Fernando Ledesma convocar¨¢ un debate p¨²blico para discutir la reforma del Codigo Penal
El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, convocar¨¢ durante el pr¨®ximo trimestre un debate nacional sobre los contenidos del proyecto de Reforma del C¨®digo Penal que presentar¨¢ a las Cortes antes de fin de a?o, seg¨²n declar¨® en una entrevista concedida a EL PAIS en el lugar de la Costa Brava donde pasa sus vacaciones. El ministro anunci¨® tambi¨¦n su prop¨®sito de presentar de inmediato un conjunto de importantes leyes de derecho privado destinadas a dotar de mayor eficacia los t¨ªtulos de valores y los contratos en general, castigando m¨¢s duramente su incumplimiento. El ministro prepara asimismo una nueva normativa que proteja los intereses del consumidor frente a las grandes compa?¨ªas.
Fernando Ledesma tiene el prop¨®sito de entregar a las Cortes el proyecto de ley de reforma definitiva del C¨®digo Penal antes de fin a?o, despu¨¦s de haber logrado un amplio consenso nacional sobre su contenido. Para ello convocar¨¢ en cuanto regrese de vacaciones un debate p¨²blico al que invita a participar a todos los juristas y a las instituciones que, como los colegios de abogados o procuradores, pueden aportar al debate una gran riqueza. "Tengo inter¨¦s en someter este proyecto a la mayor audiencia posible, pues se trata de una reforma que afecta a cuestiones b¨¢sicas del comportamiento de la sociedad".No menos importancia concede el ministro al paquete de proyectos de ley del derecho mercantil destinados, seg¨²n declara con ¨¦nfasis, a "recuperar el sentido del compromiso contra¨ªdo, el convenio o el contrato, que tan f¨¢cilmente se incumplen en estos momentos".
Se trata, en primer lugar, de una nueva ley concursal para regular el funcionamiento de los t¨ªtulos de valores, particularmente las letras de cambio y los cheques, con mayor rigor. "Con esta nueva normativa, que espero tener presentada tambi¨¦n antes de fin de a?o, pretendemos dotar a los t¨ªtulos de valores de una mayor eficacia, agravando las consecuencias de su incumplimiento. En otras palabras, que no sea tan f¨¢cil firmar una letra y luego incumplirla".
Otra de las leyes destinadas a imponer mayor rigor en el cumplimiento de las obligaciones es la reforma en profundidad de la ley reguladora de las empresas en crisis. "La actual legislaci¨®n en materia de suspensi¨®n de pagos, quiebra y concurso de acreedores est¨¢ absolutamente desfasada", dice el ministro.
"Hasta tal punto", a?ade Fernando Ledesma, "que permite incluso la simulaci¨®n por parte de algunos empresarios de crisis ficticias de las que los trabajadores son sus principales v¨ªctimas. Adem¨¢s, la actual legislaci¨®n no est¨¢ orientada a la salvaci¨®n de las empresas sino a su liquidaci¨®n. La nueva normativa tendr¨¢ como objetivo el reflotamiento de la empresa asegurando al mismo tiempo que las deudas se cobrar¨¢n".
No cumplir saldr¨¢ m¨¢s caro
Con estas medidas, el ministro pretende que "todo el mundo tenga muy claro que se le va a obligar a cumplir el compromiso contraido. Es absolutamente imprescindible recuperar el sentido de la obligaci¨®n. Cuando uno se obliga, debe cumplir, y si no lo hace, que sepa que le va a resultar m¨¢s oneroso no cumplir que cumplir".
Este plan legislativo se completa con un proyecto de ley que quedar¨¢ terminado durante el pr¨®ximo cuatrimestre cuyo objetivo es proteger los intereses del usuario frente a las grandes compa?¨ªas. "El consumidor se encuentra frente a empresas muy poderosas que imponen a veces condiciones draconianas de contrataci¨®n. Con la nueva normativa queremos establecer una mayor igualdad entre ambas partes de estos contratos".
En opini¨®n del ministro, estas reformas del derecho privado tienen una gran repercusi¨®n sobre la vida social, pues el mal funcionamiento de las relaciones privadas es causa de buena parte de la violencia social. "Si las relaciones contractuales funcionar dentro de los cauces del respeto al compromiso contraido, estoy seguro de que disminuir¨¢ la peligrosidad y aumentar¨¢ la seguridad jur¨ªdica", a?ade el ministro
Las medidas anunciadas implican, sin embargo, una mayor intervenci¨®n de los tribunales en las relaciones sociales, precisamente cuando se encuentran totalmente desbordados. En Francia se est¨¢ produciendo en estos momentos un gran debate ante la posici¨®n de una parte de la doctrina jur¨ªdica que cree que la ¨²nica forma de lograr una justicia eficaz es detraer de su competencia buena parte de las cuestiones de las que ahora entiende, dejando que los particulares regulen sus relaciones por su cuenta.
Arbitraje para los poderosos
El ministro asume esta contradicci¨®n: "Para que las reformas legislativas sean efectivas, es preciso reformar en profundidad paralelamente la Administraci¨®n de Justicia. Ello no quiere decir que no se permitan f¨®rmulas de autocomposici¨®n".
Precisamente en unas recientes jornadas sobre administraci¨®n de justicia celebradas en Montserrat, un magistrado de Barcelona se lamentaba de que las cuestiones realmente importantes y los grandes conflictos entre poderosos (bancos, grandes empresas, instituciones), se resuelven al margen de la judicatura, por la v¨ªa del arbitraje, y que la justicia queda relegada al conflicto menor.
El ministro acepta este diagn¨®stico: "Yo estar¨ªa de acuerdo con los procedimientos de arbitraje, siempre que no fueran consecuencia del mal funcionamiento de la administraci¨®n de Justicia. Porque si es as¨ª, como sucede ahora, siempre es el m¨¢s d¨¦bil el que resulta perjudicado. Por eso yo no me canso de decir que la inversi¨®n en Justicia es una de las m¨¢s importantes y de las m¨¢s rentables que puede hacerse".
Sucede incluso, en este moi mento, que a las dificultades materiales para hacer justicia se une una din¨¢mica por la que la parte demandada en un proceso tiende a buscar argucias legales que le permiten alargar la causa indefinidamente, hasta lograr que la reclamaci¨®n quede desvalorizada o que la otra parte desista.
Explotaci¨®n de la necesidad
"Efectivamente", dice el ministro, "la lentitud hace posible que la parte poderosa logre que el acreedor acabe aceptando una compensaci¨®n menor a la que le corresponde. Se produce una explotaci¨®n de la necesidad, y el aparato judicial no puede tolerar una situaci¨®n as¨ª. De ah¨ª que la reforma de la Justicia sea en estos momentos una cuesti¨®n urgente e incluso un imperativo constitucional, pues mientras esta reforma no se opere, no podemos garantizar un derecho tan fundamental como la igualdad ante la ley".
En esta direcci¨®n van tambi¨¦n los proyectos de reforma que ya se est¨¢n tramitando para agilizar el proceso, mediante f¨®rmulas procesales m¨¢s sencillas y mayores facilidades para la expresi¨®n directa y oral entre las partes y entre estas y el juez, seg¨²n Fernando Ledesma.
El ministro es partidario del jurado escabinado
Fernando Ledesma es personalmente partidario de introducir paulatinamente el sistema de jurado escabinado en la justicia espa?ola. Este sistema de jurado es el que rige en la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos.A diferencia del jurado tradicional, en el que el tribunal lego se pronuncia sobre los hechos dictaminando si el acusado es culpable o inocente del delito que se le acusa y luego el tribunal jur¨ªdico dicta la pena que corresponde seg¨²n la ley, en el jurado escabinado, los miembros del tribunal, tanto legos como t¨¦cnicos, deliberan y deciden conjuntamente, tanto sobre el hecho como sobre el derecho.
El ministro es partidario, en todo caso, de que la introducci¨®n del jurado sea gradual, en el sentido de que vaya asumiendo competencias a medida que la experiencia se afiance.
Sobre el abanico de delitos que deben caer bajo su competencia, el ministro tiene claro el m¨ªnimo -"creo que deben excluirse los delitos de bagatela"-, pero no el m¨¢ximo -"todav¨ªa no tengo claro si debe juzgar los de terrorismo"-.
Fernando Ledesma se extiende explicando la funci¨®n que ¨¦l cree que debe tener el juez, como factor de modernizaci¨®n y transformaci¨®n de la sociedad. En la revitalizaci¨®n de este papel y en unas mejores retribuciones, proporcionales al volumen y complejidad del trabajo desarrollado en cada caso, centra el ministro su esperanza en la recuperaci¨®n del prestigio que en otros tiempos tuvo la carrera judicial.
Se declara consciente de que faltan jueces y de que el sistema de promoci¨®n no permite una formaci¨®n acorde con las necesidades de la compleja sociedad actual, pero conf¨ªa en que la reforma atraiga nuevas vocaciones e incorpore dentro de la carrera judicial a juristas de prestigio que ahora trabajan en despachos privados.
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