Se perfilan dos tendencias en el S¨ªnodo de Obispos
En el s¨ªnodo de obispos, que concentra en Roma a 219 asistentes, entre obispos y cardenales de todo el mundo, empiezan a perfilarse dos tendencias diversas. Por una parte, quienes desean presentar ell tema del pecado y de la reconciliaci¨®n -que es el objeto del debate- en clave esencialmente religiosa, insistiendo sobre la necesidad de la confesi¨®n como ant¨ªdoto cat¨®lico contra el pecado. Son los mismos obispos que, en la l¨ªnea del papa Wojtyla, est¨¢n convencidos que uno de los grandes niveles de nuestra ¨¦poca es la p¨¦rdida del sentido del pecado.
Por ejemplo, el arzobispo de Jamaica insisti¨® ayer sobre la necesidad de la confesi¨®n personal, que est¨¢ en crisis, dijo, porque muchos de los mismos sacerdotes ya no se confiesan. El arzobispo de Colonia, cardenal Hoeffner, indic¨® a su vez que la ra¨ªz de esta crisis est¨¢ en la influencia marxista y freudiana de muchos te¨®logos y moralistas.Otros episcopados, en cambio, entre ellos los de Brasil, Estados Unidas, Holanda y muchos del Tercer Mundo, piensan que lo importante es insistir sobre la importancia del pecado social, y no s¨®lo sobre el pecado religioso o personal. Son estos, obispos quienes defienden que es indisoluble el problema de la reconciliaci¨®n de los pueblos y el de los pecado! contra la justicia. Aseguran que el hombre de hoy no ha perdido, sino cambiado, el concepto de pecado, y que es m¨¢s sensible a los pecados sociales que ayer.
Contra las armas nucleares
En esta l¨ªnea destac¨® ayer la intervenci¨®n del cardenal indio Fernandes, quien arremeti¨® contra el comercio mundial de las armas y afirm¨® que "con verg¨¹enza", hay que confesar que "frecuentemente tambi¨¦n la religi¨®n es causa de divisiones y marginaciones". El obispo japon¨¦s Hamao corrobor¨® esta afirmaci¨®n y pidi¨® que se destruyan todas las armas nucleares existentes. Afirm¨® que si Jap¨®n oprimi¨® durante la ultima guerra a muchas naciones con las armas, hoy contin¨²a haci¨¦ndolo con la "invasi¨®n industrial y comercial".Mientras los 11 grupos ling¨¹¨ªsticos empiezan a debatir el tema, ha sido presentado al s¨ªnodo el resultado de la anterior asamblea sinodal de 1980, que debati¨® la cuesti¨®n de la familia. Los obispos y el Papa han escuchado con preocupaci¨®n el panorama, presentado por el arzobispo de Colonia, cardenal Hoeffner, quien ha llegado a pedir que tambi¨¦n este s¨ªnodo lance un grito prof¨¦tico a favor de la instituci¨®n de la familia, porque, "de lo contrario", dijo, "iremos hacia la barbarie".
Seg¨²n el cardenal alem¨¢n, a pesar de todos los esfuerzos hechos por la Iglesia con el sinodo anterior y con la difusi¨®n del documento nacido de aquel mes de debate y aprobado por el Papa, que llevaba el t¨ªtulo de Familiaris consortio, las cosas no s¨®lo no han mejorado, sino que se han agravado. Ha dicho textualmente el arzobispo de Colonia que "los j¨®venes cat¨®licos no estiman ni observan la castidad prematrimonial, influenciados por el mercado de la pornograf¨ªa y por el consumismo, y los divorcios crecen cada d¨ªa; se pone en duda la indisolubilidad del v¨ªnculo matrimonial y es enorme el incremento del aborto, mientras se difunde cada vez m¨¢s el abuso de la convivencia".
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