Las pe?as apostaron dos millones en el Mensajero-Tenisca

El partido Mensajero-Tenisca, de la Tercera Divisi¨®n canaria, disputado el pasado domingo, fue considerado por miembros del Comit¨¦ de Competici¨®n como uno de los encuentros m¨¢s violentos disputados hasta ahora en el f¨²tbol espa?ol. Un total de 48 encuentros de suspensi¨®n merecieron sus incidentes. El partido de estos dos equipos, que pertenecen a la misma ciudad, Santa Cruz de La Palma de unos 15.000 habitantes, estuvo rodeado de. circunstancias muy especiales. El ¨¢rbitro del partido, Gilberto Casa?as, de Santa Cruz de Tenerife, asegur¨® que cada una de las pe?as con que cuentan los equipos se jugaron dos millones de pesetas en una apuesta.El colegiado cont¨® que los aficionados de la pe?a del Mensajero dieron tambi¨¦n de ventaja el empate a sus contrincantes. Tambi¨¦n indic¨® el ¨¢rbitro que se film¨® el partido en un v¨ªdeo por un fot¨®grafo profesional, que despu¨¦s puso a la venta y que se proyect¨® al d¨ªa siguiente en algunos bares de la ciudad. En esa proyecci¨®n se repitieron los incidentes entre los partidarios de uno y otro equipo. Coment¨®, adem¨¢s, tener noticias de que algunos matrimonios no se hablan durante alg¨²n tiempo al dividirse sus simpat¨ªas por uno y otro equipo. Gilberto Casa?as record¨® que el partido de vuelta se disputar¨¢ el d¨ªa de los carnavales y "puede ser sonado".

Gilberto Casa?as, ¨¢rbitro tinerfe?o de Tercera Divisi¨®n, categor¨ªa en la que es veterano por las temporadas que lleva en ella, manifest¨®: "el foll¨®n empez¨® desde el primer minuto del partido, en el que se pudo comprobar la rivalidad de dos equipos de la misma ciudad que hac¨ªa dos a?os que no se enfrentaban al no pertenecer a la misma categor¨ªa. Me aseguraron que el Mensajero se reforz¨® de tal forma que se gast¨® unos 50 millones de pesetas en nuevos fichajes. En la ciudad se habla de que el entrenador del Mensajero, Moncho Lamelo, percibe unos cinco millones de pesetas por temporada. Los aficionados de uno y otro equipo est¨¢n todo el a?o pensando en este partido. Ten¨ªa que haber expulsado a casi todos los jugadores de los dos equipos, pero no lo hice porque entonces yo y mis jueces de l¨ªnea no hubieramos salido vivos del campo; hubieran quedado en el terreno, de juego s¨®lo tres jugadores, los dos porteros y un defensa del Tenisca, que no se merecieron la expulsi¨®n. Expuls¨¦ a dos jugadores, uno de cada equipo, porque no tuve otro remedio, porque se agredieron".

El partido, cuyo resultado final fue de empate a un gol, concluy¨® con el tiempo reglamentario, aunque durante el encuentro se produjeron incidentes entre jugadores y el p¨²blico intent¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n saltar al terreno de juego. El partido fue interrumpido en dos ocasiones, por espacio de cinco y diez minutos, porque el jugador del Mensajero, M¨¢rquez Fern¨¢ndez, se neg¨® en principio a salir del terreno de juego despu¨¦s de que fuera expulsado y provocara la animosidad del p¨²blico.

Los incidentes m¨¢s graves se produjeron al finalizar el partido. El p¨²blico invadi¨® el terreno de juego con la intenci¨®n de agredir al ¨¢rbitro. El colegiado no recibi¨® mas que pu?etazos y patadas gracias a la intervenci¨®n de la Policia Nacional. Fue en esos momentos cuando los jugadores y dirigentes sancionados tambi¨¦n participaron en los incidentes. Los jugadores y dirigentes han sido castigados con un total de 48 partidos de suspensi¨®n y a un directivo se le ha suspendido con seis meses de inhabilitaci¨®n. Las sanciones se deben a insultos graves y reiterados, en unos casos, y pegar al ¨¢rbitros y a sus jueces de l¨ªnea, en otros. .

El ¨¢rbitro del partido abandon¨® el campo en un furg¨®n de la Policia Nacional. "Me dirig¨ª a la comisar¨ªa, donde permanec¨ª hasta las dos de la madrugada, hora en que pude trasladarme a la casa de un amigo, donde me escond¨ª para pernoctar. No pod¨ªa viajar en avi¨®n a Tenerife hasta la ma?ana siguiente", cont¨® Gilberto Casa?as. "A la ma?ana siguiente" a?adi¨® el ¨¢rbitro, "fu¨ª trasladado en un coche de la Polic¨ªa al aeropuerto, donde me fueron a buscar un grupo de aficionados. La Polic¨ªa me llev¨® entonces a la comisaria del aeropuerto y no me dej¨® hasta que sub¨ª al avi¨®n que me llev¨® a Tenerife".