalles que son imposibles de concretar aqu¨ª para dar cumplida cuenta de este proyecto urban¨ªstico, que puede calificarse, sin temor a exagerar, como uno de los m¨¢s importantes, cuantitativa y cualitativamente, entre los emprendidos en Europa en estos ¨²ltimos 25 a?os. No obstante, no es conveniente ignorar dos asuntos relacionados con ¨¦l particularmente sugestivos. Por una parte, la articulaci¨®n de este bulevar en suave pendiente curvil¨ªnea, que enlaza tres grandes tramos diferenciados, mediante una serie de plazas, en cada una de las cuales ir¨¢ situada una monumental escultura, para cuya realizaci¨®n se ha seleccionado a artistas de fama universal, como Olderiburg, Chillida, Antonio L¨®pez Garc¨ªa, Alfaro, etc¨¦tera, lo cual convertir¨¢ el recorrido en un museo abierto de proyecci¨®n internacional.
Por otra parte, aunque en esta ocasi¨®n sea m¨¢s hacerse portavoz de un deseo todav¨ªa no aprobado, pero de trascendencia hist¨®rica, la necesidad de aprovechar el actual cauce abierto para introducir una l¨ªnea de metro que, ahora con escaso coste comparativo, podr¨ªa facilitar el enlace desde la plaza de Castilla hasta el Pardo y, siguiendo la curva ideal imaginaria, llegar incluso hasta la mism¨ªsima Ciudad Universitaria. Si todo esto se lleva a cabo, sin mezquindades, ni recortes de ¨²ltima hora, Madrid marcar¨¢ un hito en el urbanismo contempor¨¢neo.
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