"Yo, Julio"
Cara y cruz del cantante durante su gira por Espa?a
Cuando termina su actuaci¨®n se da una ducha r¨¢pida y se unta de prote¨ªnas los cabellos ya escasos. Entonces se pone el uniforme de diario, camiseta y pantal¨®n blanco 3, cazadora con un toque de color; ,e desfonda, sentado en una banqueta, no sabes si triste o feliz, y entonces te dice: "Ya soy profeta en mi tierra". Tan t¨®pico que no puedes creerlo. Pero es que Julio Iglesias, de quien ya s¨¦ que muchos creen que se est¨¢ escribiendo demasiado, es un hombre tan fiel a su imagen divulgada -por mucho que ¨¦l te diga que, en lo ¨ªntimo, es de otra manera-, que lo primero que quieres cuando le conoces un poco es dar exactamente de ¨¦l lo que aparenta. Que es lo que es, aunque le encante inventarse contradicciones. Julio es puro estereotipo. Y, al propio tiempo, una persona a la que te gustar¨ªa proteger de esa esterilizaci¨®n. Claro que vas y piensas, bueno, le?e, este hombre est¨¢ ba?ado en oro y maldita la necesidad de protecci¨®n que tiene. Y, aun as¨ª, sigues contemplando, sorprendida, c¨®mo en ti crece una necesidad de entender que ya s¨¦ que no comprender¨¢n los dogm¨¢ticos ni los sectarios pero que forma parte de mi necesidad de entender el mundo, incluyendo todo lo que tiene de excesivo.Pregunta. Me han dicho que Julio Iglesias no mira nunca al pasado ?Es eso cierto?
Respuesta. S¨ª. Para m¨ª, todo lo que es pasado, bueno o malo, es s¨®lo recuerdo, nada importante. Depende de c¨®mo yo lo quiera mover. Me interesa mucho m¨¢s el futuro. Los proyectos.
P. Supongo que el d¨ªa que se levantara sin proyectos, sin discos que grabar o metas que alcanzar, se sentir¨ªa usted muy, muy mal.
R. Mira, mi vida ha sido siempre muy circunstancial. En mi ¨¦poca de universitario, con el accidente; luego, todos estos a?os de artista, hasta hace muy poco. Ni yo mismo hubiera apostado por m¨ª, hace 20 a?os. Y ahora resulta que estamos aqu¨ª, y que, evidentemente, hay un pasado. Pero el futuro es lo que me interesa.
P. Y el futuro quiere decir correr, correr, correr. Llegar, llegar, llegar. ?Con qui¨¦n compite Julio Iglesias? Tengo la impresi¨®n de que con usted mismo. R. S¨ª. Por eso es una competencia leal. Por ejemplo, esta gira que estoy realizando por Espa?a, hubiera resultado muy distinta, como esta conversaci¨®n, como yo mismo, si antes no hubiese grabado junto con Diana Ross.
P. ?Para sentirse triunfador?
R. Para sentirme seguro. Para llegar a mi pa¨ªs como el hombre que ha cumplido su palabra. Yo promet¨ª introducirme en el mercado norteamericano, y en estos momentos tengo el 99% de posibilidades de meterme. As¨ª me siento bien. Porque yo he sido quiz¨¢, qu¨¦ co?o, yo he sido, seguro, el artista espa?ol m¨¢s puteado en este pa¨ªs.
P. Eso suena un poco desorbitado.
R. S¨ª, mujer, s¨ª. A niveles intelectuales, s¨ª.
P. Es que no se puede tener todo. La prensa del coraz¨®n y la otra encerradas en un solo pu?o.
R. De todas formas, para m¨ª no ha sido un problema, porque para m¨ª, las cr¨ªticas son un acicate. Y, art¨ªsticamente, ya no me influyen. Otra cosa es en lo sentimental. A nivel sentimental, me joden. Porque me gustar¨ªa, y a qui¨¦n no, que me quisiera todo el mundo. Por otra parte, tengo que decirte que el ¨¦xito, modestamente -y esto va a sonar muy mal escrito sin los acentos que le estamos dando y los ojos con que nos miramos-, me est¨¢ permitiendo elegir. Es un privilegio que hay quien lo tiene por nacimiento, o de hecho. Yo lo tengo por mi trabajo. Yo he sido siempre un hombre handicapado, porque nunca he sido brillante en mi juventud, sino un intuitivo, y s¨ª le he sacado algo a la vida ha sido por esfuerzo personal, por ejercicio de la voluntad. Este Julio Iglesias que ves aqu¨ª es el producto de 15 a?os de trabajo.
'Me he enterado de todo tarde y mal'
P. Es decir, el pasado. Por cierto que cuando le conoc¨ª, hace bastantes a?os y muchos menos ¨¦xitos, era usted un joven muy irritante. Y me gustar¨ªa saber qu¨¦ le ha dado la vida, a lo largo de este tiempo, en tanto que ser humano.
R. Yo he aprendido muy tarde, porque he sido un poco r¨¦trasado mental. Quiero decir que pertenezco a una generaci¨®n que nos hemos ido enterando mal y a destiempo de las cosas. A m¨ª me hubiera encantado saber distinguir los buenos vinos cuando no me sentaban mal, descubrir el sexo y el amor cuando estaba en la plenitud de mi potencia. Pero qu¨¦ le vamos a hacer, somos gentes de los a?os cuarenta.
P. Sus a?os cuarenta, sin embargo, fueron muy distintos de los de otros.
R. Pero los piojos estaban hasta en los buenos colegios, y la sarna, y el papel higi¨¦nico duro, y cuando ten¨ªas una caries no te la empastaban: te arrancaban la muela directamente. No es que yo diga que era culpa de la pol¨ªtica. Para m¨ª, la pol¨ªtica, los gobiernos, son circunstancias hist¨®ricas de los pa¨ªses; es decir, que no estoy ni en contra ni a favor, pero que a las gentes nos toca vivirlas.
P. Pol¨ªticamente, no est¨¢ usted en contra ni a favor de nada, parece ser. ?Eso es nadar y guardar la ropa?
R. Eso es que he visto demasiadas cosas, y he visto, sobre todo, a demasiados pol¨ªticos en calzoncillos. Luego te resulta muy dif¨ªcil creerles en pantalones.
P. ?Y ese escepticismo es el que le hace cantar lo mismo en el Chile de Frei, en el de Allende y en el de Pinochet?
R. Exactamente.
P. ?Y no se le revolv¨ªan las tri pas cantando en el Chile de Pinochet, con la de sangre que ha corrido all¨ª? No le quiero creer tan in sensible.
R. Y no lo soy. Pero te voy a contar. Si yo tuviera que preguntar uno por uno la filiaci¨®n pol¨ªtica y humana de los que vienen a escucharme es que no podr¨ªa, no tendr¨ªa tiempo. Y, ade mil¨¢s: no siento ning¨²n inter¨¦s por los gobiernos de los pueblos adonde voy a cantar, sino por las gentes que acuden a escucharme. No me interesan los pol¨ªticos porque los conozco a todos. A todos.
P. No hace falta definirse pol¨ªticamente. Hay organizaciones de tipo humanista a trav¨¦s de las que se pueden hacer cosas. Amnesty International, qu¨¦ s¨¦ yo.
R. ?Bueno, si yo te contara! Yo he visto a los de Amnesty irse a divertir a los burdeles despu¨¦s de una conferencia.
P. ?Y qu¨¦ tienen de malo los burdeles?
R. Yo s¨®lo trato de ser un simple cantante, no un juez ni un moralista. Y no tengo ning¨²n inter¨¦s en justificarme ante nadie, porque hay gentes que tampoco se van a justificar ante m¨ª. Y si es por mirar atr¨¢s, pues bueno, ahora estoy viviendo en el pa¨ªs que arroj¨® bombas at¨®micas sobre Hiroshima y Nagasaki.
P. Me niego a creer que entre tanto pol¨ªtico como dice haber conocido no haya descubierto un solo rostro humano.
R. S¨ª, Sadat. Le quer¨ªa mucho porque era un hombre que sab¨ªa que ten¨ªa sus d¨ªas contados, que iba sin protecci¨®n, sin chaleco antibalas, y que cre¨ªa en lo que estaba haciendo.
'A la prensa le doy lo que espera de m¨ª'
P. Volvamos a usted. La otra noche, en una cena, observ¨¦ que ten¨ªa mucho inter¨¦s en sentarse entre dos bellas muchachas a las que luego apenas hizo caso. ?Forma eso parte de su imagen?.
R. Maruja, t¨² tendr¨ªas que pasar una semana conmigo para conocerme mejor. As¨ª sabr¨ªas que yo hubiera preferido sentarme con alguien como t¨², y hablar, pero no es eso lo que est¨¢ esperando de m¨ª la Prensa. Ellos tienen lo que buscan, yo lo s¨¦ y se lo doy. En la Prensa, las portadas, los despliegues a cuatro columnas, los titulares y los editoriales, se los dan a lo que tiene inter¨¦s. Yo tengo mis portadas y mis editoriales. ?Me sigues?. Que sepas que las mujeres importantes de mi vida han sido conocidas por los fot¨®grafos, pero nunca las retrataron.
P. ?Y c¨®mo se vive con esa imagen siempre a cuestas?
R. Yo soy una persona que siempre justifica lo que hace. De la misma forma que entiendo que mis padres soportaran una situaci¨®n por no perjudicarnos a mi hermano y a m¨ª, aunque personalmente no lo concibo, trato de que mi vida, en cualquier momento, tenga una justificaci¨®n ante m¨ª mismo. Yo no soy lo que parezco. Yo, ante mis padres, soy capaz de no fumar, porque s¨¦ que les hace sufrir, y luego consumo dos cajetillas diarias.
P. Un hijo obediente.
R. No, respetuoso. Como lo soy para el status al que pertenezco, con el que no estoy de acuerdo, que me pone en crisis, pero con el que intento no chocar. Yo siempre trato de estar lo m¨¢s c¨®modo posible en cualquier circunstancia.
P. Una especie de doctor Jekyll y Mr. Hyde. Pero usted es, sobre todo, un hijo obediente de ese status para el que canta temas...
R. Facilones, ya lo s¨¦. Pero universales.
P. D¨ªgame, ?es usted capaz de estar durante 15 d¨ªas a solas consigo mismo?
R. No, porque soy el tipo m¨¢s aburrido del mundo.
P. ?Y qu¨¦ suceder¨¢ si un d¨ªa se le escapa el ¨¦xito de las manos?
R. Eso no ocurrir¨¢ nunca. Yo s¨¦ que no tengo nada nuevo que ofrecer, que no voy a innovar ni a crear, nada. Pero en el mundo hacen falta cantantes como yo.
P. ?Hay algo que le interese, aparte del ¨¦xito?
R. Es lo ¨²nico que me mantiene vivo. Me he enterado de todo tarde y mal' 'A la Prensa le doy lo que espera de m¨ª'
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