El Cid descamisado
"Per¨®n, como el Cid Campeador, va a ganar las elecciones despu¨¦s de muerto". ?sta fue la afirmaci¨®n de Juan Jos¨¦ Taccone (el m¨¢s influyente de los dirigentes obreros de la electricidad) hace tres meses, antes de conocerse los candidatos. Y agreg¨® en rueda de ¨ªntimos: "Nuestros nombres no le importan a la masa de votantes; lo ¨²nico que le interesa es que somos el partido de Per¨®n".La opini¨®n se convirti¨® en estrategia dominante. En los carteles callejeros aparecen los retratos de Juan Domingo Per¨®n (muerto el 1 de julio de 1974) y de Eva Per¨®n (muerta el 26 de julio de 1952), las paredes aparecen pintadas con leyendas que aseguran que "Per¨®n vive", o prometen que "Luche y vuelve", y la marcha Los muchachos peronistas se repite hasta la saturaci¨®n en la grabaci¨®n que Hugo del Carril realiz¨® hace m¨¢s de 30 a?os. La nostalgia de la nota.
Los ¨ªdolos populares que les dar¨¢n su voto recuerdan, como Palito Ortega, que gracias a Evita conoci¨® el pan dulce en las Navidades de su infancia pobre, y el boxeador Gregorio Goyo Peralta, que Per¨®n le dio su primer par de zapatillas.
Herminio Iglesias, candidato a gobernador por Buenos Aires, la m¨¢s grande de las provincias argentinas (m¨¢s extensa que Italia), propuso poner el perfil de Per¨®n en las boletas del comicio para identificar mejor a su partido.
En el acto del 17 de octubre, la fecha m¨¢s. trascendente de la liturgia peronista, dijeron los oradores: "El 30 de octubre no gana Herminio, no gana Luder: va a ganar nuevamente el general Per¨®n", mientras las tribunas contestaban: "Se siente, se siente, Per¨®n est¨¢ presente".
La campa?a publicitaria, tan intensa y costosa como la de Ra¨²l Alfons¨ªn, tuvo algunos zigzagueos, pero en las semanas decisivas tom¨® abiertamente por este camino emocional, colocando en segundo plano a la f¨®rmula presidencial Luder-Bittel.
La novedad la constituy¨® un cu?a publicitaria con la marchita peronista en tiempos de rock con dibujos animados, pero es la excepci¨®n que confirma la regla donde el peronismo ya no intenta ganar votos entre el electorado independiente o indeciso de la clase media, sino hacerse fuerte en sus propios sectores, que, por primera vez, son invadidos electoralmente por un adversario.
Alfons¨ªn ha hecho actos importantes en barriadas obreras, el cintur¨®n industrial que antes era tab¨² para los radicales (Lan¨²s, Matanza, San Miguel, Mor¨®n).
Precisamente en San Miguel un grupo peronista quiso boicotear el mitin dando vivas a Per¨®n, y los otros le contestaron: "Est¨¢ muerto, est¨¢ muerto". En la an¨¦cdota est¨¢ el coraz¨®n del problema.
Mano a mano
Las elecciones son un mano a mano entre Alfons¨ªn (el es m¨¢s importante que su partido, tradicional segundo del peronismo) y Per¨®n, que lleva m¨¢s de nueve a?os muerto. El combate es imposible o desparejo. Una pulseada de ultratumba cuyos resultados tratan de conocerse a trav¨¦s de los sondeos de opini¨®n, que por primera vez se utilizan sistem¨¢ticamente en las elecciones argentinas.
La empresa A y C, que en 1973 pronostic¨® el 49% que lograr¨ªa H¨¦ctor C¨¢mpora, describe una ligera ventaja para Alfons¨ªn sobre Luder, con un porcentaje de indecisos lo suficientemente alto para tener valor fundamental.
Al analizar los resultados por nivel de estudio, Alfons¨ªn duplica los porcentajes entre los universitarios y los titulados secundarios, perdiendo sim¨¦tricamente entre los que no han terminado la escuela primaria.
Algo parecido se da por ocupaci¨®n, donde Luder gana ampliamente entre los obreros, tiene posibilidades parejas en los obreros calificados y pierde por m¨¢rgenes crecientes entre los empleados, profesionales y empresarios.
Parecer¨ªa un pa¨ªs partido en dos, de acuerdo a la instrucci¨®n o el empleo, aunque lo que propongan los dirigentes principales de ambos partidos tenga muchos puntos en com¨²n, casi coincidentes en pol¨ªtica econ¨®mica y social.
Franja de indecisos
Pero los modos, los estilos, las apelaciones son muy distintas. La franja de los indecisos es la clave. Tradicionalmente, los que no contestaban o dec¨ªan no saber eran votos peronistas vergonzantes, pero ahora ,se da un fen¨®meno inverso: muchos son j¨®venes o amas de casa peronistas que van a cambiar su voto, pero no se animan a decirlo, son alfonsinistas vergonzantes.
Decisiones y Desarrollo, otro instituto de opini¨®n, confirma esta tendencia a trav¨¦s de varias mediciones, porque a medida que se achica el porcentaje de indecisos aumenta el caudal de Alfons¨ªn, m¨¢s que el de Luder, o los partidos menores, que est¨¢n totalmente marginados por la polarizaci¨®n extrema del electorado.
Con la curiosa y dram¨¢tica periodicidad del pa¨ªs de votar s¨®lo una vez cada 10 a?os (1963 / 1973 / 1983), con el apuro electoral que es la constante en los fracasos de Gobiernos militares, es muy dif¨ªcil que se presente un panorama claro de alternativas para que la poblaci¨®n decida un camino.
El duelo entre Alfons¨ªn y Per¨®n puede tambi¨¦n ser entre el futuro y el pasado. ?Qu¨¦ pesa m¨¢s: el recuerdo o la esperanza de un cambio? ?El nuevo carisma del sucesor de Balb¨ªn o la fidelidad a la emoci¨®n peronista?
Aqu¨ª no hay debate ideol¨®gico. Tanto peronistas como radicales pretenden estar ,por encima de las diferencias de derecha y de izquierda, aunque uno y otro partido tengan l¨ªneas internas que pueden desbalancear ese centro ilusorio. Incluso hay paradojas.
Parte del peronismo ataca a Alfons¨ªn, acus¨¢ndolo de zurdo, aunque el Partido Comunista y la izquierda en general votar¨¢ por Luder, mientras parte del radicalismo critica el conservadurismo de Luder y los partidos minoritarios de derecha votar¨¢n por Alfons¨ªn.
El que gane (sea Alfons¨ªn o Luder) tendr¨¢ que ser m¨¢s moderado en el Gobierno, y el que pierda (cualquiera de ellos) girar¨¢ a la izquierda en la oposici¨®n, que ser¨¢ tan dura como lo fue la campa?a electoral. Pero ¨¦se ser¨¢ tema de otras conjeturas. Por ahora, cuando los dados ya est¨¢n por el aire, lo que importa es saber si Per¨®n es un Cid descamisado o Alfons¨ªn el Goliat que pone fin al invicto electoral del peronismo desde 1946.
es periodista argentino, analista pol¨ªtico de las revistas Somos y Gente y colaborador del canal televisivo estatal.
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