Lem¨®niz, la oportunidad del realismo
La paralizaci¨®n del programa nuclear tiene ya sus primeros objetivos
Aunque ser¨¢ el Parlamento, en ¨²ltima instanci¨¢, el ¨®rgano apropiado que lo decidir¨¢, los dos grupos de la central nuclear del Lem¨®niz corren el riesgo cierto de convertirse en el primer museo industrial de este pa¨ªs. La reciente paralizaci¨®n, parcial y transitoria, por el Consejo de Ministros del Gobierno socialista, del ambicioso programa nuclear aprobado en la anterior legislatura, se cobra as¨ª, entre otras, las dos primeras centrales, Lem¨®niz I y Lem¨®niz II. Una dura batalla pol¨ªtica, t¨¦cnica y econ¨®mica se ha librado antes de llegar hasta una decisi¨®n que hoy se presenta como inevitable. Una batalla que ha costado, hasta la fecha, dos muertos, innumerables atentados y m¨¢s de 230.000 millones de pesetas. Nunca es tarde, sin embargo, para remediar una situaci¨®n que naci¨® turbia y que, quiz¨¢, pudo ser abortada mucho antes.
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Concierto Pop. Sala Rock-Ola. Madrid, 23 de octubre.
Corr¨ªa el a?o 1981 y el sill¨®n del Ministerio de Industria y Energ¨ªa lo ocupaba Ignacio Bay¨®n, ¨²ltimo ministro responsable de la pol¨ªtica energ¨¦tica del Gobierno de UCD. Ante ¨¦l, Manuel G¨®mez de Pablos, reci¨¦n nombrado presidente de Iberduero, SA, la primera empresa el¨¦ctrica del Estado. El tema de conversaci¨®n, Lem¨®niz, la revisi¨®n del Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN) que el Gobierno elaboraba por aquellas fechas y la cadena de atentados que la compa?¨ªa estaba sufriendo, en personal a su servicio y en instalaciones, a manos de ETA."Si pudiera, te fulminaba ahora mismo", cuentan que le dijo Bay¨®n a G¨®mez de Pablos. Momentos antes, el inusual presidente de Iberduero -un ingeniero de caminos metido a ejecutivo el¨¦ctrico- le hab¨ªa planteado al ministro una nueva soluci¨®n al problema originado en Lem¨®niz que muy pocas personas, por aquellas fechas, hubiera supuesto.
"Desde el punto de vista de la raz¨®n y de los intereses econ¨®micos de Iberduero", cuentan que le dijo G¨®mez de Pablos a Bay¨®n, "Lem¨®niz ha dejado de ser un problema de exclusiva responsabilidad de la empresa. Hay que buscar f¨®rmulas realistas y pragm¨¢ticas para detener esta sangr¨ªa".
La an¨¦cdota, pese a que ninguno de los participantes ha querido hablar al respecto, y mucho menos confirmar esta conversaci¨®n, es nigurosamente cierta.
El 'par¨®n' nuclear
Desde que se produjo un cambio en la presidencia. de Iberduero, all¨¢ por el a?o 1980, Lem¨®niz iba a convertirse en una instalaci¨®n maldita, incluso para la compa?¨ªa propietaria. Sin ceder al chantaje de ETA, las propias estimaciones t¨¦cnicas de lo que supon¨ªa enchufar a la red una instalaci¨®n nuclear sometida a tensi¨®n y amenaza permanente aconsejaban la b¨²squeda de soluciones innovadoras, que garantizasen no s¨®lo el futuro empresarial de la compa?¨ªa sino tambi¨¦n la seguridad de su personal y de la poblaci¨®n pr¨®xima a la central.Dos a?os m¨¢s tarde, la paralizaci¨®n sin fecha determinada de Lem¨®niz es un hecho. Un nuevo ministro ocupa ahora la silla de Bay¨®n y nuevas y muy distintas ideas parecen inspirar la a¨²n pendiente revision del Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN).
El Gobierno socialista, con unos criterios que, aunque quiz¨¢ no sean compartidos por todos los altos responsables de las empresas el¨¦ctricas, han sido plasmados en un documento com¨²n (el protocolo firmado el pasado mayo), ha Degado a un acuerdo-compromiso con ellos para introducir unos mecanismos de racionalizaci¨®n y optimaci¨®n del sector en este pa¨ªs que, paralelamente, coinciden con los de aquellas aspiraciones particulares, tanto morales como realistas, que expresaba G¨®mez de Pablo respecto a Lem¨®niz.
Seg¨²n ha anunciado el ministro Carlos Solchaga, al t¨¦rmino de un Consejo de Ministros, cinco de las 12 centrales nucleares, de segunda y tercera generaci¨®n, que estaban contempladas en el PEN de 1979, enchufadas a la red, al no van a ser enchufadas a la red al menos en el horizonte del medio plazo.
Utilizaci¨®n intensiva poco rentable
Las cinco instalaciones, ha proclamado el Gobierno socialista, crear¨ªan una sobrecapacidad de producci¨®n en el sistema el¨¦ctrico del Estado que har¨ªa poco rentable la utilizaci¨®n intensiva en este sector de los limitados recursos financieros de que dispone este pa¨ªs en crisis."Si el plan nuclear continuara igual", ha afirmado un alto cargo del Ministerio de Industria, "nos encontrar¨ªamos con una sobrecapacidad de producci¨®n en el sector de m¨¢s de 5.000 inegavatios,con una coste financiero adicional de bill¨®n y medio de pesetas a los 500.000 millones ya aparenteinente invertidos".
Interrupci¨®n de obras
Para evitar esta situaci¨®n, y a costa de provocar l¨®gicos trastornos en otros intereses industriales involucrados en el programa nuclear, el Gobierno ha preferido asistir al sector a sanear y amertizar las inversiones perdidas en la construcci ¨®n de las centrales que se ver¨¢n afectadas por el par¨®n, que tener que recurr¨ªr dentro de unos a?os a una irremediable nacionalizaci¨®n de las compa?¨ªas que componen el sector, seg¨²n expresi¨®n utilizada recientemente por Mart¨ªn Gallego, secretario general de la Energ¨ªa.Para el Ministerio de Industria, era mucho m¨¢s costoso y arriesgado verse dentro de unos a?os con unas instalaciones innecesarias, e imposibles de amortizar por lanatural v¨ªa de unas ventas inexistentes (falta de demanda el¨¦ctrica), que asumir ahora el coste pol¨ªtico y el riesgo planificador de detener parcial y transitoriamente el programa nuclear.
Si este an¨¢lisis -pendiente -L¨²n de documentar por el Gobiernoes equivocado o acertado lo dir¨¢ el tiempo, pero para entender el problema pol¨ªtico que puede suponer la paralizaci¨®n de Lem¨®niz quiz¨¢ haya que remontarse a hace un a?o y medio, cuando el Gobierno decidi¨® intervenir las obras e instalaciones de la central.
El Consejo de Intervenci¨®n, de manera aut¨®noma, interrumpi¨® las obras y procedi¨® a la cancelacion de todos los contratos, sociales y econ¨®micos, pese a que hasta dicha fecha se hab¨ªa invertido en la central la friolera de 200.000 millones de pesetas.
Esta medida, adoptada a ra¨ªz del impacto que en los trabajadores de Lem¨®niz hab¨ªa. supuesto el segundo asesinato de un t¨¦cnico de la central por parte de ETA, hac¨ªa suponer que, incluso con la pronta reanudaci¨®n de las obras, Lem¨®niz llevaba visos de convertirse en una de las centrales m¨¢s caras del mundo y, sin resolverse, el problema terrorista, tambi¨¦n en una de las m¨¢s indefensas ante un ataque irracional contra sus instalaciones.
El coste del producto final, en cualquier caso, pod¨ªa resultar tan elevado en ¨²ltima instancia que la l¨®gica de la empresa coincid¨ªa con el pragmatismo de la situaci¨®n descrita.
Un desaf¨ªo al Estado
Desde entonces, muy pocas personas dentro del sector el¨¦ctrico podr¨ªa esperar que la central, pese al discutible principio pol¨ªtico de que en Lem¨®niz hay un desaf¨ªo al Estado en toda regla por parte de una banda armada, pudiera alg¨²n d¨ªa ser una instalaci¨®n en funcionamiento total.Fuerzas pol¨ªticas, tanto nacionalistas vascas como estatales, previamente complicadas en "sacar adelante el problema de Lem¨®niz:", hace tiempo que lo comprendieron as¨ª, seg¨²n aducen los m¨¢s altos responsables de dichos partidos.
"Pese a que quiz¨¢ algunos puedan interpretar esta soluci¨®n como una victoria de ETA, o de las fuerzas antinucleares que caminaron de la mano de esta organizaci¨®n, a nadie se le escapa que a la hora de sacrificar instalaciones nucleares, lo l¨®gico es comenzar por Lem¨®niz", argumenta un alto miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV), con responsabilidades en el Gobierno aut¨®nomo.
El Partido Nacionalista Vasco, pese a las reservas que hist¨®ricamente ha planteado en relaci¨®n a Lem¨®niz, ha mantenido, al parecer, un canal directo de comunicaci¨®n con los responsables de la empresa propietaria.
En todo momento, seg¨²n informan miembros de este partido, se ha defendido la opci¨®n nuclear, e incluso la puesia en marcha de Lem¨®niz, pero siempre con unas exigencias de seguridad a nivel internacional y previa convocatoria de un refer¨¦ndum, seg¨²n se puso de manifiesto en el debate sobre la central que celebr¨® el Parlamento aut¨®nomo hace dos a?os.
Impedir mayor polarizaci¨®n de la sociedad vasca
"?ste resulta ahora innecesano", comentaban a este peri¨®dico as mismas fuentes, "y, hasta cierto punto, eso es un paso adelante, ya que impedir¨¢ una mayor polarizaci¨®n de la sociedad vasca".La tesis de la Administraci¨®n actual tiene un trasfondo mucho m¨¢s realista, y aunque parte del hecho de que, la paralizaci¨®n de Lem¨®niz ser¨¢ responsabilidad ¨²ltima del Parlamento y de las fuerzas pol¨ªticas all¨ª representadas, se encuentra ante la disyuntiva de tener que elegir entre proponer la paralizaci¨®n de cualquiera de los grupos en construcci¨®n en Valdecaballeros, Trillo, Cofrentes y Vandell¨®s o, por el otro lado, congelar definitivamente Lem¨®niz.
Y este planteamiento parte de la base de aceptar que en algunas de estas instalaciones se han invertido sumas de dinero muy parecidas a las ya gastadas en la central vasca, pero que carecen de su problem¨¢tica pol¨ªtica.
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