Gesticulaci¨®n
La naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo invadiendo una de las m¨¢s d¨¦biles. Sin duda ser¨¢ esta imagen la que simbolizar¨¢ para la posteridad la poco gloriosa intervenci¨®n de los marines en Granada. Y por lo que, prescindiendo de la moral, esta acci¨®n constituye una falta pol¨ªtica grave.Desde hace tiempo, ciertamente, Estados Unidos se inquietaba por la evoluci¨®n del r¨¦gimen de Granada y, de la construcci¨®n en la isla, con la ayuda de una mano de obra cubana, de un aeropuerto con capacidad estrat¨¦gica. Pero este r¨¦gimen, con el que la primavera pasada Washington rechaz¨® todo entendimiento, estaba desde hace una quincena. de d¨ªas en plena descomposici¨®n. Decir que representaba una seria amenaza para la seguridad de Estados Un?dos no es serio. Asimismo, decir que las vidas de los ciudadanos extranjeros residentes en Granada estaban amenazadas no parece tampoco estar fundado, juzgando por los testimonios disponibles.
No, donde se deben buscar las verdaderas razones de la intervenci¨®n americana es en otros, motivos. Se pueden distinguir dos, y los dos son de los que en la jerga de los estrategas se llama gesticulaci¨®n.
La invasi¨®n de Granada est¨¢ ante todo destinada al consumo regional, se puede decir que est¨¢ dirigida a Cuba, a Nicaragua, a los guerrilleros de El Salvador, y quiere significar que Washington no permitir¨¢ m¨¢s la exportaci¨®n de la revoluci¨®n, de contaminaci¨®n ideol¨®gica. Queda saber c¨®mo ser¨¢ recibido ¨¦l mensaje. Es probable que sea tomado como una nueva prueba de la imposibilidad que existe para negociar con Washington y que sonar¨¢ el momento del entierro de los esfuerzos, aunque modestos, desplegados por el grupo de Contadora para encontrar una soluci¨®n a la crisis salvadore?a. Excitando los reflejos nacionalistas y antiyankis en Nicaragua la operaci¨®n Granada no debilitar¨¢ el r¨¦gimen sandinista, pero, al contrario, lo reforzar¨¢.
Porque Reagan ha querido hacer de un tiro dos golpes: no contento de utilizar las luchas, entre los dirigentes de Granada para lanzar un aviso a los otros ¨¦mulos de Fidel Castro en la regi¨®n, ha cre¨ªdo tambi¨¦n poder enviar un mensaje a Mosc¨². Todo indica, en efecto, que es para "vengar" a los marines muertos en Beirut, que el presidente americano ha decidido dar el paso y aplicar los planes dispuestos desde hace tiempo.
Pero, tambi¨¦n aqu¨ª, el mensaje es ambiguo, ya que viene a reconocer que Estados Unidos, no puede hacer nada en L¨ªbano. Como lo ha hecho ver un senador americano cuando se enter¨® de la invasi¨®n de Granada, "se ganan las guerras que se pueden ganar"...
Los enemigos de Estados Unidos no ser¨¢n los ¨²nicos en explotar la "empresa" de Granada.
26 de octubre.
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