Zarzalejos-Stampa, frente a frente
El fiscal y el defensor del 'caso Urquijo' se juegan su consagracion profesional en el juicio mas llamativo del a?o
La discreci¨®n, la seriedad, la constancia, la profesionalidad y el rigor, contra la brillantez, la habilidad, la oratoria f¨¢cil y convincente, la teatralidad, la rapidez de reflejos y la pol¨¦mica. Jos¨¦ Antonio Zarzalejos y Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa, fiscal y defensor en la causa vista para sentencia contra el presunto asesino de los marqueses de Urquijo. Dos de los juristas m¨¢s relevantes del pa¨ªs, cada uno en su especialidad. Para ambos, el caso en el que llevan trabajando intensamente desde hace 27 meses puede suponer la consagraci¨®n de sus respectivas carreras, especialmente para el primero, que la comparti¨® durante unos a?os con la pol¨ªtica activa.
Zarzalejos, 62 a?os, tiene fama de persona entra?able y gran conversador. Hombre de amplia cultura, lleno de an¨¦cdotas, sus dos pasiones principales son la lectura y la charla con los amigos. Conservador en pol¨ªtica, es profundamente cat¨®lico, hasta el extremo de apelar varias veces a Dios y a la sabidur¨ªa divina. "S¨®lo Dios conocer¨¢ la verdad real de este caso", dijo en su informe en el que pidi¨® dos penas de 30 a?os para Escobedo, aunque estoy tranquilo, porque he obrado en conciencia y creo que he actuado con justicia".Est¨¢ de acuerdo en que la misi¨®n del fiscal es impopular y su labor, desagradable. Pero cree que alguien debe hacer ese trabajo. Y Zarzalejos ha actuado en este caso UrquUo con una buena fe indiscutible, aun cuando era consciente de que tuvo siempre al numeroso p¨²blico asistente en contra. Efectivamente, no le tembl¨® la voz al solicitar del tribunal las dos penas m¨¢ximas para Rafael Escobedo. Fiscal en Bilbao durante muchos a?os, salt¨® a la pol¨ªtica como delegado del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo y gobernador civil en Vizcaya, para ser posteriormente, en 1976, segundo del entonces director general de Seguridad, V¨ªctor Castro San Mart¨ªn. Le toc¨® la ¨¦poca de los sucesos de Vitoria y de Montejurra -con Fraga como ministro de la Gobernaci¨®n- y, quiz¨¢ por ello, no guarda un grato recuerdo de esa ¨¦poca. Espera jubilarse como fiscal.
Los m¨¢s sonados procesos
Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa Braun, 58 a?os, vallisoletano, es actualmente catedr¨¢tico de Derecho Penal de la universidad nacional de Educaci¨®n a Distancia. Abogado en ejercicio desde hace 30 a?os, est¨¢ considerado como uno de los mejores criminalistas del pa¨ªs, adem¨¢s de ser, probablemente, el letrado m¨¢s pol¨¦mico. Dijo en el juicio que "s¨®lo un abogado como yo es capaz de enfrentarse a una instituci¨®n como la policial, aun a costa de mi prestigio profesional", aunque tambi¨¦n tiene una declaraci¨®n anterior en la que afirm¨® que la ley antiterrorista era necesaria.
Su despacho de abogados es como una peque?a multinacional de la abogac¨ªa, aunque ¨¦l s¨®lo participa en los asuntos estelares. Actu¨® en los casos m¨¢s sonados del r¨¦gimen franquista -Sofico, Reace, Matesa- y en los de la transici¨®n democr¨¢tica -caso Atocha, como calificador de los hechos, y Operaci¨®n Galaxia, como defensor del teniente coronel Tejero.
S¨®lo un abogado como ¨¦l es capaz de reunir en la sala de justicia que ve¨ªa el caso Urquijo- a 50 abogados oyentes que le escuchaban tan ensimismados como los guardias civiles de la sala y el p¨²blico.
Su informe final absolutorio, de dos horas de duraci¨®n, era se?alado por algunos de estos togados oyentes como una pieza oratoria para ser estudiada por los futuros criminalistas.
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