Los sindicatos llaman a los trabajadores a iniciar ma?ana una huelga general e indefinida contra Pinochet
El Comando Nacional de Trabajadores y el Consejo Nacional de Transportes Terrestres, las dos mayores fuerzas sindicales del pa¨ªs, han llamado a los chilenos a la huelga general indefinida para ma?ana jueves. Toda la ma?ana de ayer fue un continuo y a veces hist¨¦rico y contradictorio concili¨¢bulo en las semiclandestinas oficinas que albergan a los prohibidos partidos pol¨ªticos, en el centro de Santiago, para dilucidar esta nueva prueba de fuerza, acaso definitiva, contra el r¨¦gimen del general Pinochet. A ¨²ltima hora de la tarde se anunci¨® la detenci¨®n de Adolfo Quinteros, principal l¨ªder de los transportistas.
Algunos sectores democristianos, muy influyentes en la Multipartidaria, no estiman oportuna la huelga general, por creerla prematura, y hubieran visto con mejores ojos una protesta limitada al transporte de superficie. Pero los dirigentes sindicales, muy golpeados estos d¨ªas por la represi¨®n gubernamental, han forzado el llamamiento a la huelga general.El Comando Nacional de Trabajadores integra a la mayor¨ªa de los mineros del cobre y a varios sindicatos de empleados p¨²blico y privados; el Consejo Nacional de Transportes Terrestres agrupa a poderosos sindicatos de camioneros, taxistas, conductores de autobuses -la mayor¨ªa son sindicatos de propietarios-, que hace diez a?os sembraron la ruina del Gobierno de Unidad Popular con sus huelgas, que dejaban desabastecidas las ciudades.
Las detenciones de dirigentes sindicales han colmado la paciencia de los gre¨ªnios. El lunes, Hugo Estivales, un minero de origen vasco, administrativo en la mina El Teniente, la mayor mina de cobre del mundo, era interrogado por los enviados especiales en Santiago antes de declarar ante el juez que finalmente decretar¨ªa su prisi¨®n:
"?No teme que las protestas endurezcan a¨²n m¨¢s la posici¨®n del r¨¦gimen?".
"Al r¨¦gimen, lo ¨²nico que le falta para endurecer su posici¨®n es enyesar el tomo de la Constituci¨®n".
Estivales, segundo en la direcci¨®n del Comando Nacional de Trabajadores, ingres¨® en la c¨¢rcel p¨²blica de Santiago, y en cinco d¨ªas el juez que instruye su caso decidir¨¢ si contin¨²a encarcelado hasta la vista de su juicio o se le otorga la libertad condicional. Tambi¨¦n en la tarde del lunes se cumpli¨® el plazo legal para Rodolfo Seguel, principal dirigente de los mineros del cobre, y el juez le comunic¨® su prisi¨®n incondicional hasta la celebraci¨®n de su causa por supuesta incitaci¨®n a des¨®rdenes p¨²blicos.
Otros cinco dirigentes sindicales han ingresado igualmente en la c¨¢rcel. Roberto Carvajal, otro minero cupr¨ªfero, ha tomado la direcci¨®n del Comando Nacional de Trabajadores y de la Confederaci¨®n de Trabajadores del Cobre. Las detenciones estaban previstas por los dirigentes sindicales y se hab¨ªan tomado previamente las medidas oportunas para que no quedara descabezado el movimiento de oposici¨®n al r¨¦gimen.
Temor y expectaci¨®n
En cualquier caso, la convocatoria de huelga general se contempla con temor, en el acelerado y gaseoso mundo pol¨ªtico de Santiago. Muchos habr¨ªan preferido la consolidaci¨®n de una multisindical, todav¨ªa en gestaci¨®n, que agrupara a los m¨²ltiples sindicatos divididos y a veces enfrentados por querellas t¨¢cticas, en su lucha contra, el r¨¦gimen. Tambi¨¦n se estima que la Multipartidaria no ha avanzado a¨²n lo suficiente en sus contactos con las fuerzas armadas corno para poder controlar una hipot¨¦tica sustituci¨®n del general Pinochet.La polic¨ªa pol¨ªtica, DINA, fue en su d¨ªa suprimida por presi¨®n de los propios rnilitares, que se sent¨ªan espiados. Hoy, aunque atenuada, esa vigilancia contin¨²a, y los contactos; entre pol¨ªticos de la oposici¨®n y militares destacados son practicamente inexistentes a Multipartidaria, as¨ª, preferir¨ªa esperar un tiempo hasta haber consolidado puentes de di¨¢logo con las c¨²pulas del Ej¨¦rcito.
Los l¨ªderes sindicales, por su parte, han optado por cabalgar la ola de la protesta nacional del martes 14, que alcanz¨® a las barriadas nobles de Santiago y a la anta?o pr¨®spera clase media chilena. La suerte est¨¢ echada, y por el restablecimiento de la democracia y el cambio de la pol¨ªtica econ¨®mica los chilenos han sido convocados a la primera huelga general de los ¨²ltimos diez a?os.
Pinochet, preocupado
Es absolutamente imprevisible la respuesta popular a esta convocatoria y a¨²n menos predecible la respuesta de Pinochet, hombre de reacciones viscerales y con una visi¨®n providencialista de su presencia en la vida pol¨ªtica chilena. No obstante, se sabe de su preocupaci¨®n. Testigos presenciales comentaban ayer a EL PA?S que, paseando su despacho en la Moneda, Pinochet dec¨ªa a sus ministros: "Bueno, piden la democracia, piden otra pol¨ªtica econ¨®mica, pero nadie pide que yo me vaya".De lo que se trata ahora es de "venderle" a Pinochet la idea de su sacrificio personal, para que emule a Bernardo O'Higgins, el padre de la patria, primer presidente del Chile independiente, que renunci¨® a su cargo ante la presi¨®n de la burgues¨ªa, que reprochaba su autoritarismo, y fue a morir al exilio en el Per¨². "Lo peor del caso", se comenta, "es que Pinochet tiene que irse a morir a Paraguay. Y eso no le convence".
En la tarde del lunes, Pinochet reuni¨® en el palacio de la Moneda a todos los generales de las tres armas en un almuerzo, sin que haya trascendido lo tratado, ni siquiera a los dirigentes de la Multipartidaria. Pero la comida se tiene en Santiago como absolutamente excepcional.
Andr¨¦s Zald¨ªvar regresar¨¢
Los directores de diarios y revistas han recibido nuevas y severas normas de censura que proscriben toda informaci¨®n referida a los opositores del r¨¦gimen, y ayer, en la nueva pol¨ªtica pinochetista de palo y zanahoria, el ministro del Interior dio a conocer una lista de 120 exillados que podr¨¢n retornar al pa¨ªs. Entre ellos se encuentran Andr¨¦s Zald¨ªvar, presidente de la Internacional Dem¨®crata Cristiana, actualmente en Madrid, y Carlos Briones, ministro socialista del Interior en el Gobierno de Salvador Allende.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Chile
- Augusto Pinochet
- Dictadura Pinochet
- Huelgas generales
- Dictadura militar
- Personas desaparecidas
- Sindicatos
- Huelgas
- Dictadura
- Sudam¨¦rica
- Casos sin resolver
- Am¨¦rica
- Conflictos laborales
- Historia contempor¨¢nea
- Casos judiciales
- Gobierno
- Sindicalismo
- Historia
- Relaciones laborales
- Administraci¨®n Estado
- Trabajo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Justicia