Lucio Sand¨ªn o la casta torera
Plaza de Toros de Sevilla. 11 de setiembre. Buena entrada.Cinco novillos de Sayalero y Bandr¨¦s, desiguales de presentaci¨®n y juego, flojos en general, alguno inv¨¢lido; toreables. Segundo, de Torrealta, astifino, con peligro.
Emillo Oliva: oreja y vuelta. Aplausos. Lucio Sand¨ªn: ovaci¨®n y saludos. Una oreja petici¨®n de otra, dos vueltas. Fue sacado a hombros. Jaime Malaver: Aplausos. Ovaci¨®n y vuelta.
Hab¨ªa una gran expectaci¨®n en Sevilla ante la novillada de ayer: exactamente tres meses despu¨¦s de que un toro le arrancara un ojo en esta plaza -y tras un solo festejo de rodaje- volv¨ªa a la Maestranza Lucio Sand¨ªn. Nada m¨¢s abrir el portal de las cuadrillas, el p¨²blico se puso en pie para dedicarle al joven novillero madrile?o una larga ovaci¨®n, y durante toda la tarde los espectadores estaban pendientes de ¨¦l, sobre todo en los varios achuchones que sufri¨®. Pero al final de la tarde Sand¨ªn sali¨® a hombros despu¨¦s de cortar una bien merecida oreja y tras haber cumplido su promesa de volver al albero donde hab¨ªa sufrido tan grave percance. A lo largo del festejo, demostr¨® arte, valor y torer¨ªa.Frente a un p¨²blico que les ha c¨ªa menos caso, tampoco se quedaron cortos sus compa?eros de terna, que brindaron sus primeros novillos a Sand¨ªn. Emilio Oliva con un novillo muy noble y bravo pero tambi¨¦n flojo de remos, realiz¨® una aseada y bien ligada faena y cuando mat¨® de media estocada le fue concedida la oreja. Con su segundo enemigo tambi¨¦n terciado y con pocas fuerzas, empez¨® mimando la embestida con pases por alto, para luego insistir en una larga faena que termin¨® por cansar al p¨²blico y al torito; termin¨® su voluntariosa labor de un pinchazo y media estocada.
WILLIAM LYON, Sevilla
M.,
Jaime Malaver tuvo otro torito inv¨¢lido de Sayalero y Bandr¨¦s, que, como sus hermanos anteriores, recibi¨® un picotazo. El toro no ten¨ªa peligros pero se ca¨ªa cont¨ªnuamente lo cual hizo que el p¨²blico no tomase muy en serio los pases -algunos buenos- que instrument¨® Malaver. Mat¨® de un bajonazo aunque entrando bien y escuch¨® aplausos. Su ¨²ltimo novillo sali¨® con m¨¢s br¨ªo y Malaver di¨® unas muy buenas ver¨®nicas. El toro toma una vara y llega pegajoso a la muleta pero el matador sabe aguantar y dominar la ¨¢spera embestida; no fueron pases de gran calidad art¨ªstica pero, dadas las caracter¨ªsticas del bicho, s¨ª de gran valor y entrega.
Pero la indudable estrella de la tarde fue Sand¨ªn, tanto por la emoci¨®n que rodeaba su vuelta a esta plaza como por el valor y buen toreo que demostr¨®.
Desde el centro del ruedo brind¨® la muerte de su primer novillo al p¨²blico, echando encima de la montera un pu?ado de arena que hab¨ªa besado. Mas este sobrero, de Torrrealta, se revolv¨ªa r¨¢pidamente y buscaba peligrosamente el bulto, y con buen criterio Sand¨ªn opt¨® por abreviar en una torera faena de castigo, para matar de una media delantera y un descabello.
Fue en el quinto cuando vino el triunfo. Tore¨® voluntariosamente, y a veces hasta bien, por ver¨®nicas y chicuelinas, series que fueron rematadas vistosamente, aunque como en toda la tarde, su af¨¢n de arrimarse le ganar¨ªa alg¨²n achuch¨®n. Luego, al son de la m¨²sica, instrument¨® una faena muy torera, principalmente sobre la mano izquierda, aguantando mucho la incierta embestida. Fueron pases buenos y elegantes, una faena importante por los problemas del toro. Despu¨¦s de un pinchazo y una buena estocada entera, recibi¨® la oreja, con una insistencia petici¨®n de la otra; hubo una gran bronca al presidente por no concederla.
El madrile?o dio dos vueltas al ruedo; de nuevo beso un pu?ado de arena, y fue sacado a hombros mientras lloraba de emoci¨®n. Vimos tambi¨¦n a m¨¢s de un espectador con l¨¢grimas en los ojos.
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