Concentraci¨®n de especialistas y escritores en la discusi¨®n sobre novela policiaca y cine en el certamen donostiarra
Excepto animaci¨®n, de todo hay en San Sebasti¨¢n. Lo cierto es que ya nadie comenta las ausencias, y hasta la presencia prometida de John Travolta para la proyecci¨®n de Staying alive te deja indiferente. Resignados a que aqu¨ª no pase nada, quienes permanecernos en el certamen nos dedicamos a otear vanamente los enclaves de rigor y saborear la cocina vasca, ¨²ltimo reducto del cin¨¦filo desconsolado.En la mesa redonda dedicada a las relaciones entre la novela policiaca y el cine -dentro del ciclo que viene realiz¨¢ndose anualmente sobre cine y literatura-, hay que destacar el n¨²mero de ponentes, tan absolutamente exagerado y glorioso, en su mayor parte, que sembr¨® el desmelene y hasta el desconcierto a la hora de llegar al fondo de la cuesti¨®n.
La presencia estelar de Patricia Highsmith -que habl¨® muy poco, en parte porque no la dejaron y en parte porque es as¨ª de su natural-, la contribuci¨®n de personajes como Fernando Savater, Samuel Fuller, Jorge Mart¨ªnez Reverte, Monte Hellman, el historiador Julian Symons, Juan Tebar, Vicente Molina Foix, Francisco Garc¨ªa Taibo, Guillermo Cabrera Infante, Rom¨¢n Gubern, Andreu Mart¨ªn o Juan Madrid... Todo ello dio un car¨¢cter fallero al encuentro, pero rest¨® oportunidad y, sobre todo, tiempo para desarrollar las pocas ideas interesantes y aut¨¦nticamente relacionadas con el motivo de la reuni¨®n que surgieron como brotes aislados entre el alarde de erudici¨®n in¨²til que supuso en general la mesa redonda.
Ricardo Mu?oz Suay actu¨® como presentador, y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n lo hizo en calidad de moderador, ejercitando el ¨²ltimo sus dotes de humorista resignado en cuanto momento le fue posible. Las intervenciones m¨¢s brillantes, y tambi¨¦n las m¨¢s acertadas, estuvieron a cargo de Savater, Molina Foix y Gubern. El primero diferenci¨® al detective, tanto de novela como de pel¨ªcula -aunque confes¨® su preferencia por el cine negro, por encima de la literatura del mismo g¨¦nero-, en dos tipos: aristado y redondo, definiendo tanto los m¨¦ritos profesionales como las caracter¨ªsticas f¨ªsicas. De alguna manera estaba distinguiendo entre el h¨¦roe hammetiano a lo Spade o Marlowe y el tipo m¨¢s paternal y frustrado, m¨¢s interiorizante, que podr¨ªa representar el Gene Hackman de La noche se mueve.
Por su parte, Molina Foix y Gubern incidieron, particularmente, en la aportaci¨®n que el cine ha supuesto para una iconograf¨ªa de lo negro, con especial hincapi¨¦ en la contribuci¨®n que la fotograf¨ªa en blanco y negro, de luces y sombras, la de oscuros y tinieblas, aport¨® a unas pel¨ªculas que fueron, b¨¢sicamente, un documento urbano. Patricia Highsmith -que durante el acto recibi¨® el Euskadi de Plata que le otorgaron los libreros vascos- aprovech¨® para explicar que nunca conoci¨® personalmente a Hitchcock, a pesar de que Extra?os en un tren fue adaptada para el cine por el maestro del suspense; tambi¨¦n dijo que el cine debe nutrirse de historias y que eso pone una esperanza para los escritores, aunque aconseja a ¨¦stos que introduzcan en sus contratos una cl¨¢usula previa que les permita controlar el gui¨®n.
Samuel Fuller, que ha sido periodista y novelista policiaco tambi¨¦n, se refiri¨® a su propia experiencia como director, al hecho de que Hollywood suele comprar novelas interesantes para tratarlas despu¨¦s como si de p¨¢ginas en blanco se tratara -es decir, traicion¨¢ndolas-, y al placer que le produjo participar m¨ªnimamente como actor en una pel¨ªcula, El amigo americano, de Wim Wenders, en donde interpret¨® un peque?o papel. Andreu Mart¨ªn se quej¨® de que el cine adapte novelas policiacas en lugar de pedir a los escritores guiones originales, y Guillermo Cabrera Infante, despu¨¦s de contar que para ¨¦l primero fue la imagen que el verbo, se remont¨® a su m¨¢s tierna infancia para referir que su primer recuerdo cinematogr¨¢fico est¨¢ relacionado con Cara cortada, la obra maestra de Howard Hawks, con Paul Muni en el papel de Scarface.
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