Walesa sale a hombros en Gdansk, mientras el viceprimer ministro polaco era abucheado
Los trabajadores polacos del astillero Lenin de Gdansk sacaron a hombros al l¨ªder sindical Lech Walesa y abuchearon al viceprimer ministro, Mieczyslaw Rakowski, quien hab¨ªa acudido a la ciudad b¨¢ltica para mantener un encuentro con los trabajadores. El viceprimer ministro se present¨® en Gdansk cuando se cumplen tres a?os de las huelgas de agosto, que provocaron el nacimiento del sindicado independiente Solidaridad, que hoy est¨¢ prohibido y reducido a la clandestinidad.
En un principio se cre¨ªa que la reuni¨®n tendr¨ªa lugar s¨®lo con los militantes del partido comunista que trabajan en el astillero, pero, al permitirse la entrada libre a los trabajadores que quisieran asistir, la sala se convirti¨®, para Rakowski, en una aut¨¦ntica boca del lobo.Los obreros aplaudieron a Walesa y hubo gritos a coro de "So-Ii-da-li-dad-". El viceprimer ministro fue recibido con gritos por los trabajadores, hubo abucheos y pateos, que impidieron a Rakowski tomar la palabra.
Desde la sala se transmit¨ªa al exterior la reuni¨®n, pero durante un rato se cortaron los altavoces. Unos centenares de obreros escuchaban fuera porque la sala estaba llena. Rakowski habl¨® una hora y atac¨® a Solidaridad. Dijo que era "un partido pol¨ªtico que quer¨ªa desmantelar los cimientos del Estado". El viceprimer ministro, que durante la existencia legal del sindicato independiente dialog¨® en muchas ocasiones con Walesa, dijo tambi¨¦n que Solidaridad "es una fuerza, destructora de las conquistas logradas en la Polonia popular". En medio de gritos, Rakowski calific¨® a Walesa de "m¨ªster tortuga", en alusi¨®n a su apoyo a la huelga de trabajo lento, la huelga italiana, como la llaman en Polonia. Las palabras de Rakowski provocaron nuevos pateos y alg¨²n insulto.
Despu¨¦s de una pausa de 15 minutos, los obreros del astillero pudieron preguntar a Rakowski. Walesa aprovech¨® la ocasi¨®n y plante¨® al v¨ªceprimer ministro la necesidad de sentarse a dialogar en una misma mesa para evitar los enfrentamientos. Despu¨¦s, Walesa propuso que el pr¨®ximo 31 de agosto, tercer aniversario de la firma de los acuerdos de Gdarisk, el Gobierno y representantes obreros lleven juntos flores ante el monumento a los muertos de diciembre de 1970, a las puertas del astillero. Rakowski respondi¨® que "no veo posibilidad de sentarnos en la misma mesa que Solidaridad".
Excluidos de la amnist¨ªa
Las palabras de Rakowski fueron recibidas con abucheos y pateos, hubo gritos de "queremos sindicatos libres" y "libertad para los presos de la comisi¨®n nacional", con lo que se hac¨ªa referencia a los siete dirigentes de Solidaridad que han sido excluidos de la amnist¨ªa.Rakowski dijo que "Solidaridad no existe", y se origin¨® un nuevo tumulto, con gritos de "Solidaridad est¨¢ aqu¨ª". Una frase de Rakowski sobre que ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa cre¨ªdo en Solidaridad fue acogida con carcajadas. El encuentro concluy¨® a las 7 de la tarde; los obreros sacaron a Walesa en hombros y coreaban ante Rakowski el nombre del l¨ªder sindical.
Los trabajadores llegaron, con Walesa a hombros, al monumente a los muertos de diciembre de 1970, y all¨ª cantaron el himno nacional Despu¨¦s se dispersaron sin mayores incidentes.
El portavoz del Gobierno polaco, Jerzy Urban, que hab¨ªa ido a Gdansk a organizar la visita de Rakowski, achac¨® lo ocurrido al "comportamiento vulgar de unas decenas de personas que han acompa?ado a Walesa".
El error de c¨¢lculo de las autoridades polacas ha devuelto a Walesa en unas horas un protagonismo pol¨ªtico que estaba camino de perder. Los incidentes de ayer demuestran la escasa influencia de la propaganda oficial, que a lo largo de los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªa atacado con todos sus medios a Walesa, sin conseguir disminuir su popularidad.
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