La Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa ultima su proyecto para racionalizar la protecci¨®n del cine espa?ol
La Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa acaba de elaborar un importante proyecto de decreto para la protecci¨®n de la cinematograf¨ªa espa?ola. Todos los sectores de la industria y comercializaci¨®n del filme han sido informados del alcance de este texto legal, que se enviar¨¢ pr¨®ximamente a la Comisi¨®n de Subsecretarios, paso previo a su debate en Consejo de Ministros.El significado de este decreto viene de atr¨¢s. Iniciada la transici¨®n democr¨¢tica, y como reacci¨®n contra el dirigismo de la dictadura en materia cinematogr¨¢fica, el Gobierno de UCD promulg¨® una legislaci¨®n de tipo neoliberal que abri¨® la espita de la importaci¨®n de pel¨ªculas extranjeras y que sumi¨® a nuestra industria del cine casi en la bancarrota.
Esta legislaci¨®n fue rectificada por la propia UCD, en enero de 1980, con una ley que puso nuevamente en vigor medidas de protecci¨®n para el cine espa?ol, que permitieron una reactivaci¨®n parcial de la producci¨®n. Pero lo que fue un acto legislativo excepcional y de supervivencia, visto desde 1983 es considerado insuficiente para el per¨ªodo de relativa normalizaci¨®n que el mismo inaugur¨®. De ah¨ª que, tras la subida al poder del partido socialista, los diversos sectores de la industria del cine esperaban su sustituci¨®n.
Esta espera acab¨® la. pasada semana, cuando la Direcci¨®n General de Cinematograf¨ªa, coincidiendo con la firma del primer acuerdo entre RTVE y los productores de cine para financiar pel¨ªculas, dio a conocer, para recabar informaci¨®n en los sectores de la industria cinematogr¨¢fica, un proyecto de decreto de protecci¨®n de la cinematograf¨ªa espa?ola en el que se implica rec¨ªprocamente a dichos sectores -producci¨®n, distribuci¨®n y exhibici¨®n de pel¨ªculas- en una
estrategia conjunta para la protecci¨®n del cine espa?ol frente a la oferta de filmes extranjeros dobla dos a los idiomas espa?oles, pero no a los exhibidos en su idioma original, que quedan de libre importaci¨®n.
Tres son las innovaciones de largo alcance que introduce este proyecto de decreto, y se encuentran en la l¨ªnea de las f¨®rmulas de defensa que los pa¨ªses de Europa occidental est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica ante las omnipotentes distribuidoras de cine norteamericano, que acaparan pr¨¢cticamente el 50% del mercado europeo.
La primera consiste en un nuevo sistema en la mec¨¢nica de financiaci¨®n de los filmes. La segunda es una nueva f¨®rmula, m¨¢s restrictiva y ligada a la explotaci¨®n rentable de las pel¨ªculas espa?olas, para la obtenci¨®n por las empresas distribuidoras de licencias de doblaje de filmes extranjeros; y la tercera, una reducci¨®n de la llamada cuota de pantalla, establecida hasta ahora en tres por una -tres horas de cine extranjero por una de cine espa?ol-, a un dos por una en las capitales espa?olas y un tres por una en el resto.
Dos son hasta los canales por los que un productor puede financiar un filme: los adelantos l¨ªquidos de distribuci¨®n, cada vez menos usuales, y los cr¨¦ditos del Banco de Cr¨¦dito Industrial. Ambos canales son considerados insuficientes, "porque", a juicio de los productores consultados por este peri¨®dico, "no les permiten la producci¨®n en continuidad, porque conllevan un excesivo riesgo personal para el productor y porque no garantizan, sino al contrario, la buena calidad del producto final".
En el nuevo sistema de financiaci¨®n propuesto por el proyecto de decreto es el propio Estado quien avalar¨¢, con cargo al Fondo de Protecci¨®n del Cine Espa?ol -fondo hasta ahora reservado para subvencionar a filmes ya realizados y en per¨ªodo de explotaci¨®n-, los necesarios cr¨¦ditos del Banco Industrial.
"De esta manera", dicen un¨¢nimemente productores, distribuidores y exhibidores consultados, "un dinero que es del cine y para el cine, como el del Fondo de Protecci¨®n del Cine Espa?ol, y que en la actualidad permanece inactivo durante todo el proceso de creaci¨®n cinematogr¨¢fica, pasa con esteproyecto a ser un dinero activo, que avalar¨¢ desde sus primeros pasos a la creaci¨®n f¨ªlmica, suprimiendo en gran medida riesgos personales del productor".
Rentabilizar el cine espa?ol
Todos los sectores de la industria coinciden en "que esta forma de financiaci¨®n, a?adida a la derivada de los acuerdos de producci¨®n entre cine y televisi¨®n, es id¨®nea y producir¨¢ efectos beneficiosos, tanto en la cantidad de filmes producidos como en su calidad como productos aptos para una buena comercializaci¨®n, exportaci¨®n incluida".En la filosof¨ªa del proyecto de decreto, esta in¨¦dita f¨®rmula de financiaci¨®n no bastar¨ªa por s¨ª sola para sanear un mercado cinematogr¨¢fico tan deprimido como el espa?ol. Con este sistema se considera un¨¢nimemente que pueden producirse m¨¢s y, sobre todo, mejores filmes. Pero ¨¦stos han de tener garantizada una buena explotaci¨®n en las fases posteriores de distribuci¨®n y exhibici¨®n.
De ah¨ª que el proyecto de decreto implique a las distribuidoras y a las salas de exhibici¨®n cinematogr¨¢fica en la explotaci¨®n adecuada de estos filmes, condicionando la obtenci¨®n de licencias de doblaje de filmes extranjeros a la rentabilidad de los filmes espa?oles que distribuyan y exhiban. As¨ª, en elnuevo decreto se establece que la primera licencia de doblaje se obtiene al comienzo del filme; la segunda, cuando ¨¦ste ha producido 40 millones de pesetas, y la tercera, cuando la recaudaci¨®n alcanza 70 millones, con lo que la buena comercializ aci¨®n del cine espa?ol se convierte en condici¨®n previa para el doblaje de pel¨ªculas extranjeras.
La unanimidad de todos los sectores de la industria al considerar justa la f¨®rmula de financiaci¨®n se pierde en la valoraci¨®n de este segundo punto del proyecto. Si bien los productores consideran acertado el sistema, los distribuidoresy exhibidores lo recusan arguyendo "que favorece ¨²nicamente a la producci¨®n".
Visiones contrapuestas
En las consultas efectuadas se observan, sin embargo, dos l¨ªneas no enteramente coincidentes en esta recusaci¨®n. Una parte de ella considera que "esta medida es inaceptable y supondr¨¢ a la larga la ruina total del negocio cinematogr¨¢fico".La otra corriente, en cambio, considera que "el sistema es aceptable, a condici¨®n de que se rebajen las cantidades exigidas para la obtenci¨®n de licencias de doblaje, que son exageradas en todos los casos e incumplibles en muchos". Estos distribuidores apuntan cantidades sensiblemente menores que esos 40 y 70 millones establecidos.
La tercera medida del proyecto es la que m¨¢s escepticismo provoca en los medios de la industria. La mayor parte de los productores, y todos los distribuidores y exhibidores consultados, coincide en que hoy por hoy "el mercado del cine espa?ol no est¨¢ en condiciones de abastecer una cuota de pantalla del dos por una (una hora de cine espa?ol por cada dos de cine extranjero), por lo que esta proporci¨®n es excesiva e irreal".
Todos los productores, y parte de los distribuidores y exhibidores consultados por este peri¨®dico, consideran que "ser¨ªa deseable llegar en el futuro a tal proporci¨®n si el cine espa?ol, por talento y agilidad, se la gana; pero esto no puede legislarse de antemano, por lo que habr¨¢ que esperar a que el proyecto de decreto reactive la producci¨®n, y ya entonces se ver¨¢ si ese hoy por hoy irreal dos por una es entonces cumplible".
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