Filipinas
El asesinato del se?or Aquino -Ninoy para sus innumerables seguidores- conmueve a cualquier persona medianamente informada. ?Cu¨¢nto m¨¢s a quienes vivimos y trabajamos varios a?os en ese pa¨ªs encantador por sus gentes, por su paisaje y su cultura!Comparto, pues, tambi¨¦n yo el dolor no s¨®lo de la familia Aquino, sino de los millones de ciudadanos filipinos que se sienten, una vez m¨¢s, burlados, ultrajados y pisoteados por el binomio Imelda-Marcos. Est¨¢ claro que la Bagong Lipunan o Sociedad Nueva, que inventaron al asumir arteramente poderes dictatoriales estilo Mga maton o ley de la selva, no tiene de nuevo m¨¢s que el nombre.
Dec¨ªa el doctor Rizal, padre de la patria filipina, que no hay tiranos donde no hay quien se deja tiranizar. Ojal¨¢ haya cada d¨ªa m¨¢s filipinos conscientes de su dignidad de seres humanos, libres de la miseria e ignorancia y dispuestos a morir por la defensa de los derechos humanos como Benigno Aquino. /
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