Los comunistas preparan su XI Congreso dispuestos a encontrar una ¨²nica l¨ªnea de actuaci¨®n

Los dirigentes del Partido Comunista de Espa?a comienzan a partir de hoy lo que podr¨ªa considerarse el ¨²ltimo tramo de la preparaci¨®n del XI Congreso del partido, que se celebrar¨¢ a mediados de diciembre. Seg¨²n las propias fuentes comunistas, este congreso significar¨¢ la consolidaci¨®n de la actual l¨ªnea mantenida por el secretario general del partido, Gerardo Iglesias, o un viraje radical hacia las posiciones m¨¢s duras, preconizadas por Santiago Carrillo y sus seguidores.

Ambos sectores del PCE conf¨ªan en obtener resultados favorables en la reanudaci¨®n de cargos regionales, que comenzar¨¢ este fin de semana en Galicia, y se prolongar¨¢ durante las semanas pr¨®ximas en otras conferencias regionales. Ello significa que, cuando tenga lugar el XI Congreso, el aparato regional del partido habr¨¢ sufrido una profunda remodelaci¨®n, que podr¨ªa llegar a significar un vuelco en los resultados del congreso, en el que los seguidores de Iglesias y Carrillo, como sectores fundamentales, se presentan irreductiblemente enfrentados, pese a ciertos "acercamientos t¨¢cticos" de posiciones en algunos puntos.Aunque la reuni¨®n de hoy del comit¨¦, ejecutivo del PCE, y la del comit¨¦ central el pr¨®ximo lunes, se presentan oficialmente como dedicadas a "discusi¨®n pol¨ªtica", presumiblemente ser¨¢n tratadas algunas cuestiones vitales para los dos sectores mayoritarios del partido: los seguidores de Carrillo piensan que los actuales dirigentes parecen haber asumido algunas de las tesis que antes rechazaban -y que defend¨ªan los carrillistas- como considerar que la transici¨®n hacia la democracia a¨²n no ha terminado o la celebraci¨®n de un debate nacional sobre la conveniencia del ingreso de Espa?a en la CEE.

Adem¨¢s, algunos de los m¨¢s recientes movimientos en el escenario internacional, estar¨ªan decantando las posiciones neutralistas predicadas por los seguidores de Iglesias hacia una cr¨ªtica m¨¢s dura de la actuaci¨®n norteamericana y una m¨¢s c¨¢lida acogida de las tesis de Andropov en cuanto a desarme. Ello significa una aproximaci¨®n hacia la doctrina ¨²ltimamente defendida por Carrillo.

Sin embargo, los oficialistas se mantendr¨ªan firmes en otras posiciones inaceptables para Carrillo y los suyos, como la cr¨ªtica a la actuaci¨®n de ¨¦ste cuando era secretario general, la admisi¨®n de los expulsados o la renovaci¨®n profunda de los estatutos internos.

M¨²ltiples apariciones p¨²blicas

Aunque el congreso no admitir¨¢ listas alternativas -los delegados votar¨¢n los nombres incluidos en una sola lista-, tanto Iglesias como Carrillo multiplican sus apariciones p¨²blicas en las ¨²ltimas semanas. Ayer, el secretario general del PCE interven¨ªa, por primera vez en su vida, en la tribuna del club Siglo XXI. Ello podr¨ªa interpretarse como un intento de adelantar la que ser¨¢ guerra de imagen ante el congreso, del que saldr¨¢ el nuevo comit¨¦ central que, a su vez, elegir¨¢ el nuevo comit¨¦ ejecutivo.No obstante, ambos sectores se muestran convencidos de que, tras el congreso, los antagonismos se dulcificar¨¢n y se mantendr¨¢ la unidad en el partido, dado que episodios como la dimisi¨®n del prosovi¨¦tico Ignacio Gallego apenas han tenido repercusi¨®n interna en el PCE. Pero mucho depender¨¢ del resultado de las pr¨®ximas conferencias regionales y de su influencia sobre la discusi¨®n interna antes del congreso.

Tambi¨¦n tendr¨¢ mucha influencia los sondeos reservados que unos y otros dicen poseer y que, aparentemente, no muestran hasta ahora un alza significativa de ninguno de los dos l¨ªderes en las preferencias p¨²blicas.

Los dirigentes comunistas pretenden evitar a toda costa que el PCE "quede anclado en la discusi¨®n precongresual" y que "el partido se desangre en est¨¦riles discusiones internas". La reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo de hoy abordar¨¢ temas como el lanzamiento de una nueva campa?a anti-OTAN o la discusi¨®n de un documento elaborado por la comisi¨®n econ¨®mica del partido, analizando los ¨²ltimos pasos del Gobierno socialista. Con ello se espera que estas reuniones no se limiten a la mera exposici¨®n de las mutuas discrepancias.