Silencio del Tribunal Supremo de Estados Unidos en tomo a las grabaciones

El Tribunal Supremo de los Estados Unidos sorprendi¨® la semana pasada a Hollywood, a la industria electr¨®nica y a gran parte de la comunidad de abogados de Washington, al anunciar, en el ¨²ltimo d¨ªa de su mandato 1982-1983, que aplazaba el tomar una decisi¨®n sobre si el uso de videocasetes en los hogares violaba o no las leyes federales sobre derechos de copia.Docenas de abogados, empleados de asesor¨ªas legales y mensajeros hac¨ªan cola, el d¨ªa 6 de julio por la ma?ana, en espera de la decisi¨®n. Algunos de ellos hab¨ªan acudido cada ma?ana, durante meses, para tener la seguridad de ser los primeros en informar a sus clientes sobre una disposici¨®n que puede poner en juego un movimiento financiero de cientos de miles de millones de d¨®lares.

El noveno tribunal circulante de apelaciones hab¨ªa fallado que la utilizaci¨®n de grabadores de v¨ªdeo caseros para grabar programas de televisi¨®n, amparados por los derechos de autor, violaba la ley de derechos de autor. Si el Tribunal Supremo se mostrara de acuerdo con tal fallo, la industria del espect¨¢culo, tal como los estudios de telefilmes, podr¨ªan obtener ganancias en millones en concepto de royalties. Los royalties se elevar¨ªan si se sumasen a los precios de cintas y grabadoras, algo a lo que se oponen los fabricantes.

Este paso, que el alto tribunal no explica, retrasa por lo menos seis meses el tomar una decisi¨®n, o probablemente m¨¢s. La explicaci¨®n m¨¢s probable es que los jueces se encontrar¨ªan todav¨ªa estudiando el caso, que fue planteado el 18 de enero.

El caso ante el Tribunal Supremo es resultado de una demanda presentada por Universal Studios y Walt Disney Productions contra Sony, fabricante del grabador de v¨ªdeo Betamax. En la demanda se hac¨ªa la acusaci¨®n de que se infring¨ªa la ley de derechos de autor; por su parte, los estudios argumentaban que no hab¨ªan sido adecuadamente compensados por las grabaciones caseras, las cuales, dijeron, bajan las ventas de cintas grabadas y recortan las audiencias de las pel¨ªculas de televisi¨®n. Sony gan¨® en el tribunal de distrito, pero el fallo fue anulado en 1981 por el noveno tribunal circulante de apelaciones, en San Francisco.