La BBC predijo la victoria de Margaret Thatcher
Los cuatro canales de televisi¨®n realizaron un espectacular esfuerzo durante la campa?a electoral
Los ordenadores de la BBC fueron capaces de predecir la victoria de Margaret Thatcher en las elecciones del pasado jueves con un error de solo un esca?o, una hora despu¨¦s de que se cerraran los colegios electorales. El resultado oficial no se conoci¨® hasta la tarde del viernes, debido a las caracter¨ªsticas del sistema electoral brit¨¢nico, que hacen que el recuento de votos sea muy lento. La cadena privada ITV se qued¨® un poco corta: concedi¨® al partido conservador catorce esca?os menos de los que realmente obtuvo y al partido laborista dieciocho m¨¢s. El procedimiento empleado por ambas cadenas fue una encuesta a la salida de un n¨²mero determinado de colegios.
Tanto la BBC como la ITV realizaron un espectacular esfuerzo informativo, con sendos programas de diez de la noche a seis de la tarde del d¨ªa siguiente, sin interrupci¨®n, presentados y dirigidos por los mismos periodistas, que cenaron, desayunaron y comieron, y se cambiaron de traje en los mismos estudios. La cobertura de televisi¨®n y de radio constituy¨® la principal fuente de informaci¨®n de todos los peri¨®dicos brit¨¢nicos porque la agencia nacional de noticias Press Asociatted se declar¨® en huelga precisamente a las 10 de la noche del jueves 9, es decir, en el mismo momento en el que cerraron los colegios electorales.El d¨ªa D fue la culminaci¨®n de tres semanas de intenso trabajo. en los cuatro canales de televisi¨®n del Reino Unido (dos privados y dos oficiales), que protagonizaron un aut¨¦ntico festival informativo.
A lo largo de la campa?a electoral no qued¨® sin debatir pr¨¢cticamente nada: ni un aspecto interesante de los manifiestos de los partidos pol¨ªticos, ni falt¨® el relato puntual de cuantos incidentes se iban produciendo a lo largo de tres semanas de agitaci¨®n pol¨ªtica.
Adem¨¢s de la profesionalidad de los periodistas responsables de la cobertura informativa de la campa?a, y de los medios t¨¦cnicos de que han dispuesto, el esfuerzo ha sido posible gracias tambi¨¦n a la colaboraci¨®n de los pol¨ªticos brit¨¢nicos que, desde Margaret Thatcher hasta David Steel, han aceptado participar, un d¨ªa tras otro, en programas en directo y cara al p¨²blico que pueden ser calificados, como poco, de "inc¨®modos".
Campa?a y espacios
Las campa?as electorales tienen en el Reino Unido caracter¨ªsticas diferentes que en otros pa¨ªses europeos, porque no existen concentraciones ni m¨ªtines masivos. Los candidatos recorren sus respectivas circunscripciones con caravanas de coches, llamando a las puertas de los posibles votantes, pero el esfuerzo principal se concentra en los medios de comunicaci¨®n y, muy especialmente, en la televisi¨®n.Los partidos tienen atribuidos espacios propagand¨ªsticos de acuerdo con el n¨²mero de esca?os y de votos que obtuvieron en elecciones anteriores, pero, al parecer, son conscientes de que resulta mucho m¨¢s efectiva su participaci¨®n en programas independientes. Por esta raz¨®n aceptan intervenir en programas en los que ellos no imponen las reglas del juego. El resultado, desde el punto de vista del espectador, es muy positivo, porque ambas televisiones, p¨²blica y privada, mantienen una rigurosa neutralidad -que no existe en la prensa escrita-, sin perder por ello profundidad ni agresividad bien entendida.
Los grandes monstruos de la peque?a pantalla son: sir Robin Day, de BBC 1, y Brian Walden de ITV. Ambos tienen fama de ser los entrevistadores m¨¢s temidos del pa¨ªs, y aunque su estilo es muy diferente, ambos buscan el mismo objetivo: poner de manifiesto las posibles contradicciones de los pol¨ªticos y de sus programas, exigiendo respuestas ajustadas a sus preguntas.
Day y Walden han entrevistado a los l¨ªderes de los tres partidos en liza (Conservador, Laborista y Alianza) y, al margen de sus personales convicciones pol¨ªticas (Walderi fue diputado socialista y Day estuvo pr¨®ximo a un sector del partido torie), han sido inflexibles con los tres, acorral¨¢ndolos cuando intentaban escabullirse o distraer la atenci¨®n hacia los temas que les resultan m¨¢s beneficiosos o menos comprometidos. La propia primera ministra, de personal talante autoritario, no consigui¨® imponerse a sus entrevistadores y pas¨® momentos de apuro.
Sir Robin Day ha dirigido tambi¨¦n otros dos programas televisivos: Question Time y Election Call. En el primero, de larga tradici¨®n en BBC 1, modera un debate entre tres invitados y el p¨²blico que llena el estudio. Margaret Thatcher no quiso participar en ninguna de las ediciones dedicadas al tema electoral, pero acept¨® estar presente en Electi¨®n Call, un programa en directo en el que el p¨²blico formula preguntas por tel¨¦fono y tiene derecho a replicar e interrumpir.
Thatcher acudi¨® tambi¨¦n al programa Nation Wide, de la BBC 1, de factura muy similar, y a Election 500, el programa especial ideado por el Canal 4 (privado), en el que 500 personas han tenido oportunidad de interrogar d¨ªa a d¨ªa a los l¨ªderes y portavoces de todos los partidos. Thatcher, euf¨®rica por la victoria arrolladora que prev¨¦n los sondeos, "qued¨® tan satisfecha que cuando el tiempo finaliz¨® se qued¨® media hora m¨¢s para seguir discutiendo y contestando las preguntas.
ITV que, al igual que los dos canales de la BBC, reserv¨® amplios espacios de los informativos habituales para cubrir la campa?a, invit¨® al famoso periodista norteamericano Walter Cronkite, ya retirado, a dirigir dos programas sobre las elecciones. La misma idea hab¨ªa tenido ya el diario Mail on Sunday, que contrat¨® tambi¨¦n a un escritor norteamericano, Norman Mailer, para que escribiera varios art¨ªculos sobre la campa?a electoral. La iniciativa de traer gente de fuera sirvi¨® para poner todav¨ªa m¨¢s de relieve el bien hacer de los nacionales. Ni Cronkite ni Mailer superaron, en sus respectivos medios, a los periodistas locales.
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