El Gobierno que necesita Chile
El derrumbamiento del r¨¦gimen fascista en Chile es inexorable. Nada ni nadie podr¨¢ evitar la ca¨ªda del tirano. Ha reorganizado, una vez m¨¢s, su Gobierno con el af¨¢n de apuntalarse. Pero ya no hay puntal que valga. El nuevo ministro del Interior ha debutado con decenas de muertos. La ola de indignaci¨®n levantada por los cr¨ªmenes del r¨¦gimen demuestra que el camino de la represi¨®n no hace m¨¢s que acortar sus d¨ªas.Por eso, algunos de sus partidarios le ruegan una suerte de apertura que opere inmediatamente; otros, todav¨ªa m¨¢s despistados, le aconsejan que concrete y aplique un cronograma que d¨¦ la seguridad de que en 1989 entregar¨¢ el poder a otras manos. Pero ni estas ni otras maniobras podr¨¢n evitar el fin de la dictadura.
Pinochet es ya hombre al agua. Cu¨¢ndo caer¨¢ al agua es asunto que no se puede predecir exactamente. Este momento puede estar pr¨®ximo si todos los opositores nos concentramos en la lucha y en la unidad del pueblo.
El tipo de Gobierno que surgir¨¢ luego del derrumbe de la dictadura tampoco puede ser predicho. Ello depende de una serie de factores. En la oposici¨®n hay gente que quiere un Gobierno a su imagen y semejanza.
Algunos se esmeran en subrayar que en el pr¨®ximo Gobierno no debe estar el partido comunista, al cual marginan desde ya mismo en los proyectos y combinaciones de c¨²pulas, que constituyen con distintos nombres.
Nosotros no propugnamos un Gobierno ideal a gusto de nuestro paladar. Tenemos en cuenta la realidad pol¨ªtica y la magnitud de los problemas y de las tareas que se plantear¨¢n en el per¨ªodo posfascista, que ser¨¢n eminentemente de reconstrucci¨®n nacional, de justicia, de cambios sociales y de democratizaci¨®n del pa¨ªs en todas las esferas.
Estamos ciento por ciento seguros de que tales tareas requerir¨¢n del concurso de todas las fuerzas que est¨¢n hoy en la oposici¨®n al fascismo, sin excluir a nadie. Por eso luchamos por la formaci¨®n de un Gobierno que re¨²na en s¨ª dos cualidades esenciales: por una parte" su amplitud; por otra, su car¨¢cter democr¨¢tico, progresista y realizador. Un Gobierno que no re¨²na plenamente estas condiciones no tendr¨¢ el respaldo suficiente y puede, qui¨¦rase o no, llevar al pa¨ªs a un per¨ªodo de gran inestabilidad.
La ferocidad de la matanza de la semana pasada es una lecci¨®n. Demuestra que toda soluci¨®n pasa en Chile, ineludiblemente, por la salida de Pinochet; que con ¨¦l no cabe di¨¢logo alguno. Y demuestra tambi¨¦n que en las jornadas de protesta se viene forjando la acci¨®n conjunta de todos los que est¨¢n por la libertad. Aprender a fondo esta lecci¨®n debe conducir a un entendimiento para darle a Chile un Gobierno capaz de abordar y realizar la reconstrucci¨®n democr¨¢tica.
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