El primer instructor del caso de 'Los Galindos' vuelve a dirigir el sumario como juez especial
Antonio Moreno, actualmente titular de uno de los juzgados de Sevilla, ha sido nombrado juez especial para el esclarecimiento del qu¨ªntuple crimen ocurrido en el cortijo de Los Galindos en 1975. Moreno era, el juez de instrucci¨®n de Marchena en el momento del crimen e instruy¨® el caso durante los cinco primeros a?os de actuaciones. Posteriormente fue destinado a Las Palmas, y retorn¨® a Sevilla la pasada primavera. El nombramiento coincide pr¨¢cticamente con el traslado, precisamente a Las Palmas, del juez que con mayor eficacia ha trabajado en el caso, Heriberto Asensio, encargado de la investigaci¨®n como titular del juzgado de Marchena durante los ¨²ltimos tres a?os.
El m¨®vil econ¨®mico, la desaparici¨®n de una gran parte de la producci¨®n de trigo del cortijo en el a?o 1975, pudo haber sido la causa desencadenante de los cinco asesinatos, seg¨²n la hip¨®tesis m¨¢s manejada por la actual l¨ªnea de investigaci¨®n.El crimen de Los Galindos es uno de los casos judiciales sin resolver que mayor expectaci¨®n e inter¨¦s sigue despertando ocho a?os largos despu¨¦s de sucedido. En la tarde del 22 de julio de 1975, el d¨ªa m¨¢s caluroso de aquel verano, fueron encontrados cinco cad¨¢veres en el cortijo propiedad de los marqueses de Gra?ina, hoy en tr¨¢mites de divorcio: el capataz y su esposa, dos de los tractoristas de la finca y la esposa de uno de estos fueron asesinados; salvajemente golpeados los dos matrimonios -el tractorista y su esposa fueron troceados parcialmente e incinerados en un pajar- y muerto a tiros el otro jornalero.
Durante los cinco a?os en que fue encargado del caso, Moreno no acept¨® como definitiva las versiones de la Guardia Civil y de la polic¨ªa, seg¨²n las cuales uno de los dos tractoristas, Jos¨¦ Gonz¨¢lez, hab¨ªa dado muerte a los otros cuatro, incluida su esposa, y, posteriormente, hab¨ªa muerto abrasado, bien por haber sufrido un accidente mientras incineraba el cuerpo de su esposa o bien por haberse suicidado autoinciner¨¢ndose en lo alto de un pajar de la finca. Seg¨²n ambos informes, coincidentes en todos los extremos a pesar de haberse hecho por separado, el m¨®vil del crimen era el rencor que Gonz¨¢lez guardaba hacia el capataz, ya que le hab¨ªa prohibido que mantuviera relaciones con una de sus dos hijas.
Antonio Moreno nunca sobresey¨® el caso -la responsabilidad penal termina con la muerte- y orden¨® nuevas investigaciones, a la vista de los interrogantes que se desprend¨ªan de ambas investigaciones y de las conductas sospechosas de otras personas relacionadas con la vida del cortijo. Sin embargo, los errores de investigaci¨®n en los inicios de la misma hab¨ªan convertido el caso en un crimen perfecto, y aunque el sumario sigui¨® engordando hasta convertirse en dos gruesos tomos cosidos a mano, no se aport¨® ninguna novedad sustancial.
A los pocos meses de la llegada de Heriberto Asensio a Marchena, en 1980, en lo que era su primer destino en la carrera judicial, el caso tom¨® un impulso extraordinario, fundamentalmente por el tes¨®n de ¨¦ste y por la irrupci¨®n en la investigaci¨®n del catedr¨¢tico de Medicina Legal Luis Frontela, hombre de espectaculares ¨¦xitos y de alg¨²n pol¨¦mico informe, como el del caso de la colza, pero uno de los m¨¢s avanzados investigadores en el campo de la medicina forense. Un tercer tomo de sumario se instruy¨® en este tiempo.
Frontela consigui¨® del juez Asensio que se exhumasen los cad¨¢veres en enero de 1983, tras lo cual inici¨® una rigurosa y prolija investigaci¨®n, que ha concluido siete meses despu¨¦s con un informe de m¨¢s de 250 p¨¢ginas y de cuya principal revelaci¨®n inform¨® EL PAIS el 2 de marzo de este a?o: Jos¨¦ Gonz¨¢lez hab¨ªa muerto violentamente, como las otras cuatro v¨ªctimas, lo cual no descartaba, seg¨²n declar¨® el propio juez Asensio a este peri¨®dico, una posible participaci¨®n o complicidad suya en los hechos, lo que por otra parte, sigue sin estar probado.
La venta del trigo
Fuentes judiciales confirmaron que la principal l¨ªnea de investigaci¨®n que se sigue desde hace meses se centra en el m¨®vil econ¨®mico, y en concreto en la no consignaci¨®n en las actas del cortijo de una parte importante de la producci¨®n de trigo en el a?o de los cr¨ªmenes. Tampoco se vendi¨® esa parte al SEMPA, algo que habitualmente se hacia en Los Galindos por los importantes beneficios fiscales que se derivaban de la operaci¨®n.La hip¨®tesis m¨¢s razonable de las varias que maneja la l¨ªnea de investigaci¨®n se basa en la posibilidad de que el capataz hubiera tenido noticia del escamoteo del trigo y hubiera amenazado con ponerlo en conocimiento de la marquesa de Gra?ina, verdadera due?a de la finca, ya que los marqueses ten¨ªan hechas capitulaciones matrimoniales.
"La investigaci¨®n del paradero de ese trigo, que podr¨ªa aportar alguna nueva pista, es la principal esperanza que mantiene abierto el sumario, ya que es muy remota la posibilidad de que accidentalmente se descubra el hilo conductor de los asesinatos o que alguien confiese voluntariamente su participaci¨®n en los hechos", afirm¨® una fuente solvente cercana a la investigaci¨®n.
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