La reconversi¨®n de nunca empezar
Entre las dudas y debilidades de anteriores ministros y los duros sacrificios que anticipa Carlos Solchaga, la industria de este pa¨ªs sigue sin adaptarse a una crisis que comenz¨® hace 10 a?os
Este pa¨ªs, tras el cambio del 28 de octubre, se apresta a poner en marcha, nueve meses despu¨¦s, un nuevo programa de reconversi¨®n industrial que, gestado por un equipo de t¨¦cnicos englobados en torno a Carlos Solchaga, es un renovado intento de asemejar el anquilosado tejido del sector industrial y su competitividad internacional a la obtenida por otros pa¨ªses europeos, algunos de los cuales hace cinco a?os que concluyeron el suyo.Que la econom¨ªa espa?ola viviese un decenio sin enterarse, en t¨¦rminos reales, de que algo cambi¨® en el mundo con la primera crisis del petr¨®leo de 1974 quiz¨¢ es algo tan incomprensible como el hecho de que por la cartera de Industria y Energ¨ªa, te¨®rica responsable de la ca¨®tica situaci¨®n industrial de este pa¨ªs, hayan pasado tantos buenos ministros como a?os. El fuerte deterioro de la econom¨ªa, o las diferencias internas del anterior Gabinete, quiz¨¢ hizo durar algo m¨¢s al antecesor de Carlos Solchaga, y muy bien pueda deberse a esta casualidad el hecho de que algo de lo iniciado en dicho per¨ªodo haya tenido hoy alguna trascendencia, aunque s¨®lo sea por el lado de la cr¨ªtica.
El Libro Blanco o plan Solchaga para la reconversi¨®n industrial -como se le ha calificado, pese a que la terminolog¨ªa no parece agradarle al titular de Industria, que afirma que el libro es un documento aprobado por el Consejo de Ministros- es, precisamente, un nuevo intento de fijar las l¨ªneas b¨¢sicas, m¨¢s all¨¢ de la reconversi¨®n Bay¨®n, de los presupuestos en que debe descansar la necesaria transformaci¨®n del sector industrial. La idea central es que sin una modificaci¨®n profunda del mismo y sin una promoci¨®n de nuevas actividades en este sector o en el de servicios, la econom¨ªa espa?ola estar¨ªa abocada a corto plazo a una estrangulaci¨®n, insuperable sin sacrificios a¨²n mayores que los que hoy, 10 a?os despu¨¦s de comenzar la crisis, ya hay que realizar.
Del documento, elaborado sobre 242 p¨¢ginas mecanografiadas en su versi¨®n ¨²ltima (aunque no definitiva, porque muchos aspectos ser¨¢n objeto de negociaciones con los distintos agentes sociales), lo primero que se deduce es la cr¨ªtica concreta y matizada de lo realizado anteriormente. Pero al me nos algo positivo contiene, seg¨²n declara Jos¨¦ Luis Corcuera, de la ejecutiva de UGT. "Sabemos d¨®nde estamos, y el libro, a este respecto, contiene muchos datos sobre el alcance de la crisis".
De sus aportaciones para resolverla, la cosa est¨¢ menos clara, seg¨²n estiman los agentes sociales involucrados en ella (ver informaci¨®n en p¨¢gina siguiente). Pero de lo que no cabe duda es que el cat¨®n Solchaga, como lo llama uno de sus redactores, es un compendio de propuestas y filosof¨ªa, cuya efectividad depender¨¢ no s¨®lo del tiempo, sino, sobre todo, de la capacidad de convencimiento y persuasi¨®n que posea su ejecutor.
Carlos Solchaga, hoy bastante aislado en el Gobierno y enfrentado a centrales y patronal, ha apostado por ello contra viento y marea y se ha lanzado por la senda de lo desconocido subido en un veh¨ªculo del que no parece disponer la llave del carburante.
Siderurgia y construcci¨®n naval, quiz¨¢ los dos sectores m¨¢s conflictivos, van a ser las pr¨®ximas estaciones de servicio de la moto de la reconversi¨®n, con un calendario que no llega al mes de diciembre.
El 30 de junio el titular de Industria puede verse forzado a utilizar la v¨ªa ejecutiva del decreto en un problema que ha transportado en autob¨²s a todo un pueblo del Levante, desde la siderurgia de Sagunto a las puertas del Ministerio de Industria, s¨®lo para recordar al ministro que cuando este pa¨ªs vot¨® cambio lo que significaba era seguridad en el puesto de trabajo.
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Precisamente las cr¨ªticas al Libro Blanco no se concentran en la filosof¨ªa de la reconversi¨®n, sino en los mecanismos instrumentados por el equipo Solchaga, equipo en el que figuran personas que participaron en programas sectoriales del Gabinete anterior. Un alto cargo del Ministerio de Industria, al describir el mecanismo del funcionamiento , ha tratado de disipar esas cr¨ªticas al se?alar que, con excepci¨®n del tema del empleo, donde se contemplan soluciones imprescindibles para el ¨¦xito de todo el proceso, muchas quedan vagas en funci¨®n de la necesidad de negociar.
El mecanismo
La filosof¨ªa de la reconversi¨®n parte de que el mecanismo debe ser riguroso y que el Gobierno debe reservarse el derecho a elaborar los planes de reconversi¨®n, que deben ser fundamentalmente sectoriales, y no referidos a empresas aisladas. En este sentido, elaborado el plan de reconversi¨®n, ¨¦ste debe ejecutarse bajo el principio gerencial de la efectividad, con las discusiones sobre su implementaci¨®n referidas a una comisi¨®n de consulta, llamada incluso de la misma forma que las comisiones de seguimiento que existen en la actualidad.La efectividad pretende imponerla el Ministerio en el llamado ¨®rgano de gesti¨®n, compuesto al 50% por personal del Ministerio de Industria y por empresarios. Este ¨®rgano de gesti¨®n, sin embargo, no adquirir¨¢ la simple f¨®rmula de la sociedad de reconversi¨®n, una sociedad an¨®nima que aportar¨¢ los recursos directivos y t¨¦cnicos, sino que podr¨¢ constituirse bajo otra figura, tal como una gerencia que gestione los intereses de las distintas empresas sometidas a la reconversi¨®n. Las dos f¨®rmulas est¨¢n representadas, seg¨²n el subsecretario de Industria, Luis ?ngel Crossier, en Aceriales y Sorena (la de peque?os astilleros).
Los llamados fondos de empleo ser¨¢n el otro pilar de funcionamiento del proceso. En ellos quedar¨¢n integrados el personal excedentario en las empresas en reconversi¨®n, con una suspensi¨®n definitiva de su contrato de trabajo. "Lo que se pretende es eliminar el excedente estructural de las empresas en el terreno laboral y darles el aliciente de encontrar otro empleo en un sector con futuro. Con una suspensi¨®n temporal del contrato no se har¨ªa otra cosa que darles un billete de ?da y vuelta a la empresa y al problema", seg¨²n una fuente del ministerio.
La financiaci¨®n es, quiz¨¢, el mayor interrogante. El departamento de Industria opina que la cuesti¨®n del subcoeficiente de capital riesgo, que contempla la ¨²ltima versi¨®n del libro, ha quedado definitivamente zanjada porque fue el Gobierno, en Consejo de Ministros, quien aprob¨® el documento en el que se inclu¨ªa. No piensan lo mismo otros departamentos ministeriales, que elaboran ahora la reforma del sistema de coeficientes de la banca, ni las entidades afectadas, que buscan otras compensaciones. M¨¢s descontentos est¨¢n los sindicatos. En cualquier caso, este punto central de la financiaci¨®n deber¨¢ ser sometido a intensas negociaciones entre el ministerio y la banca, que, hasta cierto punto, ha adelantado que ante todo deben respetarse sus opiniones en un momento de dificultades globales para todos, no s¨®lo para las industrias, sino para las entidades financieras.
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