SIDA, el misterioso s¨ªndrome de las cuatro haches
En Espa?a se han declarado seis enfermos de los cuales han muerto tres
El s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es el fen¨®meno sanitario que mayor expectaci¨®n ha provocado en los ¨²ltimos a?os. Cuando en 1979 se detectaron los primeros casos, los profesionales de la sanidad no imaginaron que cuatro a?os despu¨¦s el origen del SIDA seguir¨ªa siendo un misterio, a pesar del gran esfuerzo de investigaci¨®n. Este misterio est¨¢ creando inquietud en cuatro colectivos especialmente sensibles a la enfermedad: homosexuales, heroin¨®manos, hemof¨ªlicos y haitianos (originarios de Hait¨ª). De ah¨ª que se le conozca tambi¨¦n como el s¨ªndrome de las cuatro haches. En Espa?a, de los 17 casos investigados, ¨²nicamente han sido confirmados seis, tres de ellos mortales.
Diecisiete casos sospechosos de padecer el s¨ªndrome ha estudiado hasta ahora la comisi¨®n nacional de seguimiento del SIDA, que preside el director general de Planificaci¨®n Sanitaria, Fernando Ru¨ªz Oca?a. Seg¨²n ha confirmado a EL PA?S el secretario de la comisi¨®n, doctor Juan Montero, de estos, casos estudiados s¨®lo seis han sido confirmados plenamente como SIDA, aunque no se descarta que algunos de los desechados moment¨¢neamente evolucionen, de tal modo que acaben confirm¨¢ndose. Se hab¨ªa hablado de cuatro v¨ªctimas del SIDA en Espa?a, aunque oficialmente s¨®lo han sido declaradas tres: una en Sevilla (y no dos, como se ha dicho repetidamente), un joven hemof¨ªlico que falleci¨® en abril pasado; y dos en Barcelona, ambos homosexuales, uno de 35 a?os, fallecido en octubre de 1981, y otro de 37, muerto a finales de noviembre pasado. El n¨²mero de casos registrados en Espa?a es, pues, relativamente bajo. Sin embargo, la expectaci¨®n es grande. El doctor Joan Clos Matheu, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, atribuye esta expectaci¨®n a tres factores: "En primer lugar, porque el SIDA es una enfermedad que puede catalogarse como nueva, o en todo caso es nuevo el hecho de diagnosticarla. En segundo lugar, porque es una enfermedad grave" con una mortalidad del 38% de los casos diagnosticados. Y, finalmente, porque es una enfermedad de la que se desconoce la causa".
Confusi¨®n inicial
El fen¨®meno del SIDA se inici¨® en el a?o 1979, cuando los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica de los Estados Unidos detectaron un aumento en la prescripci¨®n de un medicamento que se utilizaba exclusivamente para tratar infecciones oportunistas (las que se desarrollan en enfermos que ya tienen una enfermedad previa muy grave). Fue el primer toque de atenci¨®n. Poco despu¨¦s, seg¨²n el doctor Clos, se detect¨® un aumento significativo de casos de infecci¨®n por el germen neumocistis carinii (NC) y un aumento, ¨¦ste m¨¢s llamativo si cabe, de casos de sarcoma de Kaposi (SK), un tumor que hasta entonces s¨®lo se diagnosticaba en zonas del tr¨®pico y del hemisferio sur."Inmediatamente", a?ade el doctor Clos, "se observ¨® una asociaci¨®n entre estas dos enfermedades, que por s¨ª solas ya van ligadas a una disminuci¨®n del sistema de defensas inmunitarias. Y se observ¨® tambi¨¦n que un porcentaje elevado de pacientes eran homosexuales. La coincidencia de estos tres factores hizo pensar que hab¨ªa aparecido una enfermedad nueva o que, m¨¢s probablemente, una causa desconocida hab¨ªa hecho que una enfermedad hasta entonces desarrollada ¨²nicamente en el hemisferio sur (SK) llegara al hemisferio norte. y se asociara a un agente oportunista (NC) y a las pr¨¢cticas homosexuales".
Posteriormente se comprob¨¦ que la enfermedad no era exclusiva de los homosexuales (el 71 % de los casos), sino que afectaba tambi¨¦n a otros colectivos muy concretos: drogadictos (7%), personas nacidas en Hait¨ª (5%) y hemof¨ªlicos (1%). El restante 6% no puede incluirse en ninguna de las categor¨ªas anteriores.
Lo que s¨ª llam¨® la atenci¨®n, seg¨²n el doctor Clos, es que la enfermedad apareciera m¨¢s en grandes ciudades (Nueva York, San Francisco, Los ?ngeles, Miami) y que el pa¨ªs m¨¢s afectado en el hemisferio norte fuera EE. UU. Hasta ahora, de un total de 2.500 casos, m¨¢s de 2.300 se han diagnosticado en los EE. UU., cuya poblaci¨®n es de aproximadamente 200 millones de habitantes. En Europa, con una poblaci¨®n similar, s¨®lo se han declarado unos 160 casos. Se observ¨® tambi¨¦n una preponderancia del s¨ªndrome entre los varones (14 de cada 15 casos), que se ha mantenido hasta la actualidad.
El hecho de tratarse de una enfermedad sin diagn¨®stico preciso provoc¨® una gran confusi¨®n. Para evitarla se constituy¨® en EE. UU. una comisi¨®n de investigaci¨®n que ha definido el SIDA como "el conjunto de cuadros cl¨ªnicos (s¨ªndrome) caracterizados por una alteraci¨®n subyacente de la inmunidad celular y que se manifiestan esencialmente bajo la forma de sarcoma de Kaposi e infecciones graves por g¨¦rmenes oportunistas, en personas j¨®venes previamente sanas".
El n¨²mero de declaraciones ha experimentado un constante aumento, especialmente en el ¨²ltimo a?o. En el mes de julio de 1982, la media de casos semanales declarados en los EE. UU. era de 11.
Un a?o m¨¢s tarde, en julio de 1983, se declaraban 53 casos a la semana. "Trat¨¢ndose de una enfermedad de baja incidencia, no se puede concluir si este aumento de los casos es debido a la existencia de una epidemia real o se debe al hecho de que los m¨¦dicos declaran m¨¢s los casos sospechosos", indica el doctor Clos. El doctor Montero considera que una parte del incremento se debe a que se declaran todos los casos sospechosos.
Baja la mortalidad
Aunque la mortalidad en relaci¨®n al n¨²mero de casos ha decrecido, la extensi¨®n de la enfermedad ha provocado inquietud, especialmente en los colectivos m¨¢s afectados. Por eso, el doctor Clos es partidario de extremar la prudencia a la hora de hacer valoraciones. "Por ejemplo, dice, sin conocer el n¨²mero total de homosexuales, el de personas de origen haitiano (pr¨®ximo o remoto), el n¨²mero de casos de sarcoma de Kaposi en ?frica, etc¨¦tera, no se puede calcular con seguridad el porcentaje de personas afectadas del total del colectivo base". Y a?ade: "T¨¦ngase presente que los porcentajes antes mencionados est¨¢n en relaci¨®n al total de pacientes conocidos, no en relaci¨®n al total de personas del colectivo. Es decir, el porcentaje de homosexuales es en relaci¨®n a los enfermos declarados de SIDA, no en relaci¨®n al total de homosexuales que existen"."Estas ¨²ltimas tasas", indica, "son las que importan para concluir definitivamente si el colectivo considerado tiene mayor riesgo que el conjunto de la poblaci¨®n. Por esta raz¨®n fundamental, no es un criterio de catalogaci¨®n en el s¨ªndrome el hecho de ser haitiano u homosexual, como no podr¨ªa ser un criterio de catalogaci¨®n el haber ingerido aceite de colza en el s¨ªndrome t¨®xico, o ser ex legionario en la legionella".
"Otras enfermedades como el c¨¢ncer o las afecciones, coronarias, totalmente prevenibles y curables, producen miles de veces m¨¢s muerte y dolor en la poblaci¨®n que el SIDA. A¨²n considerando exclusivamente los grupos m¨¢s afectados, el SIDA no es, con mucho, el problema sanitario m¨¢s importante con el que se enfrentan estas personas".
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