Ense?anza: libertad de elecci¨®n

Educar es formar, es moldear; es, nos guste o no, ir creando caracteres, personalidades. As¨ª ha sido siempre y as¨ª tendr¨¢ que seguir siendo mientras el mundo sea mundo. Es cierto que algunos ense?antes, que no maestros, m¨¢s que formar deforman, pero aun as¨ª est¨¢n contribuyendo al desarrollo de la personalidad de sus alumnos.Ense?ar es militar, es tomar partido, es comprometerse. No hay lugar para la neutralidad. El que educa, conduce, y de alguna manera, manipula, es decir, modela, conforma, adec¨²a. Lo verdaderamente grave en la ense?anza no es que existan idearios, sino pretender monopolizarlos. Debemos esperar de un Gobierno que vele por los intereses del pueblo, que ofrezca cauces de igualdad a todos sus ciudadanos para escoger, en igualdad de condiciones, la alternativa ideol¨®gica que desee.

Los padres debemos tener el derecho y la oportunidad de escoger aquel tipo de centro que responda a nuestro particular criterio ideol¨®gico (sea religioso o pol¨ªtico). Y el propiciarlo es tarea del Gobierno, en especial si se trata de un Gobierno que ha gozado de un abanico de votantes tan diversificado. Las subvenciones deben estar al servicio de la libertad y no permitir que, para hacer uso de las subvenciones, los padres tengan que renunciar a su libertad de elecci¨®n, a su dignidad, a fin de cuentas. / Pastor bautista.