Pactos y desafueros en Navarra
LAS ELECCIONES auton¨®micas celebradas el pasado 8 de mayo arrojaron en Navarra unos resultados que hicieron presagiar, desde el primer momento, graves dificultades para la formaci¨®n de un Gobierno con mayor¨ªa parlamentaria. En esas elecciones, el Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) obtuvo 20 esca?os; 13, Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN); ocho, Coalici¨®n Popular; seis, Herri Batasuna, y tres, el PNV, lo que convirti¨® a este ¨²ltimo grupo pol¨ªtico, de hecho, en el ¨¢rbitro de la situaci¨®n, ya que la anunciada inasistencia de los parlamentarios de la coalici¨®n abertzale radical a la C¨¢mara legislativa navarra se permit¨ªa romper el equilibrio existente entre los 21 diputados que en su conjunto suman UPN y Coalici¨®n Popular y los 20 del PSN. Los acontecimientos que han venido sucedi¨¦ndose en Navarra desde las pasadas elecciones no han hecho sino confirmar la dif¨ªcil gobernabilidad de esta comunidad foral; la falta de un acuerdo pol¨ªtico entre el PSN y PNV en la elecci¨®n del presidente del Parlamento, motivada por el escaso inter¨¦s demostrado por los socialistas, permiti¨® el acceso a este cargo al candidato de UPN, Balbino Bados, con el apoyo de su partido y de Coalici¨®n Popular.Pocos d¨ªas despu¨¦s de su elecci¨®n, Bados propuso al Parlamento la investidura de su compa?ero de partido, el ex procurador de las Cortes del r¨¦gimen anterior Jos¨¦ ?ngel Zubiaur, como presidente del Gobierno de Navarra. Sin embargo, Zubiaur no lleg¨® a alcanzar la mayor¨ªa parlamentaria necesaria para su nombramiento. Unos d¨ªas m¨¢s tarde encarg¨® la formaci¨®n del Gobierno al secretario general del PSN, Gabriel Urraburu, pero ¨¦ste fracas¨® en su intento de obtener el apoyo del PNV y, en consecuencia, declin¨® el encargo.
No obstante, a partir del pasado 3 de julio, fecha en la que expir¨® el plazo para la presentaci¨®n de un segundo candidato a la investidura, las fuerzas pol¨ªticas, los medios de comunicaci¨®n y la opini¨®n p¨²blica comenzaron a considerar a Urralburu como virtual presidente del Gobierno de Navarra, ya que la ley org¨¢nica de Reintegraci¨®n y Amejoramiento del R¨¦gimen Foral de Navarra, norma b¨¢sica de esta comunidad, determina en su art¨ªculo 29.3 que "si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votaci¨®n ning¨²n candidato hubiera obtenido la mayor¨ªa simple, ser¨¢ designado presidente de la Diputaci¨®n Foral el candidato del partido que tenga mayor n¨²mero de esca?os". Por su parte, el art¨ªculo 20.8 de la ley foral Reguladora del Gobierno y de la Administraci¨®n de Navarra desarrolla el transcrito art¨ªculo 29.3 del amejoramiento, estableciendo que "si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votaci¨®n ning¨²n candidato hubiera resultado investido, el presidente del Parlamento propondr¨¢ al Rey el nombramiento del candidato que designe el partido pol¨ªtico que cuente con mayor n¨²mero de esca?os. En caso de empate en el n¨²mero de esca?os, el candidato ser¨¢ designado por el partido cuya lista hubiese obtenido mayor n¨²mero de votos".
La interpretaci¨®n de estos preceptos no deja lugar a dudas: si ninguno de los candidatos propuesto por el presidente del Parlamento a la C¨¢mara obtiene el respaldo de la mayor¨ªa simple, el nombramiento tiene que recaer en la persona que designe el partido pol¨ªtico con mayor n¨²mero de esca?os. Sin embargo, tras una primera interpretaci¨®n en este sentido, tan solo cinco d¨ªas despu¨¦s, UPN abandonaba esta interpretaci¨®n y dirig¨ªa un escrito a la presidencia del Parlamento aut¨®nomo se?alando que las leyes mencionadas deb¨ªan interpretarse en el sentido de que para poder acceder a la presidencia del Gobierno de Navarra por la v¨ªa del automatismo legal era preciso haber ostentado previamente la condici¨®n de candidato a la investidura y, como l¨®gica consecuencia de tan forzada y absurda interpretaci¨®n, UPN se?alaba que la propuesta de nombramiento deb¨ªa recaer en la persona de Zubiaur, ¨²nico candidato que reun¨ªa esta condici¨®n. Por su parte, una vez transcurrido el plazo legalmente establecido, el PSN, en su condici¨®n de partido con mayor n¨²mero de esca?os en la C¨¢mara, inst¨® al presidente del Parlamento para que, en cumplimiento de lo establecido en el art¨ªculo 29.3 del amejoramiento y en el art¨ªculo 20.8 d¨¦ la ley de Gobierno, propusiera al Rey el nombramiento de su candidato, Gabriel Urralburu.
El presidente Bados, finalmente, ha accedido a la solicitud de su partido y ha propuesto al Rey el nombramiento de Zubiaur, a pesar de que en el informe emitido por los servicios jur¨ªdicos de la C¨¢mara legislativa navarra se se?alaba expresamente que la propuesta deb¨ªa hacerse en favor del candidato designado por el PSN, por ser ¨¦ste el partido con mayor n¨²mero de esca?os.
Hasta aqu¨ª los principales datos de una pol¨¦mica que amenaza con paralizar durante unos cuantos meses la formaci¨®n del Gobierno de Navarra. De ah¨ª que, a la hora de analizar con perspectiva pol¨ªtica los hechos, no resulte aventurado anticipar que el principal afectado por esta lamentable historia va a ser el ciudadano navarro, ya que la actual Diputaci¨®n Foral en funciones podr¨¢, en el mejor de los casos, resolver asuntos de tr¨¢mite o de administraci¨®n ordinaria, pero su propia naturaleza la incapacita para tomar iniciativas de importancia que puedan condicionar directa o indirectamente la actuaci¨®n del Gobierno que haya de sucederle. Y ¨¦sta resulta una cuesti¨®n importante si se tiene en cuenta, aunque sea a modo de ejemplo, que la Diputaci¨®n de Navarra administra m¨¢s de 40.000 millones de pesetas, este a?o, para un territorio que cuenta con medio mill¨®n de habitantes.
Y como lo que mal empieza mal suele acabar, el presidente Bados ha culminado el desprop¨®sito con un viaje inesperado al palacio de Marivent, en el que se present¨® el pasado jueves sin haber solicitado audiencia, con la pretensi¨®n de entregar personalmente al Rey la propuesta de nombramiento de Zubiaur. El presidente del Parlamento de Navarra, como era l¨®gico, no consigui¨® su prop¨®sito, pero evidenci¨® que si a la hora de formular su propuesta no hab¨ªa tenido inconveniente. en pasar por encima de los dict¨¢menes de los servicios jur¨ªdicos de la C¨¢mara y de la letra y del esp¨ªritu de las leyes, a la hora de hacer entrega de esta propuesta a la m¨¢s alta magistratura de la naci¨®n tambi¨¦n estaba dispuesto a saltarse a la torera las normas m¨¢s elementales del protocolo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.