Sobre Juan Goytosolo

Escribo a usted en contestaci¨®n al art¨ªculo De la libre opini¨®n a la opinion libre, de Juan Goytisolo, publicado en su diario el pasado d¨ªa 2 de septiembre.No dudo del inter¨¦s del autor del referido art¨ªculo en favor de la democracia y de la libertad, pero ciertamente hace un flaco servicio a ¨¦stas si se presta al juego de los dem¨®cratas de post¨ªn, que creen que una verdadera democracia no necesita de un cierto grado de igualdad econ¨®mica, al comparar los reg¨ªmenes de Nicaragua o de Cuba con los del resto de las dictaduras latinoamericanas.

Por supuesto que me parecen muy lastimosos los hechos que cuenta; las persecuciones de Jorge WalIs, de Gustavo Arcos, de Ricardo Bofill, de Ren¨¦ Ariza, el asesinato de Roque Daltort o los desmanes de Sendero Luminoso y todos los dem¨¢s casos que quiera exponer.

Pero bajo ning¨²n concepto puedo admitir que diga: "Reemplazar una autocracia con otra de diferente signo no constituye, a la larga, una mejora para los, pueblos". No soy maniqueo; no creo en para¨ªsos, ni comunistas ni capitalistas.

Pero comparar ambos tipos de autocracia me parece que es elegir la alternativa de Reagan, la del desembarco en la bah¨ªa de los Cochinos, la de la agresi¨®n hondure?a, la del golpe contra Allende, la de la defensa de los valores democr¨¢ticos y occidentales contra el comunismo internacional por medios violentos como hicieran Videla, ?scar Humberto Mej¨ªa o tantos otros militares iluminados de un mesianismo, nacionalista.

Claro que ¨¦l r¨¦gimen de Fidel Castro (al menos la Prensa as¨ª lo refleja) no es un Ed¨¦n, no es el reino de las libertades y de los derechos humanos. Pero ?c¨®mo equiparar un r¨¦gimen que desde que naci¨® viene siendo agredido sistem¨¢ticamente por la primera potencia mundial con los reg¨ªmenes que, amparados por esas mismas Potencias, llevan a cabo crueles guerras sin cuartel contra sus pueblos?

?C¨®mo sostener que la victoria de la revoluci¨®n en Nicaragua o la pr¨®xima en El Salvador no suponen un paso de gigante cuando en esos pa¨ªses la opresi¨®n por parte de unas pocas familias ha,llegaao a alcanzar r¨¦cords mundiales? C¨®mo no tener en aquellos pa¨ªses iniedo a los traidores cuando cualquier d¨ªa cualquier fantoche con ansias de poder puede coger las armas y ponerse a servir al imperialismo norteamericano, como hace el tristemente famoso comandante Cero?

No es s¨®lo una cuesti¨®n de n¨²meros de muertos, es tambi¨¦n una cuesti¨®n de derecho; las leyes, de Cuba por ejemplo, pueden ser muy injustas, y el pueblo estar¨¢ obligado a cambiarlas, pero ?qu¨¦ ley ampar¨® a R¨ªos Montt o ampara a Pinochet?

?Qu¨¦ juicio se ha hecho a los 30.000 desaparecidos de Argentina? / Historiador.