Profundas discrepancias entre los sectores confesionales de la ense?anza ante las l¨ªneas de la nueva ley de Centros

Las tradicionales discrepancias, hasta ahora de car¨¢cter meramente formal, entre la Confederaci¨®n Espa?ola de Centros de Ense?anza (CECE), la gran patronal del sector privado, y la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza (FERE), podr¨ªan cristalizar en un enfrentamiento mucho m¨¢s profundo, en vista de la radical diferencia de posturas con que ambas instituciones est¨¢n afrontando hasta ahora el di¨¢logo con la Administraci¨®n socialista en torno a la futura ley org¨¢nica reguladora del Derecho a la Educaci¨®n (LODE), que el ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, est¨¢ a punto de someter a la consideraci¨®n del Consejo de Ministros.

El presidente de la CECE, el sacerdote agustino ?ngel Mart¨ªnez Fuertes, parece estar seriamente empe?ado en hacer realidad su oferta de di¨¢logo y de negociaci¨®n abierta con el Gobierno socialista, adquirido p¨²blicamente al d¨ªa siguiente de conocerse los resultados de las ¨²ltimas elecciones generales.Desde hace un par de meses, los responsables de la Administraci¨®n educativa y altos dirigentes del PSOE mantienen con el presidente de la CECE un "di¨¢logo ininterrumpido, con altibajos, pero siempre constructivo", seg¨²n expresi¨®n literal de un portavoz del partido del Gobierno. Frutos de este di¨¢logo son algunas de las f¨®rmulas que intentan solventar desde la LODE el viejo contencioso que separa hist¨®ricamente a los socialistas y a los empresarios cat¨®licos en torno a la interpretaci¨®n de libertad de ense?anza en el contexto del principio de libertad de c¨¢tedra, o a la compatibilizaci¨®n entre el derecho a mantener un proyecto educativo o ideario y los l¨ªmites que la financiaci¨®n por el Estado puede poner a la autonom¨ªa del titular de las empresas educativas.

De los retazos que han trascendido de este proyecto de ley, al que el equipo del ministro Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall da todav¨ªa en estos momentos sus ¨²ltimos toques, parece desprenderse la adopci¨®n de f¨®rmulas para cuestiones como la designaci¨®n de disectores de los centros subvencionados ("concertados" en la nueva terminolog¨ªa de la LODE) que resultan radicalmente inaceptables para la FERE y la jerarqu¨ªa cat¨®lica, y que, aunque no entusiasman a Mart¨ªnez Fuertes, parecen encontrar en ¨¦l una actitud de moderado posibilismo.

A la FERE, y a los obispos les irrita la idea de que los directores de los futuros centros concertados, es decir los financiados por el Estado, vayan a ser designados por un consejo escolar de centro y no por su titular sin m¨¢s, como ven¨ªa sucediendo hasta ahora.

Aunque en dicho consejo escolar, el titular tiene una doble representaci¨®n y, en el caso de que su elecci¨®n no recaiga en persona de la plena confianza del titular, ¨¦ste tendr¨¢ el derecho a proponer una terna para que el consejo designe al director, la FERE ve en este procedimiento un grave peligro para la coherencia del proyecto educativo o ideario del centro.

Esta f¨®rmula, as¨ª como las relativas a la necesaria publicidad a que habr¨¢n de someterse en el futuro las vacantes de profesores en los centros concertados, para posteriormente ser cubiertas con una participaci¨®n efectiva del consejo escolar de centro; la separaci¨®n, dentro de las futuras subvenciones, entre lo que son salarios del profesorado y gastos de mantenimiento del centro; el sometimiento al control del consejo escolar de las decisiones relativas a posibles despidos de profesores, as¨ª como el pago casi directo por el Estado a los profesores, son algunos de los aspectos que la Comisi¨®n Episcopal de Ense?anza y la FERE advierten como serias amenazas para la "identidad cristiana de los centros", pero tales son las contraprestaciones, que el Estado va a exigir para financiar la oferta escolar privada.

Para los obispos de la Comisi¨®n Episcopal de Ense?anza, que el pasado martes se entrevistaron por ¨²ltima vez con las autoridades educativas, la actual omn¨ªmoda libertad del titular del centro para la designaci¨®n de los directores y de sus profesores es materia innegociable.

Desde esta perspectiva, la interpretaci¨®n que la Administraci¨®n socialista quiere hacer del derecho de la comunidad escolar a la participaci¨®n en la gesti¨®n y control de los centros sostenidos con fondos p¨²blicos (art. 27.7 de la Constituci¨®n) es visto por la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica como un duro golpe al derecho de los padres a elegir el tipo de educaci¨®n que quieren para sus hijos.

En su ¨²ltimo Bolet¨ªn, la Federaci¨®n de Religiosos de la Ense?anza advierte que "si sus centros se vieran abocados a tener que elegir necesariamente entre someterse acondiciones que les imposibiliten en la pr¨¢ctica mantener su identidad cristiana si quieren ser financiados o tener que renunciar a la financiaci¨®n para mantener su identidad con la consecuencia inconcebible de no poder atender m¨¢s que a las clases pudientes de la sociedad, se piensa y no se desear¨ªa pensar en ello, porque es un dilema tremendamente angustiosoque muchos provinciales optar¨ªan por cerrar sus centros".

La cuesti¨®n reside en saber cu¨¢l es la fuerza real de la FERE sin la solidaridad de los empresarios de la poderosa CECE, que agrupa a m¨¢s del 80% de los colegios privados y que, al menos por el momento, no parece ver en la LODE los mismos peligros para la supervivencia de su modelo de escuela.