Saint Kitts y Nevis, un nuevo Estado en el Caribe
Despu¨¦s de 15 a?os como Estado asociado al Reino Unido, Saint Kitts y Nevis llega a la independencia dentro del seno de la Commonwealth. Una nueva Constituci¨®n, de car¨¢cter federativo, intentar¨¢ mantener unidas a estas dos islas, que se han caracterizado ¨²ltimamente por sus desacuerdos en pol¨ªtica interna.Las islas de Saint Kitts y Nevis y el islote deshabitado de Sombrero se encuentran localizadas en el Caribe, concretamente en el arco de las Peque?as Antillas. A ellas estaba ligada administrativamente la peque?a isla de Anguilla (90 kil¨®metros cuadrados y 7.000 habitantes), !a cual no quiso subirse al tren que las llevaba conjuntamente a la independencia. Este motivo fren¨® el proceso, debido principalmente a que Saint Kitts quer¨ªa suficientes garant¨ªas de su metr¨®poli (Londres) de que Anguilla no tuviera acceso luego por s¨ª sola a la independencia, teniendo que continuar como colonia brit¨¢nica o incorporarse posterior y definitivamente al Estado de Saint Kitts y Nevis.
Otros problemas complicaron m¨¢s la llegada de la independencia, pues la renuncia de los nevinianos a formar parte de un Estado conjuntamente con Saint Kitts, debido principalmente a la poca atenci¨®n que ha prestado ¨¦sta a la peque?a isla de Nevis, y la muerte del premier Robert Bradshaw (1978), principal promotor de la independencia de Saint Kitts, fueron motivos m¨¢s que suficientes para ir retrasando el traspaso de poderes, que se inici¨® en 1975.
Los problemas de representatividad o reivindicativos entre las dos islas siempre han estado a la orden del d¨ªa. Es ahora, con la creaci¨®n de un Estado federal democr¨¢tico, con una nueva Constituci¨®n y, sobre todo, con la independencia, cuando tendr¨¢n que intentar ambas islas mantenerse m¨¢s unidas que nunca.
Las islas de Saint Kitts y Nevis, 175 y 95 kil¨®metros cuadrados, respectivamente, son de origen volc¨¢nico. Ambas son monta?osas, pero sus cumbres no superan, en su mayor¨ªa, la cota de los 900 metros de altitud. El istmo que da lugar a la pen¨ªnsula del Gran Estanque, situada al sureste de Saint Kitts, es la ¨²nica parte del pa¨ªs totalmente llana. El clima es tropical, ligeramente h¨²medo, oscilando las temperaturas entre los 23? y 32? cent¨ªgrados. Los habitantes de Saint Kitts y Nevis son, en su mayor¨ªa, de origen africano, descendientes de los esclavos llevados a esta zona durante los siglos XVII y XVIII para cultivar las plantaciones.
La mayor parte de la poblaci¨®n del pa¨ªs reside en la isla principal, Saint Kitts, de 50.000 habitantes, de los que alrededor de 17.000 se concentran en la capital, Basseterre. En la isla de Nevis residen alrededor de 15.000 personas; en su capital, Charlestown, lo hacen aproximadamente 2.000, manteniendo los peque?os pueblos que circundan la isla una media entre 500 y 600 habitantes. La emigraci¨®n es considerable, siendo los principales pa¨ªses elegidos Trinidad-Tobago, el Reino Unido y la Rep¨²blica Dominicana.
Econom¨ªa agraria
La econom¨ªa gira en torno a la agricultura: la ca?a de az¨²car, en Saint Kitts, y el coco y el algod¨®n, en Nevis, son los productos m¨¢s explotados. La ca?a de az¨²car, principal producto del pa¨ªs (3 8.992 toneladas en 1978), domina ampliamente el sector, siendo Saint Kitts, conjuntamente con Barbados, la isla m¨¢s productora de az¨²car de todas las Peque?as Antillas. Si Saint Kitts es la isla floreciente y con perspectivas econ¨®micas m¨¢s o menos aceptables, Nevis es todo lo contrario. Las plantaciones de cocos, bananas y ca?a de az¨²car son cada vez menos explotadas, y alguna de ellas ha cesado por completo, debido a la poca colaboraci¨®n y asistencia prestada por Saint Kitts.
En los ¨²ltimos a?os, el sector tur¨ªstico ha aumentado considerablemente, incluso m¨¢s de lo previsto (22.200 visitantes en 1978), aportando divisas que servir¨¢n para paliar un poco el desequilibrio existente en la balanza de pagos. El centro de atracci¨®n tur¨ªstico lo posee principalmente la isla de Nevis, y hacia ella van dirigidos los esfuerzos del Gobierno para atraer al empresario extranjero a invertir en la isla.
El futuro del nuevo Estado depende en gran manera de la relaci¨®n entre ambas islas, por lo que la colaboraci¨®n ha de ser la constante para conseguir un equilibrio arm¨®nico suficiente para el buen desarrollo del pa¨ªs.
La nueva geopol¨ªtica
La fr¨¢gil situaci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social de las Peque?as Antillas, la proliferaci¨®n de micro-Estados formados por una o dos islas, ha creado una situaci¨®n geogr¨¢fico-pol¨ªtica nueva en la zona. Las sucesivas independencias de muchas de las peque?as islas caribe?as (Trinidad-Tobago, 1962; Barbados, 1966; Granada, 1974; Dominica, 1978; Santa Luc¨ªa, 1979; San Vicente-Granadinas, 1979; Ahtigua-Barbuda, 1981; Saint Kitts-Nevis, 1983) se caracterizan por una inestabilidad econ¨®mica y social, as¨ª como por una dependencia psicol¨®gica y cultural hacia su ex metr¨®poli.
Sus peque?as y limitadas extensiones, debido al car¨¢cter insular del territorio, agudizan los problemas demogr¨¢ficos y de explotaci¨®n del suelo. El desarrollo econ¨®mico va encaminado generalmente a la explotaci¨®n agr¨ªcola de monocultivo, con el consecuente riesgo que supone la explotaci¨®n de un solo producto dedicado a la exportaci¨®n. As¨ª, las buenas cosechas de ca?a de az¨²car y bananas, principales cultivos de la zona, dependen en gran manera tanto de la calidad y cantidad del producto como de factores supranacionales, fluctuaci¨®n constante en el mercado internacional del precio de estos productos y de los fen¨®menos catastr¨®ficos, tanto clim¨¢ticos (huracanes, ciclones) como geol¨®gicos (se¨ªsmos, erupciones volc¨¢nicas), que suelen afectar a esta regi¨®n.
Aunque la independencia en asuntos de pol¨ªtica interna y externa es m¨¢s o menos respetada, ¨¦sta se ve sensiblemente frenada debido a la dependencia econ¨®mica. En muchos de los peque?os Estados del mundo, la econom¨ªa sigue en manos de colonos, manteniendo sus plantaciones, o empresas y multinacionales directa o indirectamente ligadas a la metr¨®poli u otras potencias econ¨®micas.
Por lo general, el Gobierno del nuevo Estado independiente tendr¨¢ acceso al poder sin tener un control total de la econom¨ªa interna del pa¨ªs. La herencia colonial est¨¢ bien asentada y se resiste a perder sus posiciones y privilegios. A la vez, muchas pol¨ªticas gubernamentales acceden a crear para¨ªsos fiscales con grandes ventajas financieras para atraer el capital extranjero, beneficiando a unos pocos.
La fragmentaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica por la que atraviesa con cretamente la zona del Caribe, con tribuyendo a un mayor desequilibrio interno, da como resultado la aparici¨®n de peque?os grupos revolucionarios (MND, en Dominica; Yulimo, en San Vicente-Granadinas; MAN, en Barbados, y la misma revoluci¨®n en Granada en 1979), convirti¨¦ndose en una regi¨®n altamente inestable. La gran importancia estrat¨¦gica que a nivel intercontinental posee la regi¨®n, concretamente para EE UU, que quiere mantener la supremac¨ªa total en el mar del Caribe (su particular mar Mediterr¨¢neo), agravar¨¢ todav¨ªa m¨¢s la situaci¨®n interna de estos peque?os Estados.
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