La reforma necesaria de Madrid

Las anquilosadas estructuras con las que ven¨ªa actuando el Ayuntamiento de Madrid eran la causa de un funcionamiento muchas veces descoordinado, escasamente eficaz, y originador de molestias y quebraderos de cabeza tanto para los administrados como para el equipo del municipio. En 1979 se inicia una racionalizaci¨®n de los servicios. Ten¨ªamos que perseverar en esta v¨ªa con toda la fuerza y autoridad que nos da la renovaci¨®n de nuestro mandato.Por poner un ejemplo de la dispersi¨®n y disfuncionalidad padecidas, baste recordar que en cualquier calle o plaza de Madrid ocurr¨ªa que los se?ores que estaban arreglando las farolas eran unos; los que arreglaban el pavimento, otros; los que instalaban o arreglaban los sem¨¢foros, distintos de los que abr¨ªan una zanja para la red subterr¨¢nea. Todos ellos pertenecientes a delegaciones diferentes. La falta de coordinaci¨®n era bien patente.

Las experiencias acumuladas en nuestro anterior mandato nos han decidido a reformar las viejas y oxidadas estructuras y a sustituirlas por otras que nos permitan una mayor agilidad, una mayor coordinaci¨®n y, como resultado de ello, una mayor eficacia. ?Cu¨¢l es el norte que nos gu¨ªa? Uno bien concreto: prestar mejores servicios a los madrile?os. Para ello era imprescindible modernizar la obsoleta maquinaria municipal.

Al realizar estas reformas no hacemos sino cumplir nuestro programa electoral, en el que adquirimos el compromiso de llevar a cabo una reforma administrativa inspirada en los principios de racionalidad, transparencia, acercamiento de las tomas de decisiones a los vecinos, control p¨²blico, unificaci¨®n, coordinaci¨®n de los procedimientos administrativos y responsabilizaci¨®n de los funcionarios administrativos en el desempe?o de los servicios. Ese compromiso electoral se ha concretado en la reestructuraci¨®n de los servicios del Ayuntamiento de Madrid, recientemente aprobada, y a la que la oposici¨®n municipal ha formulado algunas objeciones formales. El nuevo organigrama ofrece una estructura de funcionamiento que garantiza una mayor coordinaci¨®n interna de todas las ¨¢reas, delegaciones y servicios del ayuntamiento, simplific¨¢ndolos y racionaliz¨¢ndolos. Supone, en suma, un instrumento de trabajo mucho m¨¢s ¨¢gil para prestar servicios, que es a lo que, en definitiva, debe tender toda la maquinaria municipal.

Se ahorran gastos

En la organizaci¨®n codificada de 1982 hab¨ªa en el Ayuntamiento de Madrid 78 departamentos. Seg¨²n el recuento riguroso y restrictivo que nosotros hemos hecho durante el ¨²ltimo mes y medio, no eran m¨¢s que 67. Pues bien, seg¨²n la nueva organizaci¨®n, los departamentos quedan reducidos a 60. Esto supone el recorte del 23,07%, si atendemos al primer c¨®mputo, o del 10,44%, si atendemos al segundo. El total de unidades administrativas de rango superior reducidas son 18 en el primer caso y siete en el segundo. Esta reducci¨®n de departamentos trae consigo, l¨®gicamente, una reducci¨®n de gastos, aunque no cuantifiquemos la mayor rentabilidad producida por la nueva organizaci¨®n.

La ilegalidad, aducida por la oposici¨®n, de esta profunda reorganizaci¨®n de los servicios y dependencias municipales y de delegaci¨®n de funciones del alcalde no aparece por ninguna parte. El director general de Administraci¨®n Local as¨ª lo expresa en escrito de 1 de junio pasado. Igualmente el informe del secretario general del ayuntamiento de fecha 25 de junio afirma expresamente: "Se pretende una mayor coordinaci¨®n y eficacia de la gesti¨®n pol¨ªtica y administrativa del ayuntamiento, a la vez que las delegaciones que se confieren por la alcald¨ªa recaigan en concejales, prescindi¨¦ndose de la firma de los delegados de servicios; con lo cual, evidentemente, se potencia la participaci¨®n en las tareas de gobierno, y adem¨¢s de aquellos que han sido elegidos directamente por el pueblo. Se instituye tambi¨¦n la figura del director de Servicios, cuya creaci¨®n tiene fundamento normativo claro en el art¨ªculo 106 del Decreto 3.046/ 1977, de 6 de octubre, texto de rango legal. Por tanto, desde un punto de vista global, no parece que exista inconveniente alguno legal a la propuesta que se contiene en el expediente, ya que la reorganizaci¨®n de sus servicios cae dentro de la propia potestad de la Administraci¨®n".

Nueva concepci¨®n

La nueva organizaci¨®n supone una estructura m¨¢s descentralizada. El alcalde ha delegado competencias en los concejales responsables de ¨¢reas y en los concejales responsables de servicios, lo que hace posible la descentralizaci¨®n y la corresponsabilizaci¨®n en la toma de decisiones, la rapidez y la agilidad en las actuaciones y, a la postre, un funcionamiento m¨¢s democr¨¢tico.

El poder del alcalde no queda menguado, sino fortalecido desde un pundo de vista democr¨¢tico, porque no hace sino delegar funciones, delegaci¨®n que en cualquier momento puede revocar y que est¨¢ sujeta al buen uso que hagan de esa competencia los concejales en quienes se delega, am¨¦n de que las referidas delegaciones son refrendadas por el pleno del ayuntamiento. Esa es la manera de actuar de cualquier alcalde de cualquier ciudad del mundo en un pa¨ªs democr¨¢tico. De modo que no inventamos nada. No pretendemos sino que la modernidad entre en el ayuntamiento y que sus estructuras est¨¦n en condiciones de atender con agilidad y eficacia los mil problemas de un municipio tan complejo e importante como Madrid.

Colaboraci¨®n de los funcionarios

La reorganizaci¨®n respeta escrupulosamente las competencias y atribuciones que la ley confiere a los distintos cuerpos del ayuntamiento. Los socialistas sabemos que, en estas tareas necesarias de reforma administrativa, tenemos en un funcionariado consciente a nuestros mejores aliados.

Durante el cuatrienio 1979- 1983, el Ayuntamiento de Madrid, dirigido, eficaz y brillantemente, por Enrique Tierno Galv¨¢n, ha realizado una de las gestiones m¨¢s positivas de nuestra ya larga historia. Y durante el cuatrienio 1983 1987, sin cambiar de timonel, cumpliremos con lo que nuestro alcalde apuntaba en la introducci¨®n a nuestro programa electoral: "Me parece a m¨ª que es ¨¦sta la conducta m¨¢s sincera y honrada: decir qu¨¦ estamos a¨²n haciendo y qu¨¦ nos queda por hacer, a?adiendo con sumo tiento y cuidado las pocas novedades absolutas que de verdad se pueden a?adir a lo mucho que ya hemos acabado o tenemos que acabar".

es primer teniente de alcalde y portavoz del grupo de concejales del PSOE del Ayuntamiento de Madrid.