La claridad del arte narrativo
El suspense en torno a la adjudicaci¨®n del premio de literatura correspondiente a 1983 qued¨® despejado al mediod¨ªa de ayer, cuando Lars Gyllensten, secretario permanente de la academia sueca, pronunci¨® el nombre del brit¨¢nico William Golding ante una treintena de periodistas y gente del ambiente cultural, que aguardaban en una sala de la academia el esperado veredicto. No muy conocido para el p¨²blico, pese a que su primera novela, Lord of the flies (El se?or de las moscas, 1954), tuvo un gran ¨¦xito y se convirti¨® r¨¢pidamente en un best-seller, las primeras reacciones no tuvieron el entusiasmo que despertara el a?o pasado el nombre del colombiano Garc¨ªa M¨¢rquez. En lo medular de los fundamentos de la academia se expresa que la elecci¨®n de Golding ha sido hecha en m¨¦rito "a sus novelas, que con la claridad del arte narrativo realista, y con la universalidad y la complejidad del mito, ilustran la condici¨®n humana en el mundo de hoy".Para el lector com¨²n
De 72 a?os y con una profusa obra tras de s¨ª, Golding es al mismo tiempo un escritor sencillo, imaginativo y profundo, capaz de excitar el inter¨¦s del lector com¨²n sin exigencias de rigor literario, pero tambi¨¦n el de los investigadores, cr¨ªticos y lectores rigurosos, que han encontrado en sus obras facetas m¨¢s complejas. En este sentido se le ha comparado con su compatriota Jonathan Swift o el norteamericano Herman Melville por la com¨²n caracter¨ªstica de que la descripci¨®n de aventuras excitantes no est¨¢ re?ida con la riqueza de profundidad.
Algunas experiencias fundamentales constituyen una especie de columna vertebral en torno a la que se desarrolla la obra de este escritor. ?l mismo ha descrito en uno de sus ensayos datos personales que confirman esa afirmaci¨®n. En sus a?os juveniles, Golding ten¨ªa una gran confianza en la vida y en el hombre. Estaba convencido de que ¨¦ste pod¨ªa alcanzar un grado de perfecci¨®n tal capaz de eliminar los males de la sociedad. Una caracter¨ªstica que es posible encontrar en otros escritores de su generaci¨®n. Un acontecimiento fundamental, la segunda guerra mundial, produjo en Golding un cambio sustancial en su manera de ver el mundo, al comprobar la capacidad del hombre para hacer mal a sus semejantes. Entonces comenz¨® a pensar y a creer que la maldad es una condici¨®n innata del individuo, "que lo lleva a producir el mal como la abeja produce la miel". A partir de este supuesto, Golding ha rechazado el concepto que atribuye a los sistemas pol¨ªticos o econ¨®micos la responsabilidad de los males sociales y, por el contrario, los malos sistemas ser¨ªan consecuencia de la maldad de los hombres. La agresividad de la inteligencia, la ambici¨®n de poder y el individualismo arrogante ser¨ªan, seg¨²n el escritor, las fuentes, de la violencia tanto personal como colectiva. Esta concepci¨®n est¨¢ presente en muchas de sus obras, como El se?or de las moscas o The pyramid (La pir¨¢mide, 1967). En ¨¦sta es posible encontrar, a trav¨¦s de la descripci¨®n de la vida cotidiana en una peque?a ciudad inglesa, c¨®mo las contradicciones entre las clases sociales conforman un mundo sin amor, hip¨®crita y prejuiciado.
Babelia
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