Derecha pol¨ªtica y derecha real

Una serie de hechos en apariencia irrelevantes empieza a demostrar lo que en esta secci¨®n se viene diciendo ¨²ltimamente: la derecha pol¨ªtica no representa con la fidelidad necesaria la derecha real. O la derecha real no se siente eficazmente representada por la derecha pol¨ªtica. En el fondo -y desde las segundas elecciones generales del posfranquismo- la derecha pol¨ªtica ha sido una inversi¨®n tan voluminosa como infecunda para la banca. Y esto favorece la impresi¨®n de que la derecha real se ha adaptado deficientemente al tr¨¢nsito de la democracia org¨¢nica a la democracia sin adjetivo cualificado.( ... ). En los esca?os del antiguo r¨¦gimen parlamentario se ve¨ªa a una gran variedad de uniformes eclesi¨¢sticos y militares, y muchos rostros vinculados a las grandes empresas y a los grandes complejos financieros. Ahora es distinto. La pol¨ªtica se ha profesionalizado, y las listas electorales se confeccionan a base de pol¨ªticos. ( ... ). Pero ?se sienten eficazmente representados por sus pol¨ªticos? El fortalecimiento del corporativismo empresarial -un planeta subsidiario de la constelaci¨®n financiera- y las reacciones defensivas del corporativismo eclesial, m¨¢s el aislamiento creciente del Ej¨¦rcito, facilitan el di¨¢logo directo entre el Gobierno y esas fuerzas sociales, de espaldas, a veces, de la derecha parlamentaria.Lo antedicho tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado, origina mayor fluidez en las relaciones sociales, mientras estimula la tarea conservadora de crear aceleradamente una derecha pol¨ªtica. ( ... ). Las fuerzas pol¨ªticas se hacen sobre la marcha, sintonizando con sectores sociales. Y defendi¨¦ndolos. Y ocurre as¨ª que la derecha real -Ej¨¦rcito, Iglesia, banqueros y empresarios-, m¨¢s que aproximarse a la derecha pol¨ªtica, ven c¨®mo la derecha pol¨ªtica intenta aproximarse a ellos. Los esfuerzos del se?or Fraga por comprender y justificar determinadas actitudes castrenses son un intento de lograr la representaci¨®n de ese estamento. Y la llamada guerra de los catecismos, preludio de movilizaciones en contra de la LODE, abren a Alianza Popular, seg¨²n reconoce el mismo Fraga, la posibilidad de salir a la calle. (.. .). Movilizaciones con trasfondo religioso, titubeos gubernamentales, espor¨¢dicas crispaciones en alg¨²n estamento, resistencias pasivas... Empiezan a surgir algunos demonios del pasado, aunque es de esperar que no crezcan, que no dejen de ser diablillos. ( ... )

, 30 de septiembre