La URSS y la desmilitarizaci¨®n del espacio

Andropov ha aprovechado la vis?ta de un grupo de senadores dem¨®cratas norteamericanos para lanzar lo que se llama en Mosc¨² "una nueva iniciativa de paz". Al recibirlos el jueves 18 de agosto, en el Kremlin, les anuncio, en efecto, que la Uni¨®n Sovi¨¦tica hab¨ªa decidido observar una moratoria unilateral en lo relativo a la puesta en ¨®rbita de armas antisat¨¦lites y respetar esta moratoria "tanto tiernpo como los otros Estados, Estados Unidos incluido, se abstengan de colocar en el espacio todo tipo de arma antisat¨¦lite". El n¨²mero uno sovi¨¦tico ha propuesto igualmente la iniciaci¨®n de negociaciones dirigidas "a resolver de manera radical la cuesti¨®n de los armamentos antisat¨¦lites, a llegar a un acuerdo sobre la liquidaci¨®n de los sistemas e xistentes y sobre la creaci¨®n de nuevos sistemas". Mosc¨², siempre seg¨²n Andropov, har¨¢ propuestas detalladas sobre el tema este pr¨®ximo oto?o,en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.Las propuestas de Andropov han sido acogidas con reservas, primero por sus interlocutores y despu¨¦s por el Departamento de Estado. Desde luego, se dice en Washington, se examinar¨¢n con inter¨¦s y seriedad -?acaso no hab¨ªa consagrado Reagan, en marzo pasado, todo un discurso a la guerra de las estrellas"?, pero, desde ahora est¨¢ claro que un acuerdo sobre las armas antisat¨¦lites plantear¨¢ problemas de verificaci¨®n y control muy espinosos. Vendr¨ªa a completar el tratado de 1967 sbbre la prohibici¨®n de enviar armas nucleares al espacio.

Una serie de datos obliga a acoger con prudencia las declaraciones de Andropov. Pr¨¢cticamente, desde el comienzo de la conquista del espacio, la URSS se ha interesado por su utilizaci¨®n con fines militares. Lleva ya doce a?os experi¨ªnentando regularmente con armas antisat¨¦lite, cuya finalidad, en caso de conflicto, ser¨ªa la de destruir los sat¨¦lites de observaci¨®n y de transmisi¨®n del adversario.

En estas condiciones, la morator¨ªa unilateral decretada por la URSS no la penalizar¨ªa demasiado. No suceder¨ªa lo mismo con Estados Unidos, que ha entrado m¨¢s tarde en la lucha contra.los sat¨¦lites. Por lo dem¨¢s, no es en absoluto pura coincidencia que. el Pent¨¢gono se apreste a someter a prueba este oto?o, por vez primera, un arma antisat¨¦lites de tipo nuevo: no un sat¨¦lite de ¨¦fectos mort¨ªferos, como la URSS, sino cohetes lanzados desde aviones volando a gran altura. De ah¨ª a pensar que los sovi¨¦ticos han buscado poner en un apuro a los norteamericanos no hay m¨¢s que un paso, que Washington est¨¢ tent ado de dar.