Un empacho ideol¨®gico

EL MINISTRO de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, demostr¨® a lo largo de sus m¨¢s de dos horas de intervenci¨®n, en el debate del Congreso sobre pol¨ªtica exterior, su excesiva carga de ideolog¨ªa y su ausencia de pragmatismo en el terreno de la defensa de los intereses espa?oles, Mor¨¢n es un intelectual, un int¨¦rprete de la historia, pero no sabe c¨®mo contribuir a hacerla. Por eso, para la mayor¨ªa de los presentes en el hemiciclo del Congreso, su intervenci¨®n fue un ejercicio a olvidar, porque quien dirige la pol¨ªtica exterior del Gobierno -incluso en contradicci¨®n con las vaguedades te¨®ricas del ministro- es su presidente, Felipe Gonz¨¢lez.El l¨ªder de la oposici¨®n mayoritaria, Manuel Fraga, que actu¨® en el debate con evidente desgana, dej¨® en claro su tesis de que "la pol¨ªtica exterior de Espa?a es inexistente". "Despu¨¦s de nuestros aislamientos, de nuestras guerras civiles, de nuestros problemas internos, creo que tenemos hoy condiciones m¨¢s favorables para establecer una pol¨ªtica internacional que sea el resultado de un consenso de Estado", dijo Fraga. Dif¨ªcil consenso si se tiene en cuenta que Fraga es uno de los pocos l¨ªderes occidentales que ha tratado de justificar p¨²blicamente la invasi¨®n americana de la islita de Granada.

Fernando Mor¨¢n estuvo antiatlantista en sus referencias a la Europa en la que desea integrarse Espa?a. Algunas de sus frases sobrepasaron la ret¨®rica de otros tiempos, que ya no emplean sus correligionario s del partido. Muchos se preguntan si est¨¢ justificando, desde la ideolog¨ªa, su futuro relevo. Refiri¨¦ndose a la voluntad occidental y al deseo de autonom¨ªa en las decisiones, el ministro de Asuntos Exteriores dijo que los socialistas se niegan "a que se amputen sus posibilidades" dentro de ese mundo occidental, "que sigue la proyecci¨®n de esa potencia rectora que lo domina". Lo ¨²nico recusable de esa actitud es que es incoherente con las propias decisiones tomadas por el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Se puede ser atlantista o no serio. Lo que no se puede es ser y no ser al mismo tiempo. Con sus dubitaciones y ambig¨¹edades, el PSOE ha comenzado a perder la confianza de quienes est¨¢n contra la presencia de Espa?a en la OTAN y no ha logrado ganarse la de los aliados.

El titular de Exteriores predijo un futuro que calific¨® de "satelizaci¨®n" atlantista de Portugal, que si no consigue unirse al Mercado Com¨²n europeo "elegir¨¢ de nuevo el arbotante atl¨¢ntico", dejando que (Estados Unidos) utilice su suelo como plataforma para extenderse por Europa y ?frica. No estamos seguros de que ¨¦sta sea una frase amable para nuestros vecinos. En cuanto a las dificultades que tiene la integraci¨®n espa?ola en la CEE, Fernando Mor¨¢n trat¨® de culpar a la falta de esp¨ªritu modernista de los actuales l¨ªderes europeos el abandono en que se encuentra el proyecto de integraci¨®n global, y record¨® a los espa?oles que "nuestro europe¨ªsmo es m¨¢s profundo", lo que ocurre es que se encuentra con la realidad de una Comunidad interesada s¨®lo en relaciones econ¨®micas. "Pero que no olviden que cabe un correctivo de socializaci¨®n por la v¨ªa parlamentaria, y ¨¦sa ser¨¢ una de las aportaciones de mi Gobierno". De todas maneras, no conviene olvidar que ¨¦l fue el art¨ªfice de la recreaci¨®n de los pactos de familia con Francia? pol¨ªtica absolutamente infruct¨ªfera que s¨®lo nos ha deparado uno de los peores embajadores que Par¨ªs ha tenido nunca acreditado en Madrid.

El ministro pec¨® adem¨¢s de ingenuidad cuando critic¨® a los mandos militares de la OTAN por no querer ciar a Espa?a, cuando el verano pasado se empez¨® a negociar la integraci¨®n militar en la Alianza por el Gobierno Calvo Sotelo, una responsabilidad directa de mando sobre la zona de Tol¨®n. Seg¨²n Mor¨¢n, esa zona, en el golfo de Le¨®n, qued¨® desprotegida al salirse Francia del aparato militar de la Alianza. Pero Francia, si no pertenece formalmente a esa estructura, ha venido colaborando activamente con ella en todo momento. Tol¨®n es la base naval m¨¢s importante que tiene nuestro vecino en el Mediterr¨¢neo y la OTAN cuenta con ella, raz¨®n por la que nunca ha cubierto ese mando, cosa que, por otra parte, Par¨ªs no est¨¢ dispuesto a aceptar. Desde un punto de vista estrictamente espa?ol, es injusto que el peso de Francia en la pol¨ªtica internacional sea mayor que el nuestro, pero es probablemente inevitable a corto y medio plazo.

En definitiva, el debate sobre pol¨ªtica exterior no ha venido a disipar ninguna duda. Los. espa?oles no quieren saber si ser¨¢ inequ¨ªvoca la pregunta en el refler¨¦ndum sobre la OTAN, sino qu¨¦ pregunta ser¨¢. Y quieren conocer los motivos concretos por los que el refer¨¦ndum no se ha convocado a¨²n. Desean aclaraciones sobre la combinaci¨®n de embajadores que el Gobierno socialista ha hecho, combinaci¨®n que permite, entre otras cosas, que el embajador de Franco ante las Naciones Unidas siga siendo el embajador de Felipe Gonz¨¢lez. Y a la postre no demandan un empacho de ideolog¨ªa, sino una concreci¨®n visible sobre si el Gobierno espa?ol sigue comprendiendo el despliegue de los euromisiles, puede garantizar que no hay armas nucleares en Gibraltar y se ve con fuerzas, con apoyos y con posibilidades para hacer la pol¨ªtica exterior que el ministro del ramo promete en vez de la que verdaderamente hace.