Quejas por falta de asistencia en los pueblos ribere?os del Nervi¨®n
La impresi¨®n de sentirse vivos y de "haber sido abandonados por todos", eran las impresiones compartidas por los habitantes de las poblaciones vizca¨ªnas que, con las primeras luces del d¨ªa, se lanzaron ayer a la calle para habil¨ªtar las m¨ªnimas condiciones de vida en las localidades, aisladas por el agua e incomunicadas hasta la tarde del domingo.
Largas colas de veh¨ªculos esperaban los trabajos de desescombrado y tendido de puentes, a cargo del Ej¨¦rcito, en la carretera de acceso entre Bilbao, Guernica y pueblos de la costa incluido Bermeo, en cuya ruta coincid¨ªan, a medio d¨ªa de ayer, un grupo de periodistas, a bordo de un convoy del Ej¨¦rcito, y el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, acompa?ado del diputado general de la provincia y representantes de la Administraci¨®n Aut¨®noma. En su encuentro con la prensa, el diputado general, Jos¨¦ Mar¨ªa Makua, visiblemente excitado, juzg¨® "carentes de sentido" las cr¨ªticas de los vecinos, mientras Garaikoetxea le calmaba y reiteraba su "reconocimiento a todas las fuerzas de seguridad del Estado y a todas las personas con o sin uniforme que han volcado sus esfuerzos en las labores de ayuda y socorro".
F¨¢bricas inundadas, maquinarias y veh¨ªculos convertidos en chatarra, muros y barandillas destru¨ªdos, entre el lodo y toda clase de objetos, es el paisaje desolador que, a la salida de Bilbao, ofrece la carretera general de acceso a San Sebasti¨¢n. Equipos de trabajadores se afanaban por salvar parte del equipamiento de empresas como Pirelli, Firestone y Aceros Especiales Echevarr¨ªa, que se asientan en el cintur¨®n industrial de la cuenca alta del Nervi¨®n.
Arrigoriaga
Sin luz, sin tel¨¦fono, y apenas agua la poblaci¨®n de Arrigorriaga se aprestaba ayer a recibir los primeros alimentos llegados desde el exterior, despu¨¦s de que la v¨ªspera un cami¨®n aljibe del Ej¨¦rcito les calmara la sed, tres d¨ªas despu¨¦s del inicio de la tragedia. Varias casas estaban derruidas y otras dejaban ver el esqueleto interior de las viviendas."Es una ruina total", afirma Patxi Ochoa, el alcalde de la poblaci¨®n, que tiene 8.000 vecinos. Las f¨¢bricas establecidas en la localidad, la galletera de Artiach, Papelera Vizca¨ªna (antigua Papelera Espa?ola) y un sinfin de peque?os talleres han quedado destrozadas, as¨ª como urbanizaciones recientes, las escuelas, otros edificios, adem¨¢s de la p¨¦rdida de ganado. "Tenemos toda la industria desarmada y las familias que viv¨ªan en pisos bajos y los comerciantes han perdido todo, comenta el alcalde. "Aqu¨ª no nos ha ayudado nadie, ni Protecci¨®n Civil ni los diferentes equipos dependientes de la Administraci¨®n Aut¨®noma o del Estado". Los intentos de ayuda han sido infructuosos, a juicio del alcalde, "por falta de rnedios", inclu¨ªda la presencia de la Guardia Civil.
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