Responsabilidad auton¨®mica de los socialistas

Despu¨¦s de la maratoniana reuni¨®n del jueves en la Moncloa, el contencioso entre el Gobierno vasco y el Gobierno central est¨¢ como estaba, pero con la diferencia positiva de que el di¨¢logo se ha reanudado. Fruto de ese desbloqueo es el calendario de encuentros que se han programado de aqu¨ª a septiembre.Esta voluntad pol¨ªtica de buscar un entendimiento, previa clarificaci¨®n de posturas, tiene como contrapartida una realidad que nadie puede olvidar: La concepci¨®n del autogobierno vasco que tiene cada una de las partes no s¨®lo es diferente, sino en algunos aspectos b¨¢sicos hasta casi irreconciliable.

?Con qu¨¦ quedarnos, con lo positivo que tiene el gesto del di¨¢logo o con la dif¨ªcil perspectiva que se abre cara al futuro?

Es importante que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, despu¨¦s de este largo per¨ªodo de bloqueo, se ponga de nuevo en situaci¨®n de salir del grave impasse. Las casi nueve horas de duraci¨®n del encuentro, con un repaso minucioso a los temas pendientes, hay que interpretarlas como un dato de buena voluntad. Pero esa lectura ser¨¢ v¨¢lida en la medida que esa actitud tenga una continuaci¨®n en el tiempo. Si en las pr¨®ximas semanas o meses volvemos al punto de partida, del que ahora se intenta salir, habr¨¢ que acusar al Gobierno socialista de haber estafado a la opini¨®n p¨²blica con una maniobra propia de una pol¨ªtica de gestos, vac¨ªa de contenidos.

A nadie se le oculta que el camino va a ser largo y dif¨ªcil para los dos interlocutores, pero lo importante es que se comiencen a analizar los problemas y a resolverlos. Y, como paso previo, que se intenten corregir todos los errores anter¨ªores. ( ... )

En todas esas operaciones de crear autonom¨ªas artificiales ha intervenido de forma muy activa el PSOE. L¨®gicamente debe ser ese partido el que encuentre soluci¨®n al problema, pero no a costa de las grandes comunidades hist¨®ricas que tienen sus propios estatutos. Es tambi¨¦n en ese contexto de querer homogeneizar todas las autonom¨ªas, haciendo abstracci¨®n de los leg¨ªtimos derechos de algunas de ellas, en el que hay que situar la campa?a de desprestigio al nacionalismo vasco cuando por defender su concepto auton¨®mico se le acusa gratuitamente de ambig¨¹edad o de insolidaridad en su pol¨ªtica en relaci¨®n al Estado.

La consolidaci¨®n de la democracia en el Estado espa?ol pasa por una acertada pol¨ªtica auton¨®mica.