Persiste la desconfianza en los mercados

Los inversores contin¨²an con su hier¨¢tica partida de mus. En el mercado de valores, nadie se f¨ªa de nadie, y a pesar de los est¨ªmulos de diversa ¨ªndole que se est¨¢n ofreciendo a los potenciales compradores, ¨¦stos se mantienen firmes en sus posturas indefinidas, y prefieren continuar picoteando sobre valores que m¨¢s o menos tienen garantizada su evoluci¨®n positiva en un futuro inmediato, y evitan con un cuidado exquisito entrar en otros t¨ªtulos que presentan una serie de incertidumbres de mayor grado. De esta forma, Barcelona sigui¨® siendo el mercado cuyo ¨ªndice general manifestaba un avance de mayor significaci¨®n con 0,89 puntos de ganancias; a continuaci¨®n aparec¨ªa la bolsa madrile?a con 14 cent¨¦simas de beneficio, mientras que Bilbao y Valencia continuaban manteniendo sus tesis negativas, y ofrec¨ªan repliegues de 0,25 y 0,10 puntos respectivamente.El secreto del comportamiento de estas reuniones, quiz¨¢ est¨¦, conforme afirmaba alg¨²n viejo especialista, en el hecho de que los mercados perif¨¦ricos, especialmente en aquellos en que se canaliza un menor volumen de negocios, se muestran muy sensibles a las hip¨®tesis de r¨¢pidas realizaciones, tras haber proyectado trayectorias alcistas m¨¢s o menos fulgurantes en los que puedan verse desplazados por los m¨¢s potentes operadores del mercado madrile?o.

El aspecto m¨¢s importante de estas reuniones es que la actividad burs¨¢til contin¨²a olvidando, de forma deliberada, a los dos grupos, tradicionalmente punteros del mercado. Bancos y compa?¨ªas el¨¦ctricas son objeto de un importante nivel de inhibici¨®n por parte de los ordenantes, quienes parecen limitar su actividad a los valores de segunda fila, especialmente de los sectores industriales, tanto qu¨ªmicos como sider¨²rgicos, que ofrecen a corto plazo unas mayores posibilidades de plusval¨ªa. Posiblemente el mayor defecto con que cuentan los valores sobre los que se centran estas actuaciones es la estrechez inherente de su mercado que dificultar¨¢ de forma apreciable la materializaci¨®n de beneficios en el momento en que los m¨¢s importantes inversores decidan abandonar sus posiciones compradoras.

La actitud que est¨¢n manifestando el resto de los mercados financieros, donde los tipos de inter¨¦s aparecen m¨¢s o menos estables, est¨¢ constituyendo un aliciente importante para los mercados de acciones, aunque por el momento no est¨¢ siendo exprimido por los especialistas. Se dir¨ªa que las inc¨®gnitas que se ciernen sobre el futuro inmediato de los t¨ªtulos de renta variable atenazan de alg¨²n modo las decisiones compradoras, y en general se opta por tomar posiciones m¨¢s c¨®modas que aunque puedan resultar menos rentables, garanticen un cierto nivel de tranquilidad.

El mes de agosto, y la evoluci¨®n de las ampliaciones de capital en curso, son las dos grandes esperanzas de los optimistas inveterados. El primero porque se piensa en ¨¦l conforme a la tradici¨®n en un per¨ªodo en el que se podr¨¢ ganar dinero, fundamentalmente en base a generar evoluciones positivas de corto recorrido, a la que seguir¨¢n materializaciones de beneficio no menos bruscas. En el caso de las ampliaciones de capital, y a la vista del inter¨¦s que estas est¨¢n despertando entre los inversores individuales, se estima que la mayor parte de los recursos que puedan ser allegados en los pr¨®ximos meses a estos mercados, proceder¨¢ de esta fuente, y por tanto se le est¨¢ comenzando a prestar una atenci¨®n individual ya, no exenta de un claro matiz especulativo.