Unos toros que no se lidiaron

Plaza de Barcelona. 26 de junio.Toros de Joaqu¨ªn Barral, bien presentadas, con trap¨ªo.

Julio Robles. Estocada ca¨ªda (vuelta). Dos pinchazos, media pescuecera, descabello (pitos). Manolo Arraza. Estocada trasera (vuelta por su cuenta). Estocada tendida, dos descabellos (silencio). Curro Dur¨¢n. Estocada (silencio). Estocada (silencio).

Rebrincados, corretones y bien puestos sal¨ªan al ruedo los pupilos de Joaqu¨ªn Barral. Luego, una vez all¨ª planteaban su peculiar forma de ser. Reclamaban para s¨ª ser lidiados, pero ayer no hab¨ªa lidiadores. Tan s¨®lo estaban toreros de estudiadas faenas, de recompuestos pases y, al menor inconveniente que mostraban los astados, todo lo estudiado se ven¨ªa abajo. Julio Robles se encontr¨®, con el que abr¨ªa plaza, casi a gusto. Era un toro de gran nobleza, como para haber triunfado plenamente con ¨¦l. Pero con poco se conform¨® el diestro. Aseados fueron sus naturales y el poco calor que transmiti¨® lo puso en los derechazos, algunos bien ligados. Se volc¨® en el morrillo y fue ¨¦sta la mejor estocada de la tarde. En su segundo, que era gazap¨®n, ya no vimos a Robles por ninguna parte. Invisible fue con el capote, su gran fuerte. Desconfiado en el ¨²ltimo tercio y trasteando vulgarmente, andaba por donde quer¨ªa el toro.

Otro tanto de lo mismo, solo que a¨²n peor, fue lo que hizo Manolo Arruza. El mexicano, ayer, ocup¨® un sitio en la plaza que no justific¨®. Se empe?a en poner bander¨ªllas y consigue aburrir. Incapaz de recoger al toro con el capote, lo espera, estoico, como si estuviera esperando el autob¨²s. Luego, los trapazos y enganchones son continuos, y para justificarse con la muleta tira pases como salgan.

La presentaci¨®n de Curro Dur¨¢n como matador de toros s¨®lo fue eso; matar toros, porque de lidiar, nada de nada. Pocas ver¨®nicas de recibo, bien dadas, en su primero tuvieron clase; lo dem¨¢s, mejor olvidarlo. En Dur¨¢n tambi¨¦n mandaron, ayer, los toros. No se le vio con sitio.

Con su negativa a conceder orejas f¨¢ciles, demostr¨® el presidente de ayer trabajar en favor del prestigio de esta plaza. Sin embargo, como desprestigio del coso, estaban las sospechosas astas del toro que abr¨ªa plaza. Su nombre, Despierto; ganader¨ªa, Joaqu¨ªn Barral.