Divisi¨®n de opiniones en Las Palmas sobre el estreno de 'Casandra', de P¨¦rez Gald¨®s
El estreno mundial por parte de la compa?¨ªa de Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes de la obra de Benito P¨¦rez Gald¨®s Casandra, en el teatro de esta capital que lleva el mismo nombre del inmortal escritor canario, ha sido acogido con divisi¨®n de opiniones. Si bien para galdosianos cl¨¢sicos -como Joaqu¨ªn Casalduero, o Francisco Yndurain- la adaptaci¨®n de Francisco Nieva ha sido sorprendente, para una parte del p¨²blico y la cr¨ªtica la obra que firmara don Benito en 1905 no termin¨® de convencer.
La expectaci¨®n ante el estreno mundial de Casandra era grande en Las Palmas. Los medios informativos canarios destacaron con insistencia este montaje por el "hondo significado de este acontecimiento" y porque es "un hecho cultural de primer orden".La obra fue aplaudida al final de la representaci¨®n, y el adaptador y escen¨®grafo, Francisco Nieva, tuvo que salir al escenario para agradecer la ovaci¨®n. Afirm¨® que el verdadero merecedor de esos aplausos era don Benito P¨¦rez Gald¨®s.
Esta versi¨®n realizada por Nieva de Casandra permite al espectador acercarse a Benito P¨¦rez Gald¨®s, entrar en ese mundo que ¨¦l cre¨® -dram¨¢tico y misterioso- de la sociedad de principios de siglo, aunque la escenograf¨ªa est¨¢ situada en ¨¦poca anterior, lo que, en opini¨®n del propio Nieva, permite llegar mejor a la comprensi¨®n del autor.
La obra es una cr¨ªtica feroz de aquella Espa?a hip¨®crita y ego¨ªsta que le toc¨® vivir a don Benito y cuyos demonios heredamos.
El mundo del autor
No faltan en Casandra frases directas, acusadoras y anticlericales tan caracter¨ªsticas de Gald¨®s dentro del contexto pol¨ªtico y social de la ¨¦poca.En este sentido, las reacciones de los personajes vienen condicionadas por unos elementos que son completamente ajenos a ellos mismos, por unos hilos invisibles que mueven a una sociedad podrida donde los tiranos se vuelven m¨¢s tiranos y los desheredados asumen el papel de buenos o malos en una misma proporci¨®n que traspasa la barrera de lo tr¨¢gico. Aunque, como afirma Andr¨¦s Amor¨®s, Nieva elimina en su versi¨®n libre algo de lastre ret¨®rico y melodram¨¢tico.
Destacan en Casandra la escenograf¨ªa, el juego de luces y el fondo musical, perfectamente adaptados al conjunto del montaje y que provoca un clima misterioso, reflejando una sociedad oscura, tenebrosa e incierta para los que est¨¢n condenados a vivir con sus destinos predeterminados. A la labor de Nieva hay que a?adir la interpretaci¨®n de Asunci¨®n Sancho, Mar¨ªa Jos¨¦ Goyanes y Guillermo Mar¨ªn.
Al estreno mundial de Casandra en Las Palmas -en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢ estrenada en el Teatro de Bellas de Madrid- asisti¨® el director del Centro de Documentaci¨®n Teatral, Mois¨¦s P¨¦rez; el gobernador civil de la provincia, Bert¨ªn del Pozo, y el presidente del Cabildo Insular, Carmelo Artiles, entre otras autoridades.
Coloquio sobre 'Casandra'
Hay que a?adir que tras el ensayo general de la obra -al que asistieron centenares de estudiantes- tuvo lugar en el teatro P¨¦rez Gald¨®s un coloquio en el que participaron los doctores Joaqu¨ªn Casalduero, Francisco Yndurain, Carmen Mart¨ªn Gaite, Sebasti¨¢n de la Nuez Caballero, Alfonso Armas Ayala y el propio Francisco Nieva.El profesor Joaqu¨ªn Casalduero afirm¨® que ve en la obra de Gald¨®s una simbolog¨ªa: "Casandra mata a do?a Juana de Samaniego, es decir, mata a la reacci¨®n". Dijo tambi¨¦n que Gald¨®s pretende no s¨®lo acabar con ella, sino evitar que resucite: "Debemos temer todos el conjuro de Casandra".
El profesor Francisco Yndurain, por su parte, habl¨® de las ediciones de esta obra de 1905 y 1910, elogiando la versi¨®n moderna realizada para el teatro por Francisco Nieva. Observa, al analizar la obra, un radicalismo en do?a Juana, "un resentimiento, dolor por el gozo de los dem¨¢s. Es tan profundo el resentimiento que le fastidia que los dem¨¢s disfruten. Odia la fecundidad, odia el amor". Francisco Yndurain ve cierto parang¨®n con la obra de Lorca Bernarda Alba: "Hay en esta obra de Gald¨®s un fondo subyacente de odio y lo cubre con un manto de religiosidad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.