El Ministerio de Econom¨ªa prepara un "rearme" proteccionista para responder a las dificultades del comercio mundial

La Administraci¨®n comercial espa?ola prepara, por indicaci¨®n del Gobierno, una serie de medidas graduales y selectivas para el "rearme proteccionista". No se trata s¨®lo de responder a las dificultades de la negociaci¨®n para el ingreso en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), pues afectar¨¢ a casi todos los mercados. Acciones unilaterales de represalia, actualizaci¨®n de las normas sobre homologaciones y calidad, aplicaci¨®n de derechos anntidumping, precios m¨ªnimos y calendarios de compras forman parte de la proyectada "modernizaci¨®n" de nuestra estructura proteccionista, en palabras de un alto cargo del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda.

Aunque los pa¨ªses comunitarios pueden ser los principales perjudicados por ser el mayor cliente comercial de Espa?a -cerca del 40% de las compras y ventas totales-, las medidas citadas no constituyen una respuesta a las ¨²ltimas dificultades de -la adhesi¨®n. De hecho, llevan varios meses en estudio y algunas han empeza do a ser adoptadas sin darles publicidad. Si bien es cierto que su aplicaci¨®n general coincidir¨¢ con el endurecimiento de la posici¨®n negociadora espa?ola, hace ya tiempo que la Administraci¨®n se muestra esc¨¦ptica respecto al calendario para la entrada de Espa?a en el Mercado Com¨²n. Antes que el presidente del Gobierno amenazara con cambiar de actitud si no hay mayor claridad, era opini¨®n extendida entre los t¨¦cnicos que si Francia abandonara el papel de malo de la pel¨ªcula, ocupar¨ªa su lugar inmediatamente Alemania Occidental e Italia, en un caso, por la competencia naval e industrial, y en otro, por algunos productos agr¨ªcolas y otros industriales de tipo intermedio. En sinton¨ªa con buena parte de la representaci¨®n empresarial, que desde hace a?os clama contra las actitudes entreguistas, pese a estimar necesario el ingreso, la Administraci¨®n es partidaria de no abandonar la presi¨®n negociadora. Pero le preocupan las crecientes protestas, obst¨¢culos y medidas antidumping de la Comunidad, que interpretan dirigidas contra el acuerdo de 1970. Y est¨¢ convencida de que en los pr¨®ximos meses ser¨¢n el "pan nuestro de cada d¨ªa". Debido a que interesa mantener el acuerdo entre o no entre Espa?a, uno de los objetivos actuales se centra en acentuar la protecci¨®n y las propuestas y contrapropuestas en torno a la aplicaci¨®n del acuerdo, con el fin de parar la esperada escalada. Al margen de este frente, el rearme se orientar¨¢ a paliar los problemas de la falta de crecimiento del comercio mundial, las diversas formas de neoproteccionismo, la crisis de liquidez o solvencia y la tendencia a las operaciones de trueque en los intercambios internacionales.

Evitar la competencia desleal

Por ello, gradualmente se van a introducir numerosas normas sobre homologaciones -Y derechos de calidad que ya han sido impuestas por distintos pa¨ªses y han dificultado algunas exportaciones espa?olas. Asimismo, est¨¢ siendo ultimada una regulaci¨®n para que Espa?a aplique derechos antidumping (contra la competencia desleal, mediante fuertes apoyos fiscales o financieros) a las importaciones que considere especialmente perjudiciales.: Las exportaciones espa?olas han sufrido ya estos derechos de la CEE para los textiles y la siderurgia, y esta misma semana Espa?a tendr¨¢ que autolimitar sus ventas sider¨²rgicas a Estados Unidos. Otra oportunidad para proteger determinados productos ser¨¢ la pr¨®xima adaptaci¨®n general de aranceles al cambio que proyecta el Mercado Com¨²n. Aunque se descarta una subida med¨ªa de los grav¨¢menes aplicados a las compras al exterior, s¨ª son probables diversos retoques al alza. Y se da por descontado que de ahora en adelante habr¨¢ mayor resistencia a los descrestes (rebaja de los porcentajes m¨¢s altos de aranceles) pretendidos pror la Comunidad, donde existe una tarifa exterior com¨²n muy inferior a la media espa?ola. Sin embargo, ofrecer¨¢n mayor margen de actuaci¨®n las represalias unilaterales, que han empezado a ser utilizadas con cierta 'frecuencia, siempre en secreto. Cuando Libia dej¨® de pagar deu das, se le cortaron las importaciones de petr¨®leo y lleg¨® a pagar en alg¨²n caso hasta lo que no deb¨ªa. Cuando Francia puso trabas, hace varias semanas, a las importaciones de pizarra, encontr¨® obst¨¢culos a sus exportaciones de leche y pescado. Si, por ejemplo, Brasil se excede en sus relaciones con Espa?a, se le po dr¨¢n parar las compras de caf¨¦ para provocar una negociaci¨®n e, intentar, solucionar los problemas. Aunque existe el prop¨®sito de mantener la tendencia a la desaparici¨®n del comercio de Estado, las represalias se centrar¨¢n en parar licencias de importaci¨®n, manejar cuotas de producci¨®n o de mercado, y utilizar a las empresas p¨²blicas para ejercer influencia. Hay en estos casos algunas limitaciones, como la posibilidad de suscitar una guerra que luego se pierda o tener que cortar o desviar importapiones necesarias para mejorar la eficiencia interior. El "liberalismo dirigido", seg¨²n las fuentes consultadas, acaba provocando distorsiones o ineficacias. Pero en muchos casos se estima conveniente, en estos momentos de neoproteccionismo, para favorecer un comercio libre y multilateral "que genere divisas y no s¨®lo declaraciones".