El Papa disuelve el Sodalicio, poderoso grupo ultraconservador peruano, tras los esc¨¢ndalos de abusos y corrupci¨®n econ¨®mica
La organizaci¨®n anuncia la decisi¨®n de Francisco tras una investigaci¨®n que ha expulsado a su fundador y 12 responsables y diez a?os despu¨¦s de que dos periodistas destaparan el esc¨¢ndalo
EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.
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El Papa ha dado un golpe de autoridad y en una decisi¨®n de una severidad con pocos precedentes ha ordenado la disoluci¨®n del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), uno de los m¨¢s poderosos grupos cat¨®licos ultraconservadores de Am¨¦rica Latina, nacido en Per¨² en 1971 y extendido por otros pa¨ªses. Un fruto podrido de la Guerra Fr¨ªa en la evoluci¨®n religiosa del continente en esos a?os, como los Legionarios de Cristo de Marcial Maciel, tambi¨¦n hundido por un esc¨¢ndalo similar aunque al final sobrevivi¨® como organizaci¨®n, tras renegar de su fundador, bajo el mandato de Benedicto XVI. Pero con el Sodalicio, Francisco ha ido un paso m¨¢s all¨¢: no hay nada que salvar y queda liquidado. Este grupo ten¨ªa otro gur¨² carism¨¢tico, Fernando Figari, que se inspir¨® en la Falange Espa?ola para crear un movimiento de soldados cristianos. Estuvo al frente del grupo hasta 2010 y est¨¢ acusado de abusar s¨¢dicamente de menores y adultos. La organizaci¨®n ha admitido ya 67 v¨ªctimas de abusos, pero no ha reconocido otras muchas, que se estiman al menos en un centenar.
La supresi¨®n llega 25 a?os despu¨¦s de las primeras denuncias de v¨ªctimas y a los diez a?os de las revelaciones period¨ªsticas que destaparon definitivamente el esc¨¢ndalo. Tras una investigaci¨®n del Vaticano que ha constatado abusos de menores, rasgos de secta y una vasta trama financiera, dirigida por la mano derecha de Figari, el sacerdote Jaime Baertl, tambi¨¦n ya expulsado. El Sodalicio levant¨® un imperio empresarial cifrado en unos 1.000 millones de d¨®lares por investigaciones period¨ªsticas, con inversiones en el sector inmobiliario, industrial, miner¨ªa, colegios y sanidad, y con un presunto sistema de blanqueo de dinero a trav¨¦s de para¨ªsos fiscales de Panam¨¢ e Islas V¨ªrgenes.
Fue posible gracias al concordato de Per¨² con la Santa Sede de 1980 y a un pol¨¦mico informe can¨®nico que permiti¨® al Sodalicio declarar como misiones sus cementerios privados, y por tanto exentos de impuestos, y empezar a amasar una fortuna. Ese informe lo firm¨® el entonces arzobispo de Tarragona, Luis Mart¨ªnez Sistach, luego arzobispo de Barcelona y cardenal. Una de las tareas pendientes a partir de ahora, precisamente, ser¨¢ recuperar el dinero de la organizaci¨®n y atender las reclamaciones de las v¨ªctimas que no han recibido indemnizaciones mientras la organizaci¨®n mantiene un enorme patrimonio oculto.
El propio Sodalicio ha hecho p¨²blica la medida, hoy lunes, en un extra?o comunicado, aunque era reservada y a ¨²ltima hora del lunes no hab¨ªa un anuncio oficial desde la Santa Sede. En todo caso, fuentes vaticanas confirman a EL PA?S la decisi¨®n del Papa, que ha nombrado un comisario que se encargar¨¢ del proceso de supresi¨®n, el sacerdote espa?ol Jordi Bertomeu, del dicasterio de Doctrina de la Fe. Fue el enviado por Francisco a Per¨² a investigar el caso en el verano de 2023, junto al malt¨¦s Charles Scicluna, y el responsable de indagar en otros graves esc¨¢ndalos de pederastia, como el del sacerdote Fernando Karadima y otros en Chile, que acab¨® con la renuncia de todos los obispos del pa¨ªs en 2018.
La c¨²pula del Sodalicio est¨¢ reunida estos d¨ªas en una asamblea general en Aparecida, Brasil, para intentar salvar in extremis la organizaci¨®n con una reforma. Desde all¨ª precisamente ha difundido su comunicado para salir al paso de una informaci¨®n de un medio digital, Infovaticana, al que se le filtr¨® la noticia desde la propia asamblea. La organizaci¨®n se?ala que ha expulsado de la asamblea a los dos sod¨¢lites ¨Dnombre que reciben sus miembros¨D responsables de la filtraci¨®n. Es decir, al final se ha precipitado de forma chapucera el anuncio del final del Sodalicio, un final que, de todos modos, estaba ya en el aire desde hace meses. El Papa hab¨ªa expulsado en agosto a Figari y en septiembre, a otros doce responsables, entre ellos a Baertl y al arzobispo em¨¦rito de Piura, Jos¨¦ Antonio Eguren.
La organizaci¨®n intent¨® maniobrar hasta el final para salvarse con una denuncia en los tribunales y una campa?a de desprestigio contra el propio enviado del Vaticano, Jordi Bertomeu, al que llegaron a acusar de manipular al Papa en su contra y tenerle mal informado. El desenlace del asunto confirma que Francisco no les hizo mucho caso.
Tambi¨¦n sufrieron acoso judicial y medi¨¢tico Paola Ugaz y Pedro Salinas, los dos periodistas peruanos que destaparon el caso en 2015 con su libro Mitad monjes, mitad soldados. ¡°No ten¨ªamos idea que al iniciar esta historia ¨ªbamos a poner en riesgo nuestra vida, la de nuestras familias y en los ¨²ltimos tiempos, nuestra libertad, en base a campa?as de desinformaci¨®n¡±, explica Ugaz a este diario tras conocer la noticia.
El Vaticano y el arzobispado de Lima, dirigido entonces por Juan Luis Cipriani, del Opus Dei, desoyeron durante a?os las denuncias de las v¨ªctimas. Incluso cuando una de ellas era un obispo, Kay Schmalhausen, exmiembro del Sodalicio que el pasado mes de diciembre public¨® un relato demoledor sobre su caso, contando c¨®mo a pesar de su cargo nadie le quiso o¨ªr en la Santa Sede. La situaci¨®n solo cambi¨® cuando los dos reporteros se reunieron en 2022 con Francisco, que finalmente envi¨® la misi¨®n de investigaci¨®n de Bertomeu y Scicluna. ¡°Esto hizo toda la diferencia, es invalorable lo que hicieron al valorar los testimonios y revisar las pesquisas del mal manejo del dinero que enriqueci¨® a la organizaci¨®n. Es una historia donde hubo crimen y ahora hay castigo. Hay muchos c¨®mplices en el pa¨ªs que hicieron que por m¨¢s de 50 a?os no les pasara nada y se persiguiera a los que los denunciaban¡±, dice Ugaz. Acusa de mirar para otro lado a casi todos los obispos de la Conferencia Episcopal, salvo excepciones como Robert Prevost, Carlos Castillo, Pedro Barreto y Reynaldo Nann. ¡°Esperemos que gracias a esta supresi¨®n el Per¨² sea un pa¨ªs menos corrupto¡±, concluye Ugaz.
Por su parte, Pedro Salinas considera que ¡°finalmente, la verdad se impuso, se hizo justicia desde el Vaticano, y solo queda pendiente la reparaci¨®n de las v¨ªctimas y sobrevivientes de esta organizaci¨®n sectaria y de caracter¨ªsticas mafiosas¡±. ¡°Algunos de los disueltos ya est¨¢n amenazando abiertamente con represalias contra monse?or Bertomeu y los periodistas que destaparon los esc¨¢ndalos, lo que evidencia, incluso en los ¨²ltimos estertores, en sus 53 a?os de t¨®xica existencia, que jam¨¢s cambiaron su naturaleza abusiva y arrogante y totalmente alejada de los valores religiosos¡±. Seg¨²n Salinas, el Papa Francisco y Simona Brambilla, la nueva responsable del Dicasterio para la Vida Consagrada, que tambi¨¦n ha impulsado la disoluci¨®n del Sodalicio y ha apoyado a los periodistas, ¡°dejan una importante lecci¨®n para este tipo de instituciones de fachada religiosa: la impunidad no es eterna¡±.
El actual arzobispo de Lima, el cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, ya pidi¨® la disoluci¨®n del Sodalicio en un art¨ªculo publicado el pasado 19 octubre en EL PA?S, con el t¨ªtulo El Sodalicio, un experimento fallido de la guerra fr¨ªa en Latinoam¨¦rica. Emple¨® palabras excepcionalmente duras: ¡°Mi hip¨®tesis es que el Sodalicio obedece a un proyecto pol¨ªtico. Es la resurrecci¨®n del fascismo en Am¨¦rica Latina, usando arteramente la Iglesia, mediante m¨¦todos sectarios (...) ha sido una m¨¢quina destructora de personas, inventado una fe que encubre sus delitos y su ambici¨®n de dominio pol¨ªtico y econ¨®mico. No hay nada espont¨¢neo en sus miembros. No hay libertad y sin ella no hay fe. Como experimento fallido, deber¨ªa ser suprimido por la Iglesia¡±.
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