Un futuro llamado AHM

"Mis hijos son ya mayores. Est¨¢n en el paro, pero ya no podr¨¢n entrar en AHM". En la frase se resume el futuro de Sagunto, el futuro de Altos Hornos del Mediterr¨¢neo. Tradicionalmente, los hijos de los trabajadores de la sider¨²rgica valenciana ingresaban, al llegarles la edad, en la misma f¨¢brica donde hab¨ªan trabajado sus padres y hasta sus abuelos.Hoy ese futuro se les escapa de las manos. Los j¨®venes de Sagunto, los ni?os que acuden a las asambleas en el campo de f¨²tbol, con sus camisetas con el TBC para Sagunto, no tendr¨¢n ese futuro asegurado que hasta hace muy poco ten¨ªan pr¨¢cticamente todos los saguntinos. Lo saben ellos y lo saben las, mujeres que incansablemente han recorrido las, ciudades espa?olas pidiendo solidaridad y firmas para conseguir esas 500.000 que necesitan para que el Parlamento debata el decreto de reconversi¨®n. Lo saben tambi¨¦n los industriales, los due?os de los bares, de los peque?os y grandes comercios de Sagunto.

Las gentes de Sagunto pasan ante la factor¨ªa, alrededor de la cual se api?a el pueblo, y piensan en el d¨ªa en que desaparezcan esos muros, los, camiones dejen de entrar y salir con su carga y por la calle bordeada de ¨¢rboles dejen de acudir los obreros al trabajo. No hay otras salidas en Sagunto, salvo la f¨¢brica, ahora amenaza da de muerte. Por eso, las razones que se esgrimen en Madrid para cerrar la factor¨ªa suenan lejanas y nadie cree en las promesas de nuevos puestos de trabajo alternativos.

"Toda mi vida he trabajado en esto. ?Qu¨¦ trabajo van a darme ahora, y donde est¨¢?". Nadie lo sabe. Los del 28 lo repet¨ªan incansablemente, con la carta de despido -posteriormente anulada- en su bolsillo, en el ¨²ltimo d¨ªa que acudieron a trabajar al tren estructural. Hab¨ªa que seguir produciendo lo que fuese, no parar el tren, convertido ahora en s¨ªmbolo. "Si dejamos que nos lo cierren, despu¨¦s cerrar¨¢n el resto de las instalaciones".

Y en la ¨²ltima asamblea, cuando Miguel Campoy trataba de con vencer a los saguntinos de aceptar la propuesta del INI de paralizar el tren, cuando con gesto adusto, sin apenas mover un m¨²sculo de su cara, ped¨ªa que aceptaran, al guien intervino despu¨¦s para recordar que. "si cedemos, jam¨¢s podr¨¢n trabajar los j¨®venes, ser¨¢ la muerte lenta de AHM". Fue la in tervenci¨®n m¨¢s aplaudida, y en los dirigentes sindicales apareci¨® el temor de que la situaci¨®n fuese nuevamente desbordada, que aquella asamblea les arrastrara hacia un callej¨®n sin salida.

Miguel Campoy tom¨® la decisi¨®n de que s¨®lo votaran los trabajadores para, lo hab¨ªa dicho, unos minutos antes, "enterrar con dignidad el tren 28". Fue la ¨²nica vez que se impidi¨® participar a las mujeres y a los j¨®venes sin trabajo. Nadie sabe cu¨¢l hubiera sido el resultado si la asamblea en pleno hubiera participado en la votaci¨®n.