La polic¨ªa costarricence, en estado de alerta tras la detenci¨®n de un 'etarra' que quer¨ªa eliminar a Pastora

La polic¨ªa costarricense se encuentra en estado de m¨¢xima alerta por la detenci¨®n de un ciudadano espa?ol que, al parecer, ha reconocido su pertenencia a un comando de ETA cuya misi¨®n consiste en eliminar a los m¨¢ximos dirigentes de la organizaci¨®n armada antisandinista Arde (Alianza Revolucionaria Democr¨¢tica), incluyendo a su comandante en jefe, Ed¨¦n P¨¢stora. El Gobierno concede tal importancia al caso, que lo ha incluido entre las materias amparadas por el secreto de Estado.

Por esta raz¨®n, el presidente Luis Alberto Monge rehuy¨® ayer, durante los actos conmemorativos de la independencia, ampliar la escasa informaci¨®n oficial dada a conocer la noche anterior. Reiter¨®, sin embargo, que segu¨ªa en pie todo lo relativo a la detenci¨®n de un militante de ETA y el objetivo de su acci¨®n.El ministro de Seguridad, ?ngel Edmundo Solano, que encabeza el sector m¨¢s neutralista del Gobierno costarricense y que en repetidas ocasiones se ha mostrado partidario de negociar acuerdos con los nicarag¨¹enses, declar¨® que tras la detenci¨®n de este presunto activista de ETA se ha descubierto "una verdadera tela de ara?a", con numerosas ramificaciones internacionales, que su viceministro, Johnny Campos, calific¨® de "incre¨ªbles".

Seg¨²n la escueta informaci¨®n policial, el verdadero nombre del detenido es Gregorio Jim¨¦nez Morales, aunque utilizaba tambi¨¦n pasaportes espa?oles falsificados bajo la doble identidad de Lorenzo ?vila Teijera y Jorge Z¨²?iga Varela. Oficialmente, ¨¦ste es el ¨²nico detenido hasta el momento, aunque otras fuentes policiales aseguran que el n¨²mero total de capturados se eleva a 12.

El comando ingres¨® al pa¨ªs hace seis meses, seg¨²n algunas fuentes aunque medios policiales aseguran que resid¨ªan en Costa Rica ¨²nicamente desde hace cuatro semanas.

La detenci¨®n del supuesto etarra se produjo en una casa situada en un barrio residencial al oeste de San Jos¨¦, muy cerca de la sede central de Arde y del conocido mercado de las Pulgas.

Aunque no se ha dado ning¨²n dato oficial al respecto, se cree que el hilo de la madeja arranca con el ingreso en un hospital de un salvadore?o herido por arma blanca. En el registro de su domicilio se incaut¨® abundante documentaci¨®n sobre una compleja red terrorista internacional que parece integrar a militantes de ETA, varios italianos y algunos cubanos. En esta misma casa, al parecer, fue detenido Morales.

La polic¨ªa costarricense opina que su captura alert¨® a los restantes miembros del comando etarra, haci¨¦ndoles abandonar inmediatamente el pa¨ªs. No est¨¢ claro, sin embargo, si entre los otros 11 detenidos hay alg¨²n espa?ol m¨¢s.

Las autoridades de Costa Rica entienden que con estas detenciones se pone al descubierto un plan nicarag¨¹ense concebido para introducir en la regi¨®n terroristas europeos no controlados por las polic¨ªas centroamericanas con el fin de llevar a cabo con mayor facilidad acciones de represalia contra las organizaciones antisandinistas.

Es indudable que un caso como ¨¦ste es susceptible de ser empleado de forma propagand¨ªstica en la campa?a emprendida por la Administraci¨®n Reagan para aislar al r¨¦gimen sandinista, m¨¢xime cuando el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, aparece en la Internacional Socialista como el principal valedor de las autoridades nicarag¨¹enses.

Perfiles oscuros

Es evidente tambi¨¦n que hay a¨²n muchos perfiles oscuros en el asunto, pero algunos observadores conceden especial importancia al hecho de que haya sido precisamente el ministro Solano quien lleve las riendas del caso, lo que parece dar mayor credibilidad a la informaci¨®n.Entre Nicaragua y Costa Rica existe, en cualquier caso, un conflicto, que se ha agudizado desde que dos aviones de Pastora bombardearan la semana pasada instalaciones militares de Managua. Los sandinistas insisten en que los aviones salieron de suelo costarricense, en tanto que San Jos¨¦ lo niega. Parece que en una reciente reuni¨®n de la comisi¨®n mixta de seguridad de ambos pa¨ªses, el viceministro Campos inform¨® a su contraparte nicarag¨¹ense de que ten¨ªa conocimiento de qu¨¦ Pastora pose¨ªa una pista de aterrizaje dentro de Nicaragua, a lo que respondieron los sandinistas que ellos hab¨ªan descubierto no una, sino cuatro.

Hace unos meses, un joven nicarag¨¹ense que se hac¨ªa pasar por militante de Arde muri¨® al estallarle en su coche una bomba que, seg¨²n la polic¨ªa, iba a colocar en el bunker de Pastora, en las afueras de San Jos¨¦. Se trataba, seg¨²n esta informaci¨®n, de un agente sandinista infiltrado. En su poder se encontraron planos tan detallados del edificio, que inclu¨ªan la ubicaci¨®n de las plantas.

La polic¨ªa de San Jos¨¦ cree que tras el fracaso de este operativo se ha instrumentado la cooperaci¨®n de otros grupos terroristas europeos, ETA entre ellos.

En varias ocasiones, altos responsables de la lucha antiterrorista espa?ola denunciaron colaboraciones entre ETA y el r¨¦gimen sandinista. Varios comandos estaban entren¨¢ndose en Nicaragua, afirmaban, aunque nunca se presentaron pruebas s¨®lidas.

Durante la Conferencia de Pa¨ªses No Alineados celebrada en Managua el pasado mes de mayo, el representante oficial del PSOE, Txiki Benegas, plante¨® este tema al comandante Bayardo Arce en el curso de una audiencia privada. ?ste garantiz¨® que no hab¨ªa activistas de ETA entren¨¢ndose militarmente en el pa¨ªs.

Para evitar posibles tentaciones, que colocar¨ªan a su Gobierno en dif¨ªcil situaci¨®n con otros pa¨ªses amigos, como Espa?a, asegur¨® que se hab¨ªa decretado la prohibici¨®n de que ingresasen en el Ej¨¦rcito sandinista personas que no fueran de nacionalidad nicarag¨¹ense.

En un momento de la conversaci¨®n, y tras la exposici¨®n hecha por Benegas acerca de las leyes auton¨®micas, Bayardo lleg¨® a ofrecerse como posible mediador entre el Gobierno de Madrid y la organizaci¨®n terrorista vasca. Benegas subray¨® que, en cualquier caso, una eventual colaboraci¨®n con ETA cortar¨ªa de inmediato cualquier ayuda del Gobierno socialista espa?ol a los sandinistas.