La batalla del Atl¨¢ntico
Tres bancos espa?oles y uno extranjero se lanzan sobre la 'perla' del antiguo imperio de Ruiz-Mateos
Tres grandes nav¨ªos de la banca espa?ola, y un acorazado extranjero camuflado, zarparon ayer, pertrechados con taca?as ofertas y no poco valor, dispuestos a iniciar la reconquista del Atl¨¢ntico, el bomb¨®n de los bancos de Rumasa. Anteayer, 30 de septiembre, cumpli¨® el plazo legal para la presentaci¨®n de recursos de inconstitucionalidad contra la Ley Rumasa y, sorprendentemente, al menos hasta unas horas antes de finalizar este plazo, la oposici¨®n hab¨ªa renunciado a presentar tal recurso. Acaban de sonar las trompetas de la reprivatizaci¨®n a toda prisa del que fuera el mayor holding privado de Espa?a.
El Decreto-Ley expropiador de 23 de febrero de 1983 s¨ª est¨¢ recurrido por Alianza Popular y el Gobierno decidi¨® esperar por respeto y/o por temor a la ya inminente decisi¨®n del Tribunal Constitucional. Reprivatizar algo procedente de Rumasa antes de la sentencia podr¨ªa interpretarse, en medios jur¨ªdicos, como una burla a tan alto tribunal. Por lo tanto, todos quietos. Sin embargo, desde ayer la Ley Rumasa es firme, puesto que sobre ella no pesa recurso alguno conocido de inconstitucionalidad por parte de los diputados de la oposici¨®n ni tampoco el de amparo por parte de los nuevos abogados de Ruiz-Mateos. Medios oficiales piensan que ayer mismo el Gobierno podr¨ªa haber vendido todas las empresas y bancos de Rumasa acogi¨¦ndose a una ley que acaba de ser firme por no estar recurrida dentro de plazo. Y, como vale m¨¢s lo bueno que lo malo, tres de los cuatro grandes colmillos de la banca privada espa?ola -Banesto, Central y Bilbao- y un gigante norteamericano -el Citibank- ya se han lanzado sobre el Banco Atl¨¢ntico. Una descomunal batalla pol¨ªtica y econ¨®mica entre dos poderosas naves -la banca y el Estado- acaba de comenzar sigilosa pero precipitadamente.Para destacados miembros del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE) "resulta proverbial la profunda aversi¨®n que tanto Mariano Rubio (subgobernador del Banco de Espa?a) como Miguel Boyer (ministro de Econom¨ªa) sienten por todo lo p¨²blico". "Afortunadamente", dicen algunos militantes del socialismo marchito, "el PSOE no tuvo nada que ver en la precipitada expropiaci¨®n de Rumasa, aunque tuvimos que apoyar disciplinadamente pero sin convencimiento la decisi¨®n del Gobierno a propuesta de Boyer".
Desarmados ideol¨®gicamente en lo que se refiere al papel del sector p¨²blico en una econom¨ªa moderna y cautivados por la brillantez tecnocr¨¢tica y pedag¨®gica de Miguel Boyer, algunos restos socialistas del PSOE se agrupan ahora, con escasa moral y abundantes argumentos hist¨®ricos, dispuestos a defender el Atl¨¢ntico, pieza clave en el proceso de reprivatizaci¨®n de todo el holding de la abeja.
El Gobierno trata de llevar a cabo la venta del primer banco de Rumasa y d¨¦cimo de Espa?a a toda prisa, para distanciarlo lo m¨¢s posible de las pr¨®ximas elecciones legislativas. Es cuesti¨®n de 10 o 15 d¨ªas. Los m¨¢s desanimados del PSOE dan la batalla por perdida. Sin embargo, la segunda generaci¨®n trata de separar al Gobierno del partido para que no le salpique a ¨¦ste el error de aqu¨¦l en lo que alguno de ellos ha llegado a considerar ya como "el esc¨¢ndalo pol¨ªtico m¨¢s grave de historia del socialismo espa?ol".
El mayor esc¨¢ndalo p¨²blico
El esc¨¢ndalo consistir¨ªa, a juicio de estos militantes que han conocido las ¨²ltimas cifras de la "quiebra t¨¦cnica", en haber expropiado Rumasa -20 bancos y 670 empresas-, cargando totalmente sus 250.000 millones de pesetas de p¨¦rdidas sobre los hombros de los contribuyentes quienes se ver¨¢n, nos veremos, obligados a pagar m¨¢s impuestos. Esta nacionalizaci¨®n de p¨¦rdidas, en la m¨¢s pura tradici¨®n del antiguo r¨¦gimen, aunque cuantitativamente m¨¢s gorda que todos los escoriales del franquismo, se ve agravada ahora por la pretensi¨®n gubernamental de devolver los bancos, saneados con dinero p¨²blico, a un sector privado que no ha puesto un duro para la soluci¨®n de la crisis bancaria de Rumasa. El sistema bancario habr¨ªa lamentado eternamente el estallido de Rumasa si el Estado no hubiera apagado desproporciona pero necesariamente aquel incendio.
Tampoco olvidan estos socialistas, los que so?aron alg¨²n d¨ªa con una cierta banca p¨²blica para Espa?a, que el zarpazo expropiador de Miguel Boyer dispens¨®, quiz¨¢s involuntariamente, a toda la banca privada de la obligaci¨®n legal que ten¨ªa de acudir en ayuda de los 20 bancos de Rumasa. Rafael Termes, presidente de la patronal bancaria, se apresur¨® a bendecir la expropiaci¨®n diciendo que los de Rumasa no eran bancos con empresas sino empresas que ten¨ªan bancos. Sin embargo todos ellos, aunque en permanente peligro de insolvencia, eran asegurados y cotizantes de un ente creado por el ex vicepresidente Fernando Abril Martorell y llamado Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (50% p¨²blico, a trav¨¦s del Banco de Espa?a, y 50% de toda la banca privada).
Los especialistas aseguran que si la crisis de Rumasa se hubiera resuelto por la v¨ªa t¨¦cnica normal -la intervenci¨®n sugerida por el informe del Banco de Espa?a y utilizada para todos los bancos en crisis desde la Lopez Quesada hasta Banca Catalana y Banco Urquijo-, el coste total de la operaci¨®n de salvamento se hubiera repartido entre los depositantes que tuvieran m¨¢s de un mill¨®n y medio de pesetas en bancos de Rumasa, pues el Fondo garantiza s¨®lo hasta esa cantidad, y los propios due?os del Fondo que son, mitad y mitad, el Banco de Espa?a y la totalidad de la banca privada que cotiza el 1 por 1.000 de sus dep¨®sitos para mantener inc¨®lume la confianza en el sistema financiero.
Tras la expropiaci¨®n-por-si-acaso, Miguel Boyer no ocult¨® su satisfacci¨®n al declarar que la totalidad de los dep¨®sitos de los clientes en bancos de Rumasa estaban mejor garantizados que los del resto de la banca ya que el Estado, due?o ahora de los bancos, los respaldaba al 100%. As¨ª fue como, por arte de un pulso personal entre Ruiz-Mateos (el Palmar de Troya de la banca) y Boyer (la raz¨®n hegeliana), aderezado con unas gotas de venganza, el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos bancarios (FGD) se vi¨® incre¨ªblemente liberado de la mayor responsabilidad de su historia y, por ello, excusada la banca privada espa?ola al 50%, de la obligaci¨®n que ten¨ªa antes de la expropiaci¨®n boyeriana de contribuir, a partes iguales con el Estado, a digerir y limpiar la mayor basura financiera jam¨¢s conocida en Espa?a. Ad maiorem gloriam Rei publicae.
Miguel Boyer pidi¨® al Fondo que se encargara de la administracci¨®n y gesti¨®n de los 20 nuevos bancos propiedad del Estado, pero el Fondo no puede vender ni subastar lo que no es suyo. De este modo, el Gobierno es el ¨²nico que puede decidir la reprivatizaci¨®n de los bancos y empresas de Rumasa. Una parte del Gobierno quiere desprenderse de todo y otra parte del Gobierno, y sobretodo del partido, s¨®lo de las empresas. Mientras tanto, la banca privada se relame con aparente glotoner¨ªa por devorar a toda costa el Banco Atl¨¢ntico, la perla del grupo, con unos 180.000 millones de pesetas en dep¨®sitos y tradici¨®n y solera bancaria internacional, as¨ª como el Masaveu y el Exbank.
Sin embargo, la banca privada no da ni un duro por los 17 bancos restantes: Albacete, Alicantino de Comercio, Comercial de Catalu?a, Condal, Extremadura, General, Huelva, Industrial del Sur, Jerez, Latino, Murcia, Noroeste, Norte, Oeste, Peninsular, Sevilla y Toledo. Estos son considerados y despreciados como meras oficinas recaudadoras de Ruiz-Mateos, dentro de su propio sistema interno de creaci¨®n de dinero, de su Estado dentro del Estado, y est¨¢n demasiado enroscados en las empresas del grupo a trav¨¦s de cr¨¦ditos que, en buena parte, ser¨¢n considerados corno fallidos por la Direcci¨®n General del Patrimonio y sus efectos ser¨¢n cargados a la cuenta del Tesoro p¨²blico.
La banca espa?ola y/o exitranjera prefiere que los 17 bancos malditos sean saneados con cargo a los contribuyentes y reprivatizados a buen precio o, en ¨²ltimo caso, que sean liquidados y sepultados para siempre, una vez que carguen con todo el desequilibrio patrimonial neto del grupo Rumasa y lo enchufen al Tesoro. Lo que tienen muy claro es que, de ninguna manera, deben quedarse saneados y funcionando competitivamente dentro el sector p¨²blico; cualquier cosa menos romper el coto cerrado de banca, dejando un s¨®lo banco comercial en manos del Estado. Para ellos ser¨ªa un casus belli, un peligroso precendente hist¨®rico que romper¨ªa el secular oligopolio de la banca privada en la captaci¨®n de dep¨®sitos. De ah¨ª la importancia que tiene el primer choque de esta guerra sobre privilegios hist¨®ricos, centrado en la batalla del Atl¨¢ntico.
Bandera blanca en Washington
Hasta ahora s¨®lo se ha celebrado un contacto preliminar entre los cabecillas de ambas flotas. Miguel Boyer y Alfonso Esc¨¢mez, presidente del Banco Central, con otros altos funcionarios y banqueros, se reunieron a cenar el pasado mi¨¦rcoles en Washington y abordaron finamente y en son de paz el tema de qu¨¦ hacemos con los bancos de Rumasa (EL PAIS, 30 de septiembre de 1983). Fue una magn¨ªfica ocasi¨®n para parlamentar sobre una tregua, el entreguismo total o las bases para una paz duradera.
Algunos banqueros opinaban en Madrid que no dejaba de ser extra?o que el l¨ªder de la banca privada espa?ola tuviera que irse a la asamblea del Fondo Monetario Internacional para poder ver a Miguel Boyer. Existe la posibilidad de que Boyer, en un incre¨ªble arrebato de humildad, hubiera sugerido o pedido a Esc¨¢mez la posibilidad de llegar a un acuerdo banca-Estado por el cual la propiedad de los bancos de Rumasa pasara al Fondo de Garant¨ªa, al precio de una peseta y con condiciones de ayuda p¨²blica, quita de deuda fiscal, pr¨¦stamos sin l¨ªmite, etc¨¦tera, harto favorables para la banca, pero tambi¨¦n con una salida digna y presentable para el Gobierno socialista. Algo as¨ª como una marcha atr¨¢s para volver a empezar. Como si aqu¨ª no se hubiera expropiado nada y la banca tuviera que contribuir al saneamiento de Rumasa con una parte, si no ya el 50% s¨ª al menos un 25% y a pagar en cien o en mil a?os al Banco de Espa?a.
Hacia un concordato Banca-Estado
No ha trascendido a¨²n si Boyer se atrevi¨® o no a proponer este pacto al l¨ªder de la banca. Pero en medios de la Administracci¨®n y del partido se acaricia el acuerdo como una salida menos dolorosa y presentable que la devoluci¨®n de bancos saneados a costa totalmente p¨²blica. La posici¨®n del director general del Patrimonio del Estado, Francisco Javier Moral, filtrada en el documento confidencial que lleg¨® a manos de Ruiz-Mateos, y en el que afirma que tiene una "desinformaci¨®n patagru¨¦lica" sobre la gesti¨®n del Fondo en los bancos de Rumasa, es contundente a este respecto:
"El director general de Patrimonio que firma este informe no puede ni debe proponer sino que, con independencia del destino final de la propiedad de los bancos de Rumasa, el Consejo de Ministros acuerde la enajenaci¨®n directa de las participaciones bancarias expropiadas al Fondo de Garant¨ªa. ( ... ) Es insostenible, adem¨¢s, una situaci¨®n en la que delicad¨ªsimas responsabilidades legales son asumidas por quien de hecho carece de competencias y a este respecto debo manifestar que me preocupa -por mera intuici¨®n- lo que haya ocurrido en el pasado, est¨¢ ocurriendo en el presente o pueda ocurrir en el futuro en el ¨¢mbito del Banco Atl¨¢ntico, que me inquieta en todos los aspectos bastante m¨¢s que la suma de los 17 restantes expropiados".
Ruiz-Mateos era el basurero de la banca
Medios bancarios manifiestan que el Banco Atl¨¢ntico es un pez demasiado gordo para este Gobierno e incluso para los grandes bancos espa?oles, por sus fuertes implicaciones internacionales y la enorme informaci¨®n acumulada durante muchos a?os de relaciones filiales con el Continental Illinois Bank y otras sociedades tambi¨¦n relacionadas con el Opus De?. Al Atl¨¢ntico lo quieren y lo temen a la vez.
La batalla del Atl¨¢ntico podr¨ªa resolverse sin sangre si se pide buenamente a la banca su colaboraci¨®n en una tarea de Estado como es el saneamiento de Rumasa. Buenamente y sin necesidad de recordarles que el Gobierno socialista "de rostro monetario" est¨¢ metiendo en el bolsillo de la banca privada un 25% aproximadamente de sus beneficios a trav¨¦s, entre otras cosas, de los Certificados de Regulaci¨®n Monetaria. La pol¨ªtica econ¨®mica no hace m¨¢s que aumentar los beneficios de la banca privada a costa de disminuir los del Banco de Espa?a cuya previsi¨®n para el a?o que viene se acerca ya a cero.
Una raz¨®n m¨¢s esgrimida por los defensores de que la banca pague a escote la crisis de Rumasa junto con todos los contribuyentes, es la de que Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos era de hecho, desde 1964 fecha en que compr¨® el Banco de Jerez, el ¨²nico y aut¨¦ntico fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos hasta que se cre¨® el actual en 1980. Ruiz-Mateos fue el basurero de la noble banca. Recog¨ªa sin miedo t¨² pudor toda la carro?a financiera por la noche para que los dem¨¢s aparecieran limpios por la ma?ana. Rumasa era pues el antiguo Fondo que evit¨® la quiebra y el espanto de 17 bancos. Limpi¨® un banco por a?o.
Ahora, si se llega al acuerdo antes de que estalle la batalla del Atl¨¢ntico, los banqueros podr¨ªan cargar patri¨®ticamente cada uno con una parte alicuota de la basura financiera acumulada en Rumasa. Y quedarse con el Atl¨¢ntico y con los dem¨¢s. El Estado se quitar¨ªa de encima 20 bancos y 670 empresas corno si aqu¨ª no hubiera pasado nada por un coste inferior a 250.000 millones y la banca privada podr¨ªa seguir con el oligopolio de la captaci¨®n de dep¨®sitos. S¨®lo le piden un peque?o esfuerzo econ¨®mico y pol¨ªtico por su parte para sacar al Gobierno del atolladero en que se encuentra. Y para que no se diga que los banqueros tienen el coraz¨®n helado.
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