La baja del d¨®lar permite una fuerte recuperaci¨®n de la peseta y hace subir las bolsas internacionales
Casi tres pesetas por d¨®lar se recuper¨® ayer la divisa espa?ola frente a la norteamericana. Expertos nacionales y extranjeros vaticinan que ha comenzado el tan esperado cambio de tendencia del d¨®lar, ya apuntado el viernes y mantenido el lunes y martes en los mercados de divisas mundiales. Como respuesta habitual, el oro y las bolsas internacionales -inversiones alternativas- viven momentos de euforia, frustrados en algunas por la realizaci¨®n final de beneficios. Las opiniones de que la moneda de Estados Unidos ha tocado techo se basan, sobre todo, en la necesidad de cortar la desaceleraci¨®n de la reactivaci¨®n econ¨®mica registrada por EE UU. En Espa?a, cuya peseta se beneficia estos meses de las entradas de divisas por turismo, un plan de apoyo a las exportaciones, que prepara el Gobierno, podr¨ªa favorecer la cotizaci¨®n ante posteriores carencias.
Despu¨¦s de varios d¨ªas de ligeras bajas del d¨®lar, principalmente el lunes, festivo en Espa?a, el mercado de divisas de Madrid abri¨® ayer con una clara apreciaci¨®n de la peseta. Al mediod¨ªa, el Banco de Espa?a reforz¨® la pauta al marcar un cambio medio o fixing de 151,2 pesetas por d¨®lar, frente a las 153,6 del viernes. Las 2,4 pesetas de ganancia fueron ampliadas en posteriores operaciones. Cuando cerraron los mercados, a las cinco de la tarde, la depreciaci¨®n de la divisa norteamericana era de 2,7, y su cambio medio, 150,9 (150,8 para el comprador y 151 para el vendedor).Compras de d¨®lares
Tras marcar el fixing, el banco emisor compr¨® tres millones de d¨®lares. Pero fuentes del mercado se?alaron a este peri¨®dico que quiz¨¢ lleg¨® a comprar otros 30 millones extraoficialmente para engrosar sus reservas. Estas intervenciones parecieron dirigidas s¨®lo a satisfacer la alta oferta registrada en verano, como ha sido la t¨®nica de los ¨²ltimos meses.
Por la ca¨ªda posterior del cambio medio y la evoluci¨®n del d¨®lar en los mercados internacionales frente a la peseta y otras divisas, expertos nacionales y extranjeros auguran que la norteamericana bajar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, pues pudo tocar techo la pasada semana al llegar a 2,75 contra el marco alem¨¢n.
Poco antes de las cinco de la tarde ¨¦se era el camino apuntado al abrir ayer los mercados de Chicago, posteriores a los de Nueva York, y que han ganado ¨²ltimamente el liderazgo a ¨¦stos, seg¨²n operadores madrile?os.
Debido a la neutralidad del Banco de Espa?a, lo que pueda pasar hoy en Madrid depender¨¢ de si, como parece probable, esta madrugada se confirma la tendencia en los mercados asi¨¢ticos; luego, en los ¨¢rabes, y al fin, en los europeos.
La pauta de Chicago, donde los operadores, han pasado en pocos d¨ªas de comprar muchos d¨®lares a deshacerse de los mismos, fue esbozada ya el pasado viernes. En ese momento parec¨ªa decantarse por un bando la pol¨¦mica entre profetas o partidarios de la teor¨ªa del techo, temerosos del freno en la recuperaci¨®n econ¨®mica, y quienes consideran que la recuperaci¨®n necesita precisamente mantener altos los tipos de inter¨¦s para que siga la entrada de capitales.
Dos causas
Dos causas encuentran los expertos: las declaraciones oficiales norteamericanas sobre la temporalidad del aumento de tipos de inter¨¦s y el conocimiento de que la oferta monetaria, medida cada viernes por las cifras de dinero en manos del p¨²blico y de dep¨®sitos bancarios a la vista (lo que los t¨¦cnicos llaman la M-1), creci¨® la ¨²ltima semana mucho menos de lo esperado (400 millones de d¨®lares frente a los m¨¢s de 3.000).
Para los especuladores, esta noticia entra?a la esperanza de que, pese a los elevados d¨¦ficit p¨²blico y exterior de Estados Unidos, no ser¨¢n necesarias restricciones monetarias, que suponen siempre alza de los tipos de inter¨¦s. Las autoridades quer¨ªan que la M-1 suba este a?o del 4% al 8%, pero recientemente se revis¨® el objetivo hasta la banda 5%-9%.
Con estas correcciones y declaraciones, las autoridades parecen porosas a las crecientes llamadas de atenci¨®n sobre ciertos perjuicios de su pol¨ªtica. No s¨®lo son ya otras grandes potencias occidentales quienes reclamaron en la cumbre de Williamsburg cortar los movimientos err¨¢ticos del d¨®lar que tanto perjudican a sus econom¨ªas. Exportadores, constructores de casas y otros importantes sectores econ¨®micos (tambi¨¦n el cierre de mercados y el alto coste del dinero ha empezado a da?ar a la siderurgia, la m¨¢quina-herramienta y amenaza al autom¨®vil y a la electr¨®nica) se unen en las ¨²ltimas semanas para dar la voz de alarma.
La recuperaci¨®n econ¨®mica, carro de la europea, se ha desacelerado, aunque parece que no tanto como dicen las voces de alarma. Ayer mismo se public¨® que la producci¨®n industrial creci¨® en julio el 1,8% sobre junio, cuando se esperaba el 1,3%.
Tambi¨¦n en Espa?a, donde desde esferas oficiales se comparti¨® la pasada primavera un optimismo internacional sobre el techo del d¨®lar que los hechos no corroboraron, hay quienes no comparten las previsiones de baja. Se?alan ¨¦stos que el fin de la campa?a tur¨ªstica, si no se consolida el aumento de las exportaciones, har¨¢, tras septiembre, mayor que otros a?os la tendencia a la depreciaci¨®n de la peseta, sobre todo contra las monedas europeas, con las que ha sido estable.
Opini¨®n de Velasco
El secretario de Estado de Comercio, Luis Velasco, declar¨® ayer a este peri¨®dico que se considera incapaz de dar un pron¨®stico. Aunque confirm¨® que el Gobierno concretar¨¢ en septiembre un plan de fomento de las exportaciones (subvenci¨®n de inter¨¦s, m¨¢s cr¨¦ditos y seguros, etc¨¦tera), dijo que no se intenta con ello afianzar la apreciaci¨®n de la peseta.
Junto a los sectores exterior y p¨²blico, tendr¨¢ decisiva influencia ante el d¨®lar el mercado monetario, donde el Gobierno quiere que las disponibilidades crezcan los pr¨®ximos meses del 6% al 9% y ayer la entrada en vigor del alza de coeficientes de caja bancarios fue recibida con un ligero alza de los tipos de inter¨¦s, superiores ya al 25% en las subastas de dinero del Banco de Espa?a y en los pr¨¦stamos entre bancos.
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