Las nuevas tendencias de Nueva York se exponen en el Retiro madrile?o
Es una muestra colectiva de la pl¨¢stica norteamericana
Hoy quedar¨¢ inaugurada, en el palacio de Vel¨¢zquez del parque del Retiro (Madrid), una gran muestra colectiva que recoge, a trav¨¦s de sus representantes m¨¢s c¨¦lebres, las ¨²ltimas tendencias de la pl¨¢stica neoyorquina. Con esta exposici¨®n, as¨ª como con su complementarla de obra gr¨¢fica presentada en el C¨ªrculo de Bellas Artes, el p¨²blico espa?ol tomar¨¢ contacto, suficientemente representativo y oportunamente temprano, con uno de los focos m¨¢s efervescentes y pol¨¦micos de la creatividad actual.
Patrocinada por la Direcci¨®n General de Bellas Artes, seg¨²n proyecto y organizaci¨®n de Carmen Gim¨¦nez, la muestra del palacio de Vel¨¢zquez que hoy se inaugura re¨²ne algo m¨¢s de medio centenar de obras de las ¨²ltimas tendencias de la pl¨¢stica neoyorquina, de figuras de la fama del escultor Bryan Hunt y los pintores Erich Fisclil, Keith Haring, Bill Jensen, Robert Moskowitz, Susan Rothenberg, David Salle, Kenny Scharf, Julian Sclinabel y Donald Sultan. La mayor¨ªa de los artistas (con la salvedad de Sclinabel, cuya llegada se. espera para la pr¨®xima semana, y de Bill Jensen) estar¨¢n presentes en la inauguraci¨®n de la exposici¨®n, para la cual algunos de ellos -Haring y Scharfhan realizado obras in situ.En plena eclosi¨®n de lo que se ha dado en llamar la posmodernidad, con su retorno a actitudes pict¨®ricas y posiciones marcadamente individualizadas, el p¨²blico espa?ol ha tenido hasta ahora un contacto mayor y m¨¢s directo con fen¨®menos europeos del tipo de la transvanguardia italiana o los nuevos expresionistas alemanes, que en su irrupci¨®n y reivindicaci¨®n parec¨ªan eclipsar untanto el predominio que en d¨¦cadas anteriores tuvo Nueva York en el panorama pl¨¢stico. Pero el caso europeo era m¨¢s un proceso de descentralizaci¨®n que de relevo de poder, y de hecho se trataba de una experiencia en muchos puntos paralela a la que Am¨¦rica desarrollaba tambi¨¦n en el umbral de esta d¨¦cada.El contexto neoyorquino -cuya atm¨®sfera nos describe Donald Sultan como cargada y el¨¦ctrica- desarroll¨® su propia crisis y redefinici¨®n a partir de lo que hab¨ªa sido uno de los m¨¢s fecundos med¨ªos de vanguardia, derivando hacia la pluralidad de caminos del Nueva York de los ochenta, panorama del que, a juicio de Robert Moskowitz, "la exposici¨®n de Madrid da una idea bastante ajustada, pese a estar limitada a 10 artistas".B¨¢sicamente, el panorama neoyorquino -que, seg¨²n Susan Rothenberg, comienza ¨²ltimamente a relajar su atenci¨®n por la pintura y a interesarse por otras ¨¢reas- ha vivido las posiciones que centran hoy el debate art¨ªstico.David Salle lo caracteriza por .una relaci¨®n compleja con el empleo de la imagen en cuanto que abstracci¨®n", y Fischl nos habla de "un proceso de experiencias muy saturadas por im¨¢genes, en las que ¨¦stas pierden sentido y es preciso buscar un contexto personal para poder decir algo espec¨ªfico".Aun cuando exista un cierto paralel¨ªsmo y hasta puntos de contacto en la pr¨¢ctica pict¨®rica entre las ¨²ltimas tendencias pl¨¢sticas europeas y americanas, los artistas neoyorquinos tienden a apuntar algunas diferencias. As¨ª, pese a concepciones cercanas y una circulaci¨®n de sugerencias, los pintores americanos tender¨ªan a ser "m¨¢s directos y crudos" (Sultan), "m¨¢s abiertos" (Moskowitz)? "influenciados por una cultura basada en la imagen y que obliga a pensar en t¨¦rminos de imagen incluso si uno se vuelve hacia la historia del arte" (Fischl). Eso determinar¨ªa, como apunta Susan Rothenberg, el hecho de que, al mirar atr¨¢s, los americanos pudieran mantener una actitud m¨¢s c¨ªnica que la de los europeos, en los que David Salle ve, junto al inter¨¦s mayor por la narraci¨®n y el s¨ªmbolo, "cierta fijaci¨®n conceptual a lo ¨²ltima cena cuando piensan en t¨¦rminos de aran formato".
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