Walesa est¨¢ decidido a ver a Juan Pablo II, a pesar de los obst¨¢culos gubernamentales
El l¨ªder del sindicato polaco prohibido Solidaridad, Lech Walesa, declar¨® ayer, a la salida del trabajo en el astillero Lenin, en Gdansk, que est¨¢ decidido a viajar el pr¨®ximo fin de semana a Czestochowa para ver al Papa. Walesa cree que la vista papal fortalecer¨¢ a Solidaridad
Pasadas las dos de la tarde, Walesa conclu¨ªa su turno de trabajo, que comenz¨® a las seis de la ma?ana. Una docena de periodistas y casi un centenar de curiosos, m¨¢s algunos coches de la polic¨ªa y los servicios secretos, esperaban la salida de Walesa del astillero. Al otro lado de la calle, ante la puerta 3, estaba aparcada la furgoneta Volkswagen de color gris, matr¨ªcula GKB 0237, un regalo que recibi¨® Walesa del extranjero para transportar a su numerosa familia. Sobre el salpicadero de la furgoneta hab¨ªa un peque?o Cristo, al lado de una casete, una pipa y un paquete de tabaco de pipa holand¨¦s. En la furgoneta, al lado de la matr¨ªcula, est¨¢ pegada una herradura.En una breve entrevista con el enviado especial de EL PAIS, Walesa respondi¨® que est¨¢ dispuesto a viajar para encontrarse con el Papa.
Pregunta. ?Espera usted dificultades o problemas en la carretera, en el camino a Czestochowa?
Respuesta. Me gusta solucionar los problemas.
P. Hay una posibilidad de evitar los problemas: que el primado env¨ªe su coche con el ch¨®fer. ?Espera usted ayuda del primado?
R. Ni siquiera un tanque servir¨ªa.
P. ?Cree usted que existe el peligro de que en la sociedad polaca aumente la frustraci¨®n tras la visita del Papa?
R. Yo digo pocas veces lo que ocurrir¨ªa si...
P. ?Qu¨¦ efectos espera usted de la visita del Papa para el sindicato prohibido Solidaridad?
R. ?Qu¨¦ efectos? Naturalmente, nos fortaleceremos, como personas y como conjunto social.
P. Con la visita habr¨¢ una foto del Papa con Wojciech Jaruzelski...
R. ?Es usted adivino?
P. ... que la propaganda oficial podr¨¢ utilizar y publicar en todos los peri¨®dicos. ?Habr¨¢ una foto tambi¨¦n del Papa con Walesa?
R. No s¨¦. Yo no tengo peri¨®dicos.
P. ?Cree usted que el Papa deber¨ªa pedir la amnist¨ªa?
R. Yo no soy el Papa. ?C¨®mo me pregunta estas cosas? Preguntad a la gente competente qui¨¦n soy yo.
P. ?Pedir¨¢ el Papa la amnist¨ªa?
R. Est¨¢ usted de broma. Usted quiere jugar a las adivinanzas. No se puede jugar a las adivinanzas, si pedir¨¢ o no pedir¨¢. ?l, y no yo, tiene que responder a esa pregunta. Tiene que pregunt¨¢rselo al Papa. Me plantea las preguntas que tendr¨ªa que plantear al Papa.
A la pregunta final, de si estaba informado de que la casa de su ch¨®fer hab¨ªa sido registrada por la polic¨ªa, esa misma ma?ana, Walesa respondi¨®: "No s¨¦. Yo he trabajado toda la ma?ana. Acabemos de una vez. Tengo que irme a comer".
Walesa se fue al volante de su furgoneta e inmediatamente salieron detr¨¢s un coche con tres polic¨ªas uniformados y otro con polic¨ªas de paisano. En Gdansk hay decepci¨®n porque el Papa no ir¨¢ a la ciudad, donde en agosto de 1980 naci¨® el sindicato independiente Solidaridad.
Peregrinos de Gdansk
En la parroquia de Santa Br¨ªgida, a la que pertenece el astillero Lenin, est¨¢n en marcha los preparativos para la peregrinaci¨®n a Czestochowa y Varsovia para ver al Papa. Pasada la una de la tarde de ayer Reg¨® el p¨¢rroco Henryk Jankowski a la casa parroquial. En el comedor comen los coadjutores.El p¨¢rroco Jankowski recibe a tres periodistas en un lujoso despacho Reno de alfombras, muebles de s¨®lida madera tallada y c¨¢lices y custodias en las vitrinas y las paredes. Hay una pintura de la Virgen que eleva los dedos con el signo de la V de la victoria y lleva en el pecho una banda con el emblema de Solidaridad.
El sacerdote explica las dificultades que tienen para organizar los viajes para ver al Papa. Una empresa les neg¨® los autobuses, y los viajes tendr¨¢n que realizarse por tren hasta el santuario de Czestochowa. Jankowski explica que hay negociaciones en marcha para preparar el encuentro entre Walesa y el Papa, "la situaci¨®n cambia cada hora". El p¨¢rroco de Santa Br¨ªgida explica que Walesa escribi¨® directamente al Papa, y no a trav¨¦s del Episcopado polaco, para pedir que le reciba. El sacerdote dice que "Walesa es un cat¨®lico como cualquiera de nosotros. No veo motivos para impedirle que se encuentre con el Papa. Si lo hiciesen, ser¨ªa un grave error".
A la pregunta de c¨®mo reaccionar¨¢ la poblaci¨®n polaca ante una foto del Papa con Jaruzelski, Jankowski respondi¨® que "nuestra sociedad es tan desarrollada que sabe leer, escribir y mirar". Sobre la visita papal dice el p¨¢rroco del astillero Lenin que "la consideramos como apost¨®lica y pastoral. Seguramente aportar¨¢ mucho a cada persona y a toda la sociedad. Tras los acontecimientos del ¨²ltimo a?o, cerrar¨¢ las heridas y dar¨¢ fuerzas".
Una monja entra en la sala para anunciar a Jankowski que "llama al telefono la se?ora Walesa". El cura se pone al tel¨¦fono y habla con monos¨ªlabos. Luego, Jankowski anuncia a los reunidos que la polic¨ªa registr¨® la vivienda del ch¨®fer de Walesa, que no estaba presente. Unos minutos antes hab¨ªa estado all¨ª, en la parroquia, Mieczyslaw Wachowski, el conductor, quien explic¨® que le hab¨ªan quitado el carn¨¦ por un presunto exceso de velocidad, el pasado 27 de mayo, y que por esa falta no est¨¢ prevista la retirada del carn¨¦. Ayer, en Varsovia, el ministro de Justicia, Sylwester Zawadzki, declar¨® que nadie impedir¨¢ a Walesa, "una persona privada", viajar. "Las personas privadas pueden si no cometen faltas".
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