La OTAN acept¨® un mando espa?ol para el eje Canarias-Gibraltar-Baleares
Acuerdos y divergencias de las negociaciones secretas para la integraci¨®n militar de Espa?a en la Alianza
El reconocimiento de que el eje Canarias-Gibraltar-Baleares constituye una responsabilidad espa?ola dentro del sistema defensivo de la Alianza, con el consiguiente efecto de que el mando actual brit¨¢nico en Gibraltar estar¨ªa sometido a un mando naval espa?ol, fue aceptado por la delegaci¨®n de la OTAN en las primeras conversaciones mantenidas con Espa?a para decidir el tipo de integraci¨®n militar de nuestro pa¨ªs en la Alianza. Estas conversaciones -tres en total-, tuvieron lugar de julio a octubre de 1982 y quedaron congeladas con la llegada al poder del Gobierno socialista.Aunque en las conversaciones el tema de la estructura de mandos apenas si lleg¨® a tratarse, el empe?o tanto del entonces ministro espa?ol de Defensa, Alberto Oliart, como de los responsables de la JUJEM (Junta de Jefes de Estado Mayor), en conseguir, por razones de prestigio, un mando aliado supremo para Espa?a, del estilo de los tres existentes -SACEUR, SACLANT y CINCCHAN-, no pareci¨® contar con la aprobaci¨®n de la organizaci¨®n atl¨¢ntica. Este aspecto y el de la asignaci¨®n de fuerzas espa?olas a la defensa europea fueron los dos puntos divergentes entre las dos delegaciones durante la primera fase de las conversaciones de integraci¨®n.
El PAIS ha tenido acceso a una parte de los informes elaborados por las delegaciones, en su mayor¨ªa clasificados como secretos, y ha reconstru¨ªdo, en conversaciones personales con los participantes, el temario y la cronolog¨ªa de esas tres sesiones.
Para la primera reuni¨®n preliminar sobre la integraci¨®n militar espa?ola en la Alianza, que tuvo lugar en Madrid, los d¨ªas 22 y 23 de julio de 1982, el secretario general de la OTAN, Joseph Luns, nombr¨® a David Nichols, secretario general adjunto para planes y pol¨ªtica de defensa; al general Melner, vicepresidente del comit¨¦ militar; al vicemariscal del aire, Skingsley; y al vicealmirante Scheuer. Los dos ¨²ltimos representaban respectivamente al mando supremo para el territorio europeo SACEUR y al mando supremo para el oc¨¦ano Atl¨¢ntico SACLANT.
Por parte espa?ola el Gobierno Calvo Sotelo design¨® al nuevo embajador de Espa?a en la OTAN, Javier Rup¨¦rez, como presidente de la delegaci¨®n y a los siguientes militares: el almirante Angel Liberal, subsecretario de pol¨ªtica de Defensa; el vicealmirante Antonio Ucelay, por el Estado Mayor de la Armada; el teniente general Luis S¨¢ez de Larumbe; el general Eduardo G¨®mez Acebo, por el Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra; y el general de divisi¨®n, Santos Peralba, en representaci¨®n de la JUJEM. Como civiles se incluyeron a Jaime Ojeda, actual embajador en la OTAN, Carlos Fern¨¢ndez Espeso, actual director general de Seguridad y Desarme y los diplom¨¢ticos Rafael Spottorno y Leopoldo Stampa.
El documento de trabajo con el que cont¨® la parte espa?ola y que conten¨ªa "el plan estrat¨¦gico b¨¢sico de la Defensa Nacional", fue encargado por el presidente Adolfo Su¨¢rez y el entonces ministro de Defensa, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, a la JUJEM en 1980. En dicho documento se preve¨ªa ya el comportamiento de las Fuerzas Armadas ante la futura incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN. El gobierno de Felipe Gonz¨¢lez ha encargado otro estudio de este tipo, que seg¨²n anunci¨® el jueves el ministro Mor¨¢n en Nueva York, estar¨¢ terminado para la primavera de 1984.
Puntos de acuerdo
Tanto en la reuni¨®n de julio, como en las celebradas los d¨ªas 14 y 15 de septiembre y 5 y 6 de octubre, ambas en Bruselas, las delegaciones de la OTAN y Espa?a hablaron sobre cuatro cap¨ªtulos: concepto de la amenaza, descripci¨®n del despliegue militar espa?ol y de la Alianza, papeles y misiones y estructura de mandos.
En el primero hubo una coincidencia de puntos de vista sobre la percepci¨®n de la amenaza global a que est¨¢ sometida la Alianza y por parte de la OTAN se aceptaron los argumentos espa?oles de que su principal zona de amenaza se encuentra en el sur y sureste de la pen¨ªnsula. Por lo que respecta al recuento de fuerzas, la parte militar espa?ola lleg¨® incluso "en su modestia", seg¨²n ha sabido El PAIS, a subestimar el grado de preparaci¨®n de algunas unidades, lo que no fue aceptado por la delegaci¨®n de la OTAN, que ten¨ªa mejor opini¨®n de los efectivos espa?oles.
En el tercer cap¨ªtulo, de Planes y Misiones, qued¨® establecido en t¨¦rminos generales que, en caso de ataque, lo primero era la defensa del territorio espa?ol y que para el conjunto de la Alianza, Espa?a no ser¨ªa nunca un pa¨ªs de primera l¨ªnea, por lo que su misi¨®n estar¨ªa en el terreno de la defensa de las v¨ªas de comunicaci¨®n, almacenamiento de material y, en definitiva, de una retaguardia dispuesta a servir de trampol¨ªn para la contraofensiva aliada.
La distribuci¨®n de fuerzas y mandos de la Alianza desde los a?os cincuenta tiene asignada una parte del territorio espa?ol, la l¨ªnea costera entre Ayamonte y Algeciras al mando de SACLANT, con sede en Norfolk, y con un submando en Lisboa. La delegaci¨®n espa?ola consigui¨® ya en la primera fase de las conversaciones que se aceptara la responsabilidad de Espa?a sobre un eje que se extender¨ªa desde Baleares hasta Canarias con un punto central en Gibraltar. Adem¨¢s, que esa zona y por tanto todo el territorio espa?ol fuera absoluta responsabilidad de Espa?a y dependiera del mando supremo europeo SACEUR.
Las fuentes consultadas por este peri¨®dico han confirmado que la OTAN ten¨ªa plenamente asumido que el actual submando naval en Gibraltar, o bien ser¨ªa conjunto hispano-brit¨¢nico con subordinaci¨®n al espa?ol o bien s¨®lo brit¨¢nico, pero tambi¨¦n subordinado al espa?ol. Hay que recordar que hab¨ªa dos brit¨¢nicos en la delegaci¨®n OTAN, Nichols y Skingsley. Seg¨²n esas fuentes, el ministro P¨¦rez Llorca logr¨® de los ingleses que aceptar¨¢n, desde el momento de la adhesi¨®n espa?ola a la Alianza, un mando conjunto naval en Gibraltar, bajo dos banderas, pero los militares espa?oles se negaron a lo de las banderas.
Por lo que respecta a la categor¨ªa del mando, cuando las conversaciones cesaron, se estaba cerca de obtener para Espa?a el submando del Mediterr¨¢neo occidental, incluido dentro de una de las cuatro grandes regiones militares de la Alianza, la denominada AFSOUTH, que cubre Italia, Grecia, Turqu¨ªa y el Mar Negro, y que corresponder¨ªa al territorio sur que se extiende desde C¨®rcega hasta las Canarias.
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