S¨®lo Winnen puede disputarle el liderato a Fignon
?ngel Arroyo casi le sac¨® un minuto al l¨ªder Fignon, en la contra reloj de ayer. Delgado, algo desmoralizado, s¨®lo ocho segundos. Ambos entraron entre los diez primeros, siguen en la brecha, pero hacen recordar inoportunas p¨¢jaras. Van Impe subi¨® m¨¢s r¨¢pido que nadie y gan¨® la etapa. Pero Arroyo, cuarto en la general, no parece tener buenas posibilidades para llegar al podio. Fignon, al que ven de amarillo por los Campos El¨ªseos, no ha ganado una etapa. Winnen es el ¨²nico que puede hacer sombra el liderazgo de Fignon; est¨¢ a 2.35 y tiene por delante una contra reloj de 50 kil¨®metros.
Los franceses olvidan con facil¨ªdad que su l¨ªder Fignon no sabe lo que es ganar una etapa del Tour. Las comparaciones son odiosas porque un gran campe¨®n, Hinault, por ejemplo, acostumbraba a llegar primero a la meta en alguna ocasi¨®n. A Fignon le llevar¨¢n hasta Par¨ªs con sumo cuidado; no puede caerse como Pascal Simon, porque no hay tiempo para buscar otro l¨ªder que sea franc¨¦s. El holand¨¦s Winnen es su ¨²nica amenaza, a 2.35 en la general, as¨ª que toda posible emoci¨®n quedar¨¢ para la etapa del s¨¢bado, de 50 kil¨®metros contra reloj.Ayer no hubo un espa?ol vencedor en la meta de Avoriaz, a 1.820 metros de altitud, porque la ascensi¨®n no fue dura, ni de lejos comparable a la del Puy de D¨®me. Arroyo y Delgado, sin embargo, demostraron que siguen siendo de lo mejor del presente Tour. Para Arroyo hubo cierto sabor a frustraci¨®n por dos motivos: uno, que Winnen mantuvo su diferencia e incluso lleg¨® seis segundos antes; otro, que el vencedor de la etapa, Van Impe, subi¨® tan deprisa que remont¨® tres lugares en la clasificaci¨®n general.
Arroyo, as¨ª, no pudo ni situarse en tercera posici¨®n. Winnen se queda a 30 segundos de diferencia y Van Impe a 17 segundos, pero las etapas que vienen ya no son propicias para el espa?ol.
La etapa de ayer, en la larga fase inicial en la que salieron los primeros, y sin embargo ¨²ltimos en la general, 60 corredores, s¨®lo tuvo inter¨¦s tur¨ªstico. Avoriaz, como Morzine, son localidades alpinas que viven de un turismo que no diferencia estaciones. Ayer, a la hora del postre, los ciudadanos asistieron con un sorbo de caf¨¦ al esfuerzo contra reloj de los corredores.
Otra emoci¨®n, sin embargo, tuvo para los colombianos que gozaron largo tiempo del liderazgo de la etapa, en poder de Cabrera. Fue la de ayer la ¨²ltima oportunidad que se les escapa para obtener un triunfo en la meta, porque Van Impe los dej¨® boquiabiertos con su dominio en el premio de la monta?a, que ellos pensaban iba a ser patrimonio exclusivo de los escarabajos.
As¨ª las cosas, hasta se especul¨® con que Cabrera, que lleg¨® muy distanciado en la etapa anterior al parecer con ¨¢nimo de reservarse, era el hombre designado por Luis Oca?a para ganar ayer. Pero a Cabrera lo desbanc¨® un franc¨¦s, Gavillet, y luego ni Condorcito Corredor ni el viejo Patrocinio Jim¨¦nez pudieron imponerse.
El irland¨¦s Roche hizo un buen crono y alcanz¨® la cabeza de la clasificaci¨®n. Luego entraron los m¨¢s renombrados de este Tour. Delgado disfrut¨® por algunos minutos de la segunda posici¨®n y cuando lleg¨® Arroyo, Van Impe parec¨ªa claro vencedor. Finalmente, todos esperaron y animaron a Bernaudeau y Fignon, ambos franceses, ambos en las dos primeras posiciones.
Fignon no lo pas¨® bien: "al principio de la etapa me sent¨ªa bien; pero luego no he logrado encontrar el ritmo; era necesario luchar constantemente; sin embargo yo ten¨ªa confianza, porque el jersei amarillo motiva enormemente. No tengo ning¨²n punto d¨¦bil, pero tampoco soy un superclase. Espero ser el l¨ªder en los Campos El¨ªseos, donde Bernard Hinault me esperar¨¢".
Van Impe era un hombre feliz. Hab¨ªa ganado una etapa y confirmado su liderazgo en el pprernio de la monta?a. Su sexto t¨ªtulo, como Bahamontes. "Mi pena es no haber tenido un equipo m¨¢s s¨®lido, hubiera podido ganar el Tour. Esta ser¨¢ la ¨²ltima vez que me vea en el Tour, porque no creo que el pr¨®ximo a?o mi equipo repita la experiencia".
Arroyo lament¨® haberse equivocado de desarrollo. No ten¨ªa fuerte suficiente en las rampas finales para moverlo. En la primera parte de la etapa hizo el tercer mejor tiempo, lo que me iba muy bien, porque al final siempre mejoro. Espero superar a Van Impe en la contra reloj de Dijon, pues en una crono similar le saqu¨¦ m¨¢s de un minuto".
Bernaudeau perdi¨® muchos minutos, hasta el punto de que dio la impresi¨®n de que Fignon lo cazaba. Pero Fignon no iba tan r¨¢pido y se tuvo que conformar con el d¨¦cimo puesto. En este caso fue una ilusi¨®n visual propiciada por la televisi¨®n. Al l¨ªder le quedan tres d¨ªas para ser nombrado sucesor en vida de Hinault. Para el Tour-84 ya est¨¢ preparada la revancha. S¨®lo Winnen puede aguar la fiesta.
282 kil¨®metros de transici¨®n
Entre Morzine y Dijon, el Tour de Francia transcurrir¨¢ hoy en presunto estado de transici¨®n. Se supone que las fuerzas est¨¢n ya muy mermadas, que, si acaso, hay una dura contra reloj de 50 kil¨®metros el d¨ªa siguiente, y que, en definitiva, nadie pretende inquietar al l¨ªder Fignon, que, adem¨¢s, es franc¨¦s y tiene ventaja suficiente.
En cualquier caso, dos puertos de tercera categor¨ªa y tres de cuarta no son bagaje para inquietar a nadie, destrozar un pelot¨®n o adquirir ventaja en un ataque en solitario. Normalmente, los ciclistas intuyen por d¨®nde va la calma y hoy les parece que es una jornada casi de descanso.
La lucha por mantener posiciones o mejorarlas pertenece a la etapa de ma?ana, con 50 kil¨®metros contra reloj y alguna dificultad por la irregularidad del terreno: ?ngel Arroyo no parece ser un corredor que pierda grandes posibilidades en esta etapa. Tanto ¨¦l como Delgado se han manifestado ¨²tiles en las contra reloj, aunque ¨¦sta no sea t¨ªpicamente monta?osa, y ?ngel Arroyo, por poner un caso, ya sorprendi¨® en la Vuelta a Espa?a. Despu¨¦s de lo sucedido ayer, su intenci¨®n es la de conservar posiciones.
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